¿Qué es la pielonefritis (infección de los riñones)?

Dr. Pedro Pinheiro

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¿Qué es pielonefritis?

Infección del tracto urinario es cualquier cuadro infeccioso que afecta a una o más partes del tracto urinario, compuesto por los riñones, los uréteres, la vejiga y la uretra.

Las infecciones urinarias bajas son las que afectan a la vejiga y/o a la uretra. Las infecciones urinarias altas se producen cuando al menos uno de los riñones está afectado.

  • La infección de la vejiga recibe el nombre de cistitis.
  • La infección de la uretra se denomina uretritis.
  • La infección en los riñones se llama pielonefritis.

La pielonefritis es la infección bacteriana de uno o ambos riñones. La infección renal es un caso potencialmente grave, ya que estamos hablando de la infección de un órgano vital. Es una afección que puede ser similar en gravedad a la neumonía.

Si no se trata a tiempo y correctamente, la pielonefritis puede provocar una sepsis y un fallo orgánico múltiple. Afortunadamente, la gran mayoría de los casos responden bien al arsenal de antibióticos disponibles en el mercado. Los casos que evolucionan negativamente son los que tardan mucho en ser tratados o cuando el paciente ya está muy debilitado por otras enfermedades o es muy mayor.

La pielonefritis es una causa frecuente de formación de cicatrices en los riñones y puede llevar a la pérdida parcial de la función renal, especialmente en pacientes que tienen infecciones recurrentes.

Causas

La infección renal ocurre de dos maneras. La ruta principal es la ascendente, cuando las bacterias de la vejiga alcanzan los uréteres y pueden subir hasta los riñones. Esto ocurre, típicamente, en la cistitis no tratada o tratada inadecuadamente.

Con menor frecuencia, la colonización asintomática de la vejiga por bacterias también puede ser el origen de una infección renal. En estos casos, el paciente tiene bacterias en la vejiga, pero no presenta síntomas porque los gérmenes solamente la colonizan sin atacarla. Por lo tanto, no todas las personas manifiestan síntomas de cistitis antes de que aparezca la pielonefritis.

Pielonefritis
Bacterias de la vejiga subiendo al riñón izquierdo.

Esta condición de infección de vejiga asintomática se llama bacteriuria asintomática. Es una causa poco frecuente de pielonefritis, que normalmente sólo se produce en pacientes con algún grado de inmunosupresión o tras una intervención quirúrgica en las vías urinarias.

La segunda forma de infección de los riñones es a través de la sangre, cuando una bacteria que está causando una infección en alguna parte del cuerpo viaja por el torrente sanguíneo y se aloja en uno de los riñones. Esta ruta es mucho menos frecuente que la ruta ascendente.

Además de la cistitis, que es el principal factor de riesgo, hay otras situaciones que pueden aumentar el riesgo de infección de los riñones. Podemos citar el uso de catéteres vesicales, cirugías urológicas, cálculo renal, anormalidades anatómicas del tracto urinario y enfermedades de la próstata que causan obstrucción del flujo de la orina.

Pacientes con sistema inmune débil, tal como en el caso de los diabéticos, insuficientes renales, cirrosis, portadores del virus VIH o pacientes que toman medicamentos inmunosupresores, tienen un mayor riesgo de presentar una cistitis que evoluciona para una pielonefritis.

Los pacientes con un sistema inmunitario débil, como los diabéticos, con insuficiencia renal, los pacientes cirróticos, con VIH o que toman medicación inmunosupresora, tienen mayor riesgo de que la cistitis se convierta en pielonefritis.

Síntomas

Los síntomas típicos de la pielonefritis son fiebre, dolor lumbar, náuseas, vómitos y una caída del estado general. También puede haber síntomas de cistitis, como dolor al orinar y necesidad de ir al baño con frecuencia, incluso cuando la vejiga está vacía. Otro signo común es la presencia de sangre en la orina (hematuria), que suele presentarse como una orina del color de la Coca-Cola.

La pielonefritis se divide clínicamente en tres categorías:

  • Pielonefritis aguda no complicada.
  • Pielonefritis aguda complicada.
  • Pielonefritis crónica.

Pielonefritis aguda no complicada

Generalmente, ocurre en mujeres jóvenes sin antecedentes de enfermedades o cambios en la anatomía del sistema urinario.

El cuadro clínico más habitual es fiebre alta, escalofríos, náuseas, vómitos y dolor lumbar. Los síntomas de la cistitis, como el ardor al orinar, pueden estar presentes o no.

Al igual que en la cistitis, la principal bacteria causadora de la pielonefritis es la Escherichia coli.

Solamente es necesaria la hospitalización en casos severos. Si el paciente tiene buen estado general y es capaz de tomar antibióticos orales, se puede hacer el tratamiento en casa.

Pielonefritis aguda complicada

La pielonefritis complicada es la que evoluciona con absceso en los riñones o alrededor de ellos, necrosis de la papila renal o producción de gas en el interior del riñón, una condición llamada pielonefritis enfisematosa.

La pielonefritis complicada suele darse en personas con obstrucción de las vías urinarias, bacterias resistentes a los antibióticos o en diabéticos.

El cuadro clínico es el mismo que el de la pielonefritis no complicada, pero con una mala respuesta a los antibióticos. El paciente puede presentar solamente una respuesta parcial, con una pequeña mejora del cuadro, pero con fatiga, malestar, falta de apetito y náuseas que persisten durante varios días.

La pielonefritis que no mejora completamente tras una terapia antibiótica adecuada debe estudiarse con exámenes de imagen, como la tomografía computarizada y la ecografía, para investigar las anomalías que puedan estar perpetuando la infección.

Pielonefritis crónica

La pielonefritis crónica es una infección urinaria recurrente, generalmente asociada a malformaciones urinarias, obstrucciones por cálculo renal o reflujo vesicoureteral (reflujo de orina desde la vejiga hacia el uréter y los riñones). Generalmente lleva a la cicatrización del riñón y la insuficiencia renal crónica, especialmente en niños con reflujo urinario.

Complicaciones

Como ya se mencionó, si no se trata la pielonefritis adecuadamente con antibióticos, hay un gran riesgo de progresión para la sepsis severa. Las bacterias presentes en el riñón pueden llegar fácilmente al torrente sanguíneo, propagándose por todo el cuerpo y pudiendo causar el fallo multiorgánico.

Otro problema de la pielonefritis, especialmente si recurrente, es el daño renal permanente. Pacientes con pielonefritis crónica pueden evolucionar con insuficiencia renal terminal y necesitar de hemodiálisis.

Diagnóstico

El diagnóstico de infección renal generalmente se hace solamente con síntomas clínicos. Pruebas de laboratorio ayudan a confirmar el diagnóstico. El hemograma presenta típicamente un conteo elevado de glóbulos blancos y la PCR está elevada.

En la prueba de orina son comunes los hallados de pus (leucocitos en la orina) y sangre (hematíes en la orina).

El urocultivo debe ser siempre solicitado, ya que es capaz de identificar la bacteria causante de pielonefritis, ayudando en la elección de los antibióticos apropiados.

Sin embargo, como el urocultivo tarda al menos 48 horas para quedarse pronto, no debemos esperar su resultado para iniciar el tratamiento con antibióticos. Después de salir los resultados, el médico decide mantener el antibiótico inicial o cambia para un más eficaz.

Tratamiento

En general, se realiza el tratamiento de la pielonefritis en el hospital con antibióticos intravenosos. Si el paciente tiene buena salud y está todavía en buenas condiciones, puede recibir la primera dosis por vía intravenosa y luego completar el resto del tratamiento en el hogar con antibióticos orales.

En la mayoría de los casos, sin embargo, el paciente está bien discapacitado y dos o tres días de hospitalización terminan siendo necesarios para controlar la infección.

En pacientes con pielonefritis crónica, es necesaria la evaluación del urólogo. A menudo, el paciente debe someterse a una cirugía a fin de corregir las anormalidades anatómicas del sistema urinario que están perpetuando una infección renal.

La pielonefritis no es una enfermedad contagiosa, por lo que no hay riesgo de contaminación de los parientes o personas cercanas.

La pielonefritis debe siempre ser tratada con antibióticos. Medicamentos llamados “naturales” pueden proporcionar alivio temporal, pero solamente posponen el tratamiento adecuado de la infección, causando riesgos para el paciente.


Referencias


Autor(es)

Médico licenciado por la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ), con títulos de especialista en Medicina Interna por la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ) y de Nefrología por la Universidad Estadual de Río de Janeiro (UERJ) y por la Sociedad Brasileña de Nefrología (SBN). Actualmente vive en Lisboa, Portugal, tiene títulos reconocidos por la Universidad de Oporto y por el Colegio de Nefrología de Portugal.

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