Prednisona: para qué sirve, dosis y efectos secundarios

La prednisona es un corticosteroide con una potente acción antiinflamatoria e inmunosupresora, que se utiliza para tratar enfermedades autoinmunes, inflamatorias y alérgicas. Su uso prolongado puede provocar efectos secundarios como aumento de peso, osteoporosis y supresión del sistema inmunitario.

Dr. Pedro Pinheiro
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prednisona

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Introducción

La prednisona es un medicamento que pertenece a la clase de glucocorticoides, uno de los grupos más importantes de la medicina farmacológica debido a su utilidad en docenas de diferentes enfermedades.

Los corticoides se utilizan en el tratamiento de enfermedades de origen inflamatorio, alérgico, hormonales, autoinmune e incluso neoplásico. Estos fármacos también se utilizan para reducir el riesgo de rechazo en pacientes trasplantados.

Por desgracia, aunque muy útil, la prednisona y otros corticoides son capaces de causar numerosos efectos secundarios, algunos de ellos no deseados cosméticamente y otros muy peligrosos, con riesgo potencial de muerte. Cuanto mayor es la dosis y el tiempo del tratamiento, mayor es el riesgo de efectos adversos graves.

En este artículo vamos a hablar, exclusivamente, de la prednisona. Si estás buscando una información más completa sobre todos los medicamentos que pertenecen a la clase de glucocorticoides, accede al siguiente artículo: Glucocorticoides – Efectos Secundarios e Indicaciones.

Este texto no pretende ser un prospecto completo de prednisona. Nuestro objetivo es ser menos técnico que un prospecto y más útil a los pacientes que buscan informaciones objetivas y en un lenguaje apropiado para el público en general.

¿Qué es la prednisona?

La prednisona es una de las varias formas sintéticas de la hormona cortisol, que es producida por la glándula suprarrenal.

El cortisol tiene acciones en el metabolismo de la glucosa, de las grasas y proteínas, actúa sobre el sistema inmunitario y el crecimiento de los huesos, tiene acción antiinflamatoria, ayuda a regular los electrolitos de la sangre, ayuda en los procesos de cicatrización, etc.

La prednisona es 5 veces más potente que el cortisol natural, lo que permite que sea utilizada en dosis suprafisiológicas, es decir, en cantidades que exceden la producción natural de cortisol.

En dosis altas, la prednisona tiene potente acción antiinflamatoria e inmunosupresora y, por lo tanto, se utiliza frecuentemente en enfermedades de origen inflamatorio e inmunológico, como veremos más adelante.

Advertencia: no confunda la prednisona con la prednisolona. Ambos son corticosteroides y tienen indicaciones y acciones similares. Sin embargo, son fármacos diferentes (la prednisolona es un metabolito de la prednisona), con presentaciones diferentes y las dosis no son necesariamente las mismas.

Nombres comerciales

La prednisona es un fármaco ya existente en el mercado desde hace muchos años. Puedes comprar en la forma genérica o bajo los varios nombres comerciales disponibles, incluyendo:

  • Bersen (Chile).
  • Cortiprex (Chile, Paraguay, Perú).
  • Dacortin (España).
  • Losinon (México).
  • Monocort (Paraguay).
  • Meticorten (Argentina, México, Perú, Venezuela).
  • Norapred (México).
  • Prednicort (Paraguay).
  • Predinilag (Colombia).
  • Premagnol (México).

Presentaciones

La prednisona se comercializa solamente en tabletas de 5 mg o 20 mg.

Las formulaciones en jarabe, gotas, colirios o ungüentos están disponibles solamente para la prednisolona.

¿Para qué sirve la prednisona?

El número de enfermedades que pueden ser tratadas con prednisona es tan amplio que resulta difícil enumerarlas todas.

De forma general, podemos decir que la prednisona puede indicarse en enfermedades de origen endocrino, osteomuscular, autoinmune, dermatológico, alérgico, oftálmico, respiratorio, hematológico, inflamatorio o neoplásico. La prednisona también se utiliza con frecuencia como tratamiento inmunosupresor en pacientes trasplantados.

Si hablamos específicamente de algunas de las enfermedades que pueden tratarse con prednisona, las indicaciones más comunes son:

¿Cómo tomar?

La dosis de prednisona que se utilizará depende de la enfermedad en cuestión y su gravedad.

Dosis por debajo de 15 mg al día presentan efecto predominantemente antiinflamatorio, mientras que dosis por encima de 20 mg al día comienzan a presentar también acción inmunosupresora (inhibición del sistema inmune). Cuanto mayor es la dosis de prednisona, mayor será su efecto inmunosupresor y antiinflamatorio.

La dosis diaria de prednisona usualmente varía entre 5 mg y 80 mg.

La dosis de 60 mg al día suele ser la más usada cuando se pretende una acción inmunosupresora. Ya la dosis de 5 mg a 10 mg es generalmente común en los pacientes que necesitan de tratamiento antiinflamatorio prolongado, tales como aquellos con artritis reumatoide.

Como el pico de secreción de cortisol natural ocurre en la mañana, la toma de prednisona se indica generalmente en este momento del día. Esta práctica aumenta la eficacia de la droga e interfiere menos con el ciclo natural de cortisol. Se debe tomar el medicamento como una dosis única diaria.

Efectos colaterales

La prednisona y los corticoides, en general, presentan una lista de posibles efectos adversos, que van desde problemas estéticos hasta el desarrollo de diabetes mellitus e infecciones graves.

Cuanto mayores son la dosis y la duración del tratamiento, más comunes e intensos suelen ser los efectos secundarios. Los tratamientos de solo una semana raramente causan efectos significativos, incluso en dosis elevadas. Por otro lado, tratamientos con dosis superiores a 20 mg que se prolongan por más de tres semanas suelen provocar efectos no deseados. El mismo riesgo elevado se observa en tratamientos que se extienden durante meses, incluso cuando se utilizan dosis bajas.

Entre los efectos secundarios más importantes del uso prolongado de la prednisona se incluyen:

Lamentablemente, la lista anterior menciona solamente algunos de los posibles efectos. Esto nos muestra que la prednisona es un fármaco cuyo uso debe ser indicado con todo cuidado; caso contrario, existe un riesgo del tratamiento hacer más mal que bien.

Tratamientos prolongados o con dosis altas por más de 2 a 3 semanas solamente deben ser hechos cuando los daños de la enfermedad a tratar son más graves que los posibles efectos secundarios.

Cuidados en el momento de interrumpir la prednisona

Como la prednisona inhibe la producción natural de cortisol, su interrupción repentina después de un tratamiento prolongado puede provocar una insuficiencia suprarrenal, que es una situación potencialmente fatal.

El riesgo de la inhibición prolongada de la glándula suprarrenal es mayor en los tratamientos con dosis mayores de 10 mg que duran más de 3 semanas. En estos casos, la prednisona no puede ser suspendida a la vez. Por el contrario, se debe hacer un «destete» de la droga, que puede durar hasta varios meses en pacientes que hicieron uso prolongado y con dosis elevadas.

Existen diversos esquemas posibles para el destete de la prednisona, sin que haya un protocolo único que haya demostrado ser superior en términos de eficacia. De forma general, se sugiere una reducción progresiva de la dosis en un 10 a 20 % cada una o dos semanas, hasta alcanzar una dosis diaria de 2,5 mg.

Interacciones medicamentosas

Medicamentos que pueden disminuir la eficacia de la prednisona: fenobarbital, fenitoína, rifampicina, antiácidos y efedrina.

Medicamentos que pueden aumentar el riesgo de efectos colaterales de la prednisona: medicamentos con estrógenos, diltiazem, salicilatos, fluconazol y ritonavir.

Medicamentos cuyos efectos adversos pueden ser potenciados por la prednisona: diuréticos, antiinflamatorios, digoxina, anfotericina B, warfarina, alcohol.

Conclusiones

La prednisona es una droga potente, muy útil en el tratamiento de enfermedades graves, como vasculitis, cánceres, enfermedad del colágeno o situaciones de gran inflamación.

Su uso, sin embargo, debe ser muy cuidadoso, especialmente si el tiempo estimado del tratamiento es mayor que 2 a 3 semanas. En estos casos, la posibilidad de aparecer efectos adversos es mayor y los riesgos y beneficios del tratamiento deben ser evaluados cuidadosamente.

Preguntas frecuentes

  1. ¿La prednisona es buena para el dolor de garganta?

    Algunos médicos utilizan una dosis única de prednisona de 60 mg en adultos y de 3,6 mg/kg en niños (o la dosis equivalente de cualquier otro corticosteroide) para acelerar el tiempo de curación de la faringitis o de la amigdalitis.

    Sin embargo, este enfoque carece de evidencia científica sólida y, en el mejor de los casos, parece ofrecer beneficios muy limitados, como una reducción de apenas 6 a 12 horas en la duración total de la enfermedad. Por esta razón, en la actualidad, la Sociedad Americana de Enfermedades Infecciosas y las principales sociedades de Otorrinolaringología no recomiendan el uso de corticoides en el tratamiento de la faringitis (aunque tampoco lo contraindican, en caso de que el médico decida prescribirlos).

  2. ¿A partir de qué dosis de prednisona hay riesgo de efectos secundarios?

    Los efectos secundarios de la prednisona dependen de dos factores principales: la dosis y la duración del tratamiento. Sin embargo, no existe una definición precisa sobre cuál sería la dosis mínima ni el tiempo mínimo de uso que garantice ausencia de riesgo de efectos adversos. En general, cualquier tratamiento que se prolongue por más de siete días puede provocar problemas, especialmente en pacientes de edad avanzada o en aquellos con alto riesgo de hemorragia gastrointestinal, sepsis o insuficiencia cardiaca congestiva.

  3. ¿Es la prednisona un antibiótico? ¿Trata las infecciones?

    No, la prednisona no es un antibiótico y no puede utilizarse sola para tratar infecciones. Sin embargo, como tiene un fuerte efecto antiinflamatorio, puede utilizarse junto con antibióticos para acelerar la curación de algunos tipos de infección.

  4. ¿Debo tomar la prednisona cada cuántas horas?

    La prednisona debe tomarse una vez al día, preferiblemente por la mañana, al levantarse. A veces, cuando las dosis son elevadas, el médico puede prescribir prednisona en días alternos.

  5. ¿La prednisona hace que el paciente orine más?

    Aunque no es un efecto secundario frecuente en humanos, en algunos casos, el uso de prednisona en dosis más altas puede causar un aumento temporal de la diuresis. Este efecto secundario es mucho más frecuente en perros que en humanos (ocurre hasta en el 30 % de los animales tratados).

  6. ¿Es buena la prednisona para tratar la gripe?

    No existen pruebas sólidas que respalden la eficacia de cualquier tipo de glucocorticoide en el tratamiento de la gripe. De hecho, un metaanálisis reciente de estudios observacionales identificó una asociación entre el uso de glucocorticoides y un mayor riesgo de mortalidad. Por lo tanto, debido a la posibilidad de efectos perjudiciales, la prednisona —así como cualquier otro glucocorticoide— no debe emplearse como terapia coadyuvante en el manejo de pacientes con gripe, salvo que exista una indicación clínica independiente de la infección por el virus de la gripe que justifique su uso.

  7. ¿Es buena la Prednisona para tratar la tos?

    La prednisona puede utilizarse en casos seleccionados de tos. Las tres indicaciones principales son la laringitis grave en niños, la tos persistente durante más de 2 semanas tras la curación de una afección infecciosa de las vías respiratorias altas y los pacientes con tos intensa debida al asma.


Referencias


Autor(es)

Dr. Pedro Pinheiro

Médico graduado pela Universidade Federal do Rio de Janeiro (UFRJ), com títulos de especialista em Medicina Interna e Nefrologia pela Universidade Estadual do Rio de Janeiro (UERJ), Sociedade Brasileira de Nefrologia (SBN), Universidade do Porto e pelo Colégio de Especialidade de Nefrologia de Portugal.