¿Qué es la candidiasis vaginal?
La candidiasis vaginal, también llamada candidosis vaginal, es una infección ginecológica causada por el hongo Candida albicans. Esta micosis es tan común que 3 de cada 4 mujeres tendrán al menos un episodio de candidiasis vaginal a lo largo de su vida.
La Candida albicans provoca inflamación de la vagina y de la vulva (la parte externa de la vagina), por lo que también se conoce como vulvovaginitis por Cándida o vulvovaginitis candidiásica. La inflación genital de la candidiasis se caracteriza por los signos y síntomas de enrojecimiento local, picor intenso y flujo vaginal.
La candidiasis vaginal puede tratarse fácilmente con medicamentos antimicóticos, pero algunas mujeres con episodios recurrentes de vulvovaginitis pueden necesitar un tratamiento prolongado para quedarse curadas de la infección.
En este artículo le explicaremos lo qué es la vulvovaginitis por cándida, cuáles son sus causas, síntomas y tratamiento. También hablaremos de los casos de candidiasis recurrente, que pueden ser difíciles de eliminar.
- Si buscas por informaciones sobre la candidiasis en los hombres, accede al siguiente enlace: Candidiasis en hombres: fotos, síntomas y tratamiento.
- Si quieres leer sobre las infecciones por Cándida en general, no solamente de origen ginecológico, accede a: Candidiasis: tipos de infección por el hongo cándida.
Causas
Como se ha explicado en la introducción de este artículo, la candidiasis vaginal es una infección de la vagina y de la vulva causada por el hongo del género Candida. De todas las especies de cándida, la Candida albicans es la más común, representando hasta el 90% de los casos.
La candidiasis vulvovaginal también puede ser causada por las especies de Candida glabrata o Candida parapsilosis, pero estos casos son poco frecuentes y suelen tener un cuadro clínico más leve.
La cándida es un hongo que existe de forma natural en nuestra flora biológica y está presente en la boca y en el sistema digestivo de hasta el 50 al 80% de las personas, dependiendo de la población estudiada.
En situaciones normales, nuestro sistema inmunitario y la presencia de los demás microorganismos de nuestra flora natural impiden que la cándida se multiplique en exceso, manteniendo su población bajo control.
Por lo tanto, estar colonizado por el hongo cándida no es sinónimo de tener una infección por cándida. La cándida es solamente uno de los millones de gérmenes que forman parte de nuestra flora natural de microorganismos.
Esto significa que la cándida es un germen oportunista, lo que implica que es un microbio que puede vivir inocentemente en nuestro cuerpo sin causar enfermedades, pero a la menor señal de debilidad de nuestro sistema inmunitario o de alteración de nuestra flora natural de gérmenes, puede multiplicarse y causar infecciones.
Entre el 20 y el 50% de las mujeres tienen la vagina colonizada por el hongo cándida, sin que esto signifique que exista una candidiasis. Estas mujeres son completamente asintomáticas porque el pH vaginal ácido, el sistema inmunitario y la presencia de flora bacteriana vaginal impiden que la cándida se multiplique. La vulvovaginitis por cándida sólo aparece si existe una alteración en al menos uno de estos tres factores de protección.
¿Cómo se contrae la candidiasis vaginal?
La pregunta anterior es muy común, pero es conceptualmente errónea porque, en la mayoría de los casos, no se contrae la candidiasis de nadie; la vulvovaginitis surge porque la Candida albicans, que ya existía en su cuerpo, encontró la forma de superar las defensas de nuestro organismo y consiguió multiplicarse sin control.
Normalmente, la Candida albicans que coloniza la vagina de las mujeres tiene su origen en la región perianal. La cándida que existe en el tracto gastrointestinal y coloniza la región perianal puede migrar a través del perineo, llegar a la vagina y establecerse en esta nueva región.
Una forma frecuente de que esto ocurra es a través de la limpieza incorrecta del ano después de la defecación. Si la mujer se limpia de atrás hacia delante, acaba llevando los gérmenes de la región perianal hacia la vagina. Esto favorece no sólo la colonización vaginal por cándida, sino también la aparición de infecciones urinarias por bacterias del tracto gastrointestinal.
En ocasiones, la Candida albicans puede transmitirse de una persona a otra. Como la boca y el tracto gastrointestinal son los hábitats más comunes de la cándida en nuestro cuerpo, el sexo oral y el sexo anal son posibles fuentes de transmisión. El sexo vaginal también puede ser una forma de transmisión si el pene o la vagina de la pareja están colonizados.
Hay que tener en cuenta que la transmisión sexual de la cándida no indica necesariamente que la mujer vaya a desarrollar una candidiasis. La cándida recién adquirida tendrá que enfrentarse a los mismos factores de defensa a los que se enfrenta la propia cándida del organismo. Como hemos visto, tener el hongo Candida albicans no es sinónimo de tener candidiasis.
Por lo tanto, aunque la cándida puede transmitirse sexualmente, la candidiasis vaginal en sí no se considera una enfermedad de transmisión sexual porque la gran mayoría de los casos de vulvovaginitis por cándida no están relacionados con el coito. El número de parejas que una mujer tiene en su vida no interfiere en el riesgo de desarrollar candidiasis, y las mujeres que practican el celibato también pueden desarrollar vulvovaginitis por Candida albicans.
Factores de riesgo
En general, la Candida albicans prolifera en las siguientes situaciones:
- Reducción de la acidez vaginal (aumento del pH vaginal).
- Cambios en la flora microbiana de la vagina
- Cambios hormonales.
- Sistema inmunitario debilitado.
Varios factores de riesgo de candidiasis vulvo-vaginal ya son bien conocidos, siendo los más importantes:
- Diabetes mellitus: mujeres diabéticas, especialmente las que presentan glucemia mal controlada, son particularmente propensas a desarrollar la vulvovaginitis por cándida (lee: Primeros síntomas de la diabetes).
- Uso reciente de antibióticos: alrededor de un 25-30% de las mujeres que son sometidas a tratamiento con antibióticos de amplio espectro acaban desarrollando un episodio de candidiasis vaginal. Esto suele ocurrir porque los antibióticos actúan contra las bacterias naturales de la flora vaginal, pero son inertes frente a los hongos.
- Cambios hormonales: niveles demasiado altos o demasiado bajos de estrógenos interfieren en el medio vaginal y aumentan el riesgo de candidiasis. Esto explica por qué situaciones como embarazo, reposición hormonal, menopausia, uso de anticonceptivos hormonales e inclusive el periodo ovulatorio pueden facilitar la aparición de vulvovaginitis por cándida.
- Inmunosupresión: mujeres inmunosuprimidas, ya sea por enfermedades, como el VIH, o por la utilización de fármacos inmunosupresores, tienen un mayor riesgo de desarrollar candidiasis.
Situaciones de riesgo todavía no comprobadas
Los factores de riesgo mencionados anteriormente son los que se han demostrado que influyen en el riesgo de la mujer de desarrollar una candidiasis. Hay muchos otros, pero estos no muestran resultados consistentes en los estudios clínicos realizados. Por lo tanto, es posible, pero no definitivamente correcto, afirmar que los siguientes factores aumentan el riesgo de candidiasis:
- Ropas apretadas.
- Bikinis húmedos.
- Métodos anticonceptivos intravaginales, como DIU, diafragma o esponja vaginal.
- Duchas vaginales.
- Absorbente interno.
Dado que estos posibles factores de riesgo, aunque no están probados, pueden evitarse, tiene sentido que las mujeres con candidiasis recurrente intenten protegerse. Sin embargo, quienes nunca han tenido candidiasis vulvovaginal o sólo han tenido uno o dos episodios a lo largo de varios años no deben preocuparse por estos posibles factores de riesgo, ya que no son tan relevantes.
Candidiasis vaginal recurrente
Alrededor del 5% de las mujeres tiene candidiasis vaginal recurrente, que se caracteriza por la aparición de más de cuatro episodios al año de candidiasis. La recurrencia, por lo general, ocurre debido a la falta de eficacia en el tratamiento de una infección anterior, lo que permite que la misma cepa de cándida vuelva a crecer después de algún tiempo. En raras ocasiones, la candidiasis recurrente es causada por una nueva infección provocada por una cepa diferente de la Candida albicans.
Estudios sugieren que las mujeres con candidiasis vaginal recurrente pueden ser genéticamente más susceptibles a la infección por Candida albicans en virtud de los cambios en el sistema de defensa de la región vaginal.
Síntomas
El prurito vulvar (picor vaginal) es el síntoma más importante de la candidiasis. Ardor o dolor en el área vaginal también son comunes y pueden estar acompañados de disuria (dolor al orinar) y dispareunia (dolor durante el acto sexual).
Otros signos frecuentes son enrojecimiento en la zona de la vulva y flujo vaginal. El flujo de la candidiasis vaginal es generalmente lechoso, o tipo queso cottage, y sin olor (lee: Tipos de Flujo Vaginal: Blanco, Amarillo, Marrón…).
Los síntomas de la candidiasis pueden empeorar en los días antes de la menstruación.
Diagnóstico
Ninguno de los síntomas descritos anteriormente es exclusivo de la vulvovaginitis por cándida. Diversas infecciones ginecológicas, como vaginosis bacteriana o tricomoniasis, pueden causar síntomas semejantes. De hecho, de todas las mujeres que buscan al ginecólogo con queja de picazón vaginal, menos de un 50% tienen candidiasis. La mayoría presenta otras causas de infección ginecológica.
Por lo tanto, el diagnóstico de la candidiasis vulvovaginal sólo puede establecerse con certeza mediante la evaluación del flujo vaginal en el laboratorio. Para ello, el ginecólogo necesita realizar un examen ginecológico en el que utiliza una especie de hisopo para recoger material de la pared vaginal. Este material se envía al laboratorio para poder identificar el germen que causa la vaginitis.
Tratamiento
Los casos más simples de candidiasis vulvovaginal pueden ser tratados con la aplicación vaginal de cremas, incluyendo clotrimazol, nistatina y miconazol. Otra opción es el fluconazol comprimido de 150 mg dosis única.
Ambas formas de tratamiento tienen tasas de éxito superiores al 90%, pero la dosis por vía oral es más cómoda porque es simple y corta, siendo actualmente la forma más utilizada.
En los casos de candidiasis recurrente, el tratamiento, en general, es hecho con fluconazol vía oral durante 6 semanas.
Si deseas conocer más detalles sobre el tratamiento de la candidiasis vaginal, tenemos un artículo exclusivo sobre el tema: Tratamientos para la candidiasis vaginal.
Referencias
- Candida vulvovaginitis: Clinical manifestations and diagnosis – UpToDate.
- Vulvovaginal Candidiasis – Centers for Disease Control and Prevention.
- Vulvovaginitis – Medscape.
- Vaginal yeast infections – U.S. Department of Health & Human Services.
- Vulvovaginitis: Screening for and Management of Trichomoniasis, Vulvovaginal Candidiasis, and Bacterial Vaginosis – Society of Obstetricians and Gynecologists of Canada (SOGC).
Autor(es)
Médico licenciado por la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ), con títulos de especialista en Medicina Interna por la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ) y de Nefrología por la Universidad Estadual de Río de Janeiro (UERJ) y por la Sociedad Brasileña de Nefrología (SBN). Actualmente vive en Lisboa, Portugal, tiene títulos reconocidos por la Universidad de Oporto y por el Colegio de Nefrología de Portugal.