Epididimitis y orquitis: causas, síntomas y tratamiento

Dr. Pedro Pinheiro

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¿Qué es la epididimitis?

Epididimitis es el nombre que damos a la inflamación del epidídimo, una estructura tubular situada en la parte posterior de los testículos (si no sabes lo que es el epidídimo, te lo explicamos con detalle a continuación).

Orquitis es el término utilizado para describir una inflamación en uno o ambos testículos. La orquitis pura no es muy frecuente, suele acompañarse de epididimitis, situación que se denomina orquiepididimitis Por lo general, solo vemos orquitis sin epididimitis en casos de paperas o traumatismos testiculares.

Como son estructuras relacionadas con los testículos, por razones obvias, la epididimitis y la orquitis son enfermedades exclusivamente masculinas. La orquiepididimitis puede afectar a hombres de todas las edades, pero es más frecuente entre los 20 y los 59 años. La infección suele estar causada por una infección bacteriana o una enfermedad de transmisión sexual (ETS).

La epididimitis (u orquiepididimitis) puede ser aguda, con una aparición repentina e intensa de los síntomas, o puede ser crónica, con una molestia o dolor testicular leve, que dura al menos 6 semanas.

¿Qué es el epidídimo?

El epidídimo es una estructura tubular situada en la parte posterior de cada testículo. Su función es almacenar los espermatozoides producidos por los testículos y transportarlos al conducto deferente en el momento de la eyaculación.

Anatomía del epidídimo
Anatomía del epidídimo

Los espermatozoides formados en el testículo entran en la cabeza del epidídimo, progresan hacia el cuerpo y posteriormente llegan a la región de la cola, donde se almacenan.

Los espermatozoides que entran en el epidídimo son inmaduros, no son capaces de avanzar ni de fecundar un óvulo. Esta maduración se produce a lo largo del tránsito de la cabeza a la cola del epidídimo, que dura de 2 a 6 días.

Anatomía genitourinaria
Anatomía genitourinaria

En el momento de la eyaculación, los espermatozoides fluyen desde la cola del epidídimo hacia los conductos deferentes, donde son impulsados y mezclados con los fluidos de la próstata y las vesículas seminales, formando el semen que será expulsado por la uretra.

Causas

Infecciones

La etiología exacta de la epididimitis aguda sigue siendo objeto de estudio; sin embargo, se cree que uno de los principales mecanismos es el paso retrógrado de la orina desde la uretra prostática al epidídimo a través de las vesículas seminales y los conductos deferentes. Es decir, una parte de la orina tomaría el camino contrario al flujo normal de salida del epidídimo.

La obstrucción de la próstata o de la uretra y las anomalías congénitas suelen crear una predisposición a que se produzca este reflujo. El 56% de los hombres mayores de 60 años con epididimitis tienen algún grado de obstrucción a la salida de la orina, como estenosis de la uretra o hiperplasia prostática benigna (HPB).

Los ejercicios de fuerza extenuantes, como el levantamiento de pesas, también pueden aumentar el flujo retrógrado de orina hacia el epidídimo, especialmente si se realizan con la vejiga llena.

El reflujo de orina hacia el epidídimo puede llevar bacterias a estas estructuras, por lo que las bacterias responsables de la epididimitis suelen ser las mismas que las de la infección urinaria, como Escherichia coli (E.coli), especies de Pseudomonas, especies de Proteus y especies de Klebsiella.

Las bacterias que causan uretritis, como Ureaplasma urealyticum, especies de Corynebacterium, especies de Mycoplasma y especies de Mima polymorpha, también pueden encontrarse en pacientes con epididimitis.

Los procedimientos quirúrgicos urológicos y el uso temporal o prolongado de catéter vesical aumentan el riesgo de epididimitis infecciosa aguda.

Como ya se ha mencionado, la epididimitis infecciosa suele ir acompañada de orquitis, lo que caracteriza a la orquiepididimitis infecciosa aguda.

En la población joven, sin alteraciones anatómicas de las vías urinarias, las principales causas de epididimitis y orquiepididimitis son las infecciones de transmisión sexual, siendo las principales la clamidia y la gonorrea. La sífilis, la tricomoniasis y la Gardnerella vaginalis son otras posibles causas.

La epididimitis de origen vírico es infrecuente y ocurre predominantemente en niños o adolescentes. La causa principal son las paperas (puede causar una epididimitis u orquitis aislada cuando se contrae después de la pubertad), pero su aparición es cada vez más rara debido a la vacunación universal contra el virus de las paperas. También se han identificado epididimitis por Coxsackievirus A, varicela e infecciones por echovirus.

La epididimitis tuberculosa puede producirse en zonas donde la tuberculosis es muy frecuente. Es la forma más común de tuberculosis urogenital y suele haber también afectación renal.

Los principales factores de riesgo de la epididimitis aguda de origen infeccioso son

  • Antecedentes de infecciones del tracto urinario.
  • Infecciones de transmisión sexual.
  • Anormalidades anatómicas del tracto urinario.
  • Hiperplasia prostática benigna.
  • Prostatitis (infección de la próstata).
  • Cirugía de la próstata.
  • Cirugía de las vías urinarias.
  • Catéter vesical.
  • Estar sentado o en bicicleta durante mucho tiempo.
  • Ejercicios de fuerza de alta intensidad.
  • Sexo anal (las bacterias del recto de la pareja pueden entrar en la uretra)
  • Paperas.
  • Tuberculosis.

Causas no infecciosas

Aunque la mayoría de las orquiepididimitis son provocadas por agentes infecciosos, también hay causas no infecciosas. Los principales son:

  • Traumatismo testicular.
  • Vasectomía.
  • Enfermedades autoinmunes, como el síndrome de Behçet y la púrpura de Henoch-Schönlein
  • Sarcoidosis
  • Medicamentos, como la amiodarona (más frecuente en quienes toman dosis superiores a 200 mg al día).

También existe la epididimitis idiopática, que es aquella en la que no podemos identificar una causa evidente. Se cree que la epididimitis idiopática se produce por una inflamación «química» de los epidídimos por el reflujo de la orina, sin contaminación por ningún agente infeccioso. Es simplemente una irritación del epidídimo causada por la acidez de la orina y sus componentes.

Los factores desencadenantes típicos de la epididimitis idiopática son los periodos prolongados de estar sentado (viajes largos en avión o en coche, trabajo de oficina sedentario) o el ejercicio vigoroso, como el levantamiento de pesas.

Síntomas

La epididimitis aguda suele comenzar con dolor e hinchazón en el escroto, generalmente en uno solo de los testículos. El dolor se agrava gradualmente, empeora con los días y puede irradiarse a la pelvis o al bajo vientre.

Al examinar el escroto, es posible palpar un epidídimo hinchado y doloroso y notar enrojecimiento y aumento de la temperatura en el lado del testículo afectado. Una maniobra que ayuda al diagnóstico es el signo de Prehn, que consiste en aliviar el dolor suspendiendo el escroto con la mano.

Otros síntomas comunes son dolor al orinar, aumento de la frecuencia de la micción, dolor al eyacular, semen con sangre y fiebre.

En los casos de epididimitis causada por infecciones de transmisión sexual es frecuente que haya antecedentes de secreción purulenta procedente de la uretra días antes de la aparición del dolor testicular.

En la epididimitis crónica, el cuadro suele ser menos intenso, pero más prolongado. El paciente se queja de dolor o solo de molestias en la región escrotal, que alterna periodos de mejora y agravamiento, durante más de 6 semanas. La hinchazón del escroto es menos frecuente que en los casos agudos.

Diagnóstico diferencial con la torsión testicular

Todo paciente con dolor testicular agudo debe ser evaluado por la posibilidad de torsión testicular, que es una urgencia médica.

Tanto la epididimitis como la torsión testicular provocan dolor agudo e hinchazón del escroto. Sin embargo, el dolor de la torsión es más intenso y alcanza su máximo en pocas horas, a diferencia del dolor de la epididimitis, que crece más lentamente durante días.

El signo de Prehn suele estar ausente en la torsión testicular, y el dolor puede incluso empeorar con la elevación del escroto.

reflejo cremastérico
Reflejo cremastérico

El reflejo cremastérico, un reflejo normal que consiste en una ligera elevación de uno de los testículos cuando pasamos el dedo o una varilla por la parte medial del muslo de un paciente tumbado, suele estar presente en la epididimitis, pero desaparece en la torsión testicular.

Explicamos detalladamente la torsión testicular en el artículo: Torsión testicular: síntomas y tratamiento.

Diagnóstico

Además de la anamnesis y la exploración del testículo por parte del urólogo, algunas pruebas complementarias pueden ayudar al diagnóstico. Estos son:

  • Prueba de orina simple: suele mostrar pus en la orina.
  • Urocultivo: suele identificar la bacteria que causa la epididimitis.
  • Muestra de orina para la prueba de amplificación del ácido nucleico (NAAT) para identificar N. gonorrhoeae y C. trachomatis.
  • Hisopo uretral para la prueba de amplificación del ácido nucleico (NAAT) para identificar N. gonorrhoeae y C. trachomatis.


Si está disponible, la ecografía doppler de los testículos ayuda no solo a diagnosticar la epididimitis, sino también a excluir la posibilidad de una torsión testicular.

Tratamiento

El tratamiento de la epididimitis aguda varía según su gravedad. La mayoría de los casos pueden tratarse de forma ambulatoria con antibióticos orales, antiinflamatorios, aplicación local de hielo y elevación escrotal.

Los pacientes con síntomas más intensos, fiebre y postración pueden necesitar hospitalización para la administración de antibióticos e hidratación intravenosa.

Debe iniciarse un tratamiento antimicrobiano empírico mientras se esperan los resultados del urocultivo y de la NAAT. Los regímenes comúnmente recomendados son:

Para la epididimitis aguda probablemente causada por clamidia o gonorrea de transmisión sexual:

  • Ceftriaxona 250 mg IM como dosis única + Doxiciclina 100 mg por vía oral dos veces al día durante 10 días.

Para los pacientes que no toleran la doxiciclina, la azitromicina (1 g por vía oral en una dosis) es una opción alternativa.

Para la epididimitis aguda con riesgo de ser causada por clamidia y gonorrea de transmisión sexual u organismos entéricos (como en los hombres jóvenes que tienen sexo anal activo):

  • Ceftriaxona 250 mg IM como dosis única + Levofloxacino 500 mg por vía oral una vez al día durante 10 días u Ofloxacino 300 mg por vía oral dos veces al día durante 10 días

Para la epididimitis aguda, con una baja probabilidad de enfermedad de transmisión sexual y probablemente causada por organismos entéricos (bacterias de infección del tracto urinario):

  • Levofloxacino 500 mg por vía oral una vez al día durante 10 días u Ofloxacino 300 mg por vía oral dos veces al día durante 10 días.

Los pacientes con epididimitis aguda deben mejorar en un plazo de 48 a 72 horas tras el inicio del tratamiento antibiótico adecuado. Si los síntomas no mejoran, deben considerarse otras causas de dolor escrotal.


Referencias


Autor(es)

Médico licenciado por la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ), con títulos de especialista en Medicina Interna por la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ) y de Nefrología por la Universidad Estadual de Río de Janeiro (UERJ) y por la Sociedad Brasileña de Nefrología (SBN). Actualmente vive en Lisboa, Portugal, tiene títulos reconocidos por la Universidad de Oporto y por el Colegio de Nefrología de Portugal.

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