Ciprofloxacino: qué es, para qué sirve y dosis

Dr. Pedro Pinheiro

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Ciprofloxacino

Tiempo estimado de lectura del artículo: 3 minutos

¿Qué es el ciprofloxacino?

El clorhidrato de ciprofloxacino (ciprofloxacina) es un antibiótico de la familia de las quinolonas, que también está compuesta por los antibióticos: norfloxacino, ofloxacino, levofloxacino, moxifloxacino, gatifloxacino y gemifloxacino.

El ciprofloxacino es muy utilizado para el tratamiento de las infecciones urinarias, las diarreas bacterianas y las infecciones de la próstata en los adultos.

En los niños, este medicamento está contraindicado en la gran mayoría de los casos, porque estudios en animales jóvenes han demostrado que el medicamento favorece la aparición de lesiones en las articulaciones y cartílagos. Las excepciones se explicarán a lo largo del texto.

Atención: este texto no pretende ser un prospecto completo del ciprofloxacino. Nuestro objetivo es ser menos técnico que un prospecto y más útil para pacientes que buscan informaciones sobre este medicamento. Lo que haremos aquí es un resumen de las informaciones más relevantes de la literatura médica y de los diferentes prospectos de ciprofloxacino disponibles por los principales fabricantes.

Para qué sirve

El ciprofloxacino es una quinolona de 2.ª generación, con acciones contra diversas bacterias, principalmente las gramnegativas. Entre las infecciones que pueden ser tratadas con ciprofloxacino, podemos citar:

* No suele ser la primera opción de tratamiento, ya que existen antibióticos más efectivos para estos casos.

Los estudios in vitro muestran que el ciprofloxacino es eficaz contra las siguientes bacterias:

Bacterias grampositivas aeróbicas: Bacillus anthracis, Enterococcus faecalis (sensibilidad parcial solamente), Staphylococcus aureus (sensibles a la meticilina), Staphylococcus saprophyticus y Streptococcus pneumoniae (sensibilidad parcial solamente).

Bacterias gramnegativas aeróbicas: Burkholderia cepacia, Klebsiella pneumoniae, Providencia spp., Campusolella spp., Klebsiella oxytoca, Pseudomonas aeruginosa, Citrobacter freudii, Moraxella catarrhalis, Pseudomonas fluorescens, Enterobacter aerogenes, Morganella morganii, Serratia marcescens, Enterobacter cloacae, Neisseria gonorrhoeae, Shigella spp., Escherichia coli, Proteus mirabilis, Haemophillus influenzae y Proteus vulgaris.

Nombres comerciales

El ciprofloxacino es un antibiótico ya existente en el mercado hace muchos años. Se puede comprar en la forma genérica o por las varias marcas disponibles, incluyendo:

  • Baflox
  • Baycip.
  • Cifran.
  • Ciloxan.
  • Cipro.
  • Ciproquim.
  • Ciproxina.
  • Globuce.
  • Medaflox.
  • Serviflox.

Presentaciones

El clorhidrato de ciprofloxacino se comercializa normalmente en tabletas de 250 mg, 500 mg, 750 mg o 1000 mg.

Cómo tomar

Al igual que con la mayoría de los antibióticos, la dosis y el tiempo del tratamiento dependen de qué infección estamos tratando. La dosis máxima indicada para adultos es de 1500 mg al día.

Las indicaciones más comunes para el uso de ciprofloxacino son las infecciones urinarias o de la próstata. Las posologías más recomendadas son:

  • Cistitis: 250 mg a 500 mg de 12/12 horas. El tratamiento dura 3 días en las mujeres y 7 días en los hombres.
  • Pielonefritis: 500 mg de 12/12 horas por 7 a 14 días. En las formas severas, la vía intravenosa es la más indicada.
  • Prostatitis aguda: 500 mg de 12/12 horas por 4 a 6 semanas.
  • Prostatitis crónica: 500 mg de 12/12 horas durante al menos 6 semanas.

Otras posologías:

  • Infección por mordedura de animales: 500 a 750 mg de 12/12 horas por 3 a 5 días.
  • Diarreas infecciosas: 500 mg de 12/12 horas por 3 a 7 días.
  • Artritis séptica: 500 a 750 mg de 12/12 horas por 14 a 21 días (inicio después de 7 días de tratamiento por vía IV).
  • Peste: 500 a 750 mg de 12/12 horas por 10 a 14 días.
  • Meningitis meningocócica (profilaxis): 500 mg una sola dosis.
  • Donovanosa: 750 mg de 12/12 horas por 3 semanas.
  • Cólera: 1000 mg una sola dosis.

El ciprofloxacino se puede tomar con el estómago lleno o vacío.

Ajuste de la dosis para insuficientes renales

En los pacientes con insuficiencia renal crónica, la dosis debe ajustarse de acuerdo con la tasa de filtración glomerular para evitar intoxicación por la droga.

  • Tasa de filtración glomerular por encima de 50 ml / min: no es necesario ajustar la dosis.
  • Tasa de filtración glomerular entre 10 y 50 ml / min: administrar el 75% de la dosis a cada 12 horas.
  • Tasa de filtración glomerular inferior a 10 ml / min: administrar el 50% de la dosis a cada 12 horas.
  • Pacientes en hemodiálisis o diálisis peritoneal: 250 a 500 mg a cada 24 horas.

Para entender cómo se hace el cálculo de la tasa de filtración glomerular, lee: Insuficiencia renal crónica – Síntomas, Causas y Tratamiento.

Eficacia

Habitualmente, los prospectos del clorhidrato de ciprofloxacino también indican el antibiótico para el tratamiento de la gonorrea o de infecciones del tracto respiratorio.

Sin embargo, hay en el mercado varias opciones más efectivas para esas infecciones, haciendo que, en la práctica, el ciprofloxacino acabe siendo solamente la 3.ª o 4.ª opción en estos casos.

Los índices de curación o mejora significativa para diferentes tipos de infección suelen ser los siguientes:

InfecciónTasa de curación
Tracto respiratorio inferior y superior 85%
Tracto urinario no complicado 90%.
Trato urinario complicado 97 – 100%
Piel y tejidos blandos 90%
Huesos y articulaciones 75%
Infecciones gastrointestinales 100%
Infecciones ginecológicas 92%
Otitis maligna externa 90%
Prostatitis crónica 84 – 91%

Efectos secundarios

A pesar de ser un antibiótico con buena tolerabilidad, el ciprofloxacino y las quinolonas en general presentan algunos efectos colaterales relevantes.

La categoría más frecuente de efectos adversos involucra el tracto gastrointestinal, ocurriendo en el 3 a 17% de los pacientes reportados en ensayos clínicos. En la mayoría de los pacientes, pérdida del apetito, náuseas, diarrea, vómito y malestar abdominal leve son los efectos adversos más frecuentes. Desde el punto de vista neurológico, el síntoma más común es el mareo, que surge en cerca del 11% de los pacientes.

Recientemente, se han notificado nuevos tipos de efectos adversos más graves. Los más relevantes son alteraciones neurológicas, aumento del riesgo de hipoglucemia y de lesión de los tendones.

Las quinolonas pueden provocar delirium, comprometimiento de la memoria, desorientación, agitación y disturbios en la atención. Estos efectos adversos son poco comunes, pero pueden aparecer después de la primera dosis e indican la suspensión del tratamiento cuando surgen. También hay informes de riesgo de neuropatía periférica, que puede ocurrir poco después del inicio del tratamiento y puede ser irreversible.

En los últimos años, se ha descrito con frecuencia casos de lesión del tendón de Aquiles secundarios al uso del ciprofloxacino. El riesgo de lesión de los tendones es mayor en los pacientes ancianos o que hacen uso crónico de glucocorticoides. Las dosis excesivas de ciprofloxacino aumentan el riesgo.

Las quinolonas también se han asociado con episodios de hipoglucemia, particularmente en pacientes de edad avanzada y con diabetes mellitus.

Debido al reciente reconocimiento de nuevos y relevantes efectos adversos, desde el 2016, el organismo regulador estadounidense Food and Drug Administration (FDA) sugiere que las quínolas se eviten en los pacientes con cuadros de infección simple, que pueden ser tratados con otras clases de antibióticos, riesgos superan los beneficios. Las quinolonas deben reservarse a las infecciones más graves, principalmente cuando no hay alternativas tan eficaces.

Contraindicaciones

El ciprofloxacino, así como cualquier quinolona, debe evitarse en niños porque puede provocar lesiones osteoarticulares. Actualmente, las únicas situaciones en que el ciprofloxacino puede ser utilizado en la población pediátrica son los casos de infección respiratoria en la fibrosis quística y ántrax.

El ciprofloxacino también debe evitarse en los pacientes con las siguientes características:

  • Mujeres embarazadas.
  • Durante la lactancia materna.
  • Pacientes con miastenia gravis.
  • Historia de epilepsia, pues el ciprofloxacino puede facilitar la ocurrencia de crisis convulsivas.
  • Historia de la neuropatía periférica.
  • Pacientes con alto riesgo de arritmias cardiacas.

Interacciones medicamentosas

Antiácidos, sucralfato, multivitaminas, sevelamer, sulfato de hierro o carbonato de calcio, disminuyen la absorción del ciprofloxacino.

En pacientes que usan anticoagulantes, el ciprofloxacino puede aumentar el efecto de la warfarina, causando elevación del INR y un mayor riesgo de hemorragias. La cafeína y teofilina también tienen sus efectos exacerbados por el antibiótico.

Por riesgo de arritmia, el ciprofloxacino debe utilizarse con precaución en pacientes tratados con antiarrítmicos, como sotalol, amiodarona, procainamida o quinina.

Así como ocurre con la mayoría de los antibióticos, el ciprofloxacino no interfiere con la eficacia de la píldora anticonceptiva (lee: ¿Antibióticos Cortan el Efecto de los Anticonceptivos?).

El ciprofloxacino puede interactuar con una serie de otros medicamentos. Si haces uso de varios medicamentos, te sugerimos una consulta al prospecto del medicamento para obtener una lista más extensa.


Referencias


Autor(es)

Dr. Pedro Pinheiro

Médico licenciado por la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ), con títulos de especialista en Medicina Interna por la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ) y de Nefrología por la Universidad Estadual de Río de Janeiro (UERJ) y por la Sociedad Brasileña de Nefrología (SBN). Actualmente vive en Lisboa, Portugal, tiene títulos reconocidos por la Universidad de Oporto y por el Colegio de Nefrología de Portugal.

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