Dengue: qué es, síntomas, complicaciones y tratamiento

Dr. Pedro Pinheiro

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¿Qué es el dengue?

El dengue, también llamado fiebre del dengue, es una enfermedad febril causada por una infección viral que es transmitida por los mosquitos.

Existen 4 serotipos del virus dengue: DEN-1, DEN 2, DEN 3 y DEN-4. La infección con un serotipo confiere inmunización solamente contra sí mismo, pudendo el individuo tener dengue otra vez si se expone a otro subtipo.

Se estima que 100 millones de personas se infectan anualmente en todo el mundo. Como resultado, el dengue es considerado actualmente como la enfermedad viral transmitida por mosquitos más importante del mundo. La mayoría de los casos ocurre en América Latina, Asia y África, lugares donde hay grandes concentraciones del mosquito Aedes aegypti.

Seis países representan más del 75% de todos los casos en la América Latina: Brasil, Venezuela, Costa Rica, Colombia, Honduras y México. Sin embargo, a pesar del gran número de pacientes en el territorio brasileño y en sus vecinos americanos, el continente asiático todavía es, sin duda, el local con más casos de dengue, representando más del 70% de los casos registrados en el mundo.

En este texto vamos a hablar sobre las características del mosquito del dengue, como es la transmisión de la enfermedad, cuáles son sus síntomas, cuáles son los signos de gravedad, qué tipo de complicaciones puede ocurrir y cómo es el tratamiento.

Mosquito del dengue

El virus del dengue puede ser transmitido por dos especies de mosquitos: Aedes aegypti y Aedes albopictus. Hablemos un poco sobre cada uno de ellos:

Aedes aegypti

El Aedes aegypti es un mosquito de aproximadamente 1 cm, negro con rayas blancas distribuidas por el cuerpo y las patas (ver foto abajo). A diferencia de los mosquitos comunes, el mosquito del dengue tiene hábitos diurnos y generalmente vuela bajo, picando preferiblemente pies, tobillos y piernas.

Aedes aegypti
Aedes aegypti

El Aedes aegypti no le gusta calor, por lo que es más activo en las primeras horas de la mañana y en el final de la tarde.

El Aedes aegypti vive y se reproduce en zonas próximas a domicilios, donde hay agua relativamente limpia y estancada (neumáticos, floreras, botes, tanques de agua e inclusive en bromelias).

El mosquito generalmente pone sus huevos en áreas húmedas, como paredes de neumáticos al aire libre o tanques de agua abiertos. Cuando llueve, el huevo puesto se vuelve a mojar y puede completar su ciclo de desarrollo.

El Aedes aegypti es un mosquito muy difícil de controlar, sus huevos son muy resistentes y pueden sobrevivir en el medio ambiente durante meses esperando el agua de la lluvia para completar su ciclo de desarrollo.

Después del contacto con el agua, el huevo depositado da lugar a una larva y, posteriormente, a un mosquito, en menos de 10 días, lo que hace el A. aegypti una especie de reproducción rápida.

Esto significa que aunque los equipos de salud de una región consigan eliminar los mosquitos y larvas, si hay huevos en el medio ambiente, basta una lluvia para que la población de mosquitos vuelva a crecer.

Por lo tanto, la colaboración de la población es fundamental, evitando dejar recipientes que puedan acumular agua al aire libre.

El Aedes aegypti es también responsable de la transmisión de la fiebre amarilla, fiebre de Chikungunya y fiebre Zika.

Aedes albopictus

El principal agente del dengue es el mosquito Aedes aegypti, pero el dengue también puede ser transmitido por el mosquito Aedes albopictus. Este mosquito, sin embargo, no parecen tener la misma capacidad de transmisión del Aedes aegypti.

No está bien aclarada la razón, pero la tasa de Aedes albopictus en el ambiente contaminado con el virus del dengue es mucho menor que del Aedes aegypti. Se imagina que una de las causas es el hecho de que este mosquito pica, preferentemente, otros animales mamíferos que generalmente no están infectados con el virus del dengue, a diferencia del A. aegypti, que prefiere alimentarse de sangre humana.

El hecho es que las epidemias de dengue son raras en las zonas donde hay solamente el Aedes albopictus. Por lo tanto, ahora sabemos que esta especie puede transmitir el virus del dengue, pero no parece tener, por el momento, las características necesarias para causar epidemias como el Aedes aegypti.

La apariencia del Aedes albopictus es muy similar a la del Aedes aegypti, siendo muy difícil distinguirlos si la persona no tiene ningún grado de conocimiento sobre las especies.

Para más detalles sobre los mosquitos del dengue, acceda: Aedes aegypti (fotos): ¿cómo es el mosquito del dengue?

Transmisión

Quién pica a los seres humanos es la hembra del mosquito del dengue. Para ocurrir la transmisión de la enfermedad, el mosquito debe estar contaminado con el virus. Esto significa que no todo Aedes aegypti transmite el dengue. Por lo tanto, si has sido picado por un Aedes aegypti, solamente habrá riesgo de desarrollar la dengue si este mosquito llevar el virus consigo.

Además de estar infectado por el virus, el mosquito del dengue transmite la enfermedad solamente si haya contraído el virus hace más de dos semanas. Esto es porque el virus del dengue necesita de 10 a 14 días en el mosquito para que la transmisión sea viable.

Por lo tanto, si un Aedes aegypti pica a alguien que está infectado y minutos u horas después te pica a ti, no hay riesgo de transmitir el dengue, a menos, claro está, que el mosquito haya estado previamente infectado con el virus durante varios días.

El dengue no se transmite directamente de persona a persona. Familiares de un paciente con dengue no necesitan ningún tipo de atención. El dengue no se transmite por besos, abrazos, estrechar las manos, cubiertos, toallas, etc.

Como hay 4 serotipos del virus del dengue, es posible infectarse 4 veces. Un paciente que ya ha tenido DEN-1 puede volver a tener la enfermedad si el Aedes aegypti que le pica está contaminado con los tipos 2, 3 o 4.

Síntomas

Una vez picado por el mosquito portador del virus, el tiempo de incubación es, en promedio de 4 a 7 días. Los 4 serotipos: DEN 1, DEN-2, DEN-3 y DEN-4 causan los mismos síntomas, no siendo posible distinguirlos solamente por el cuadro clínico.

El espectro de las manifestaciones del dengue oscila desde un cuadro asintomático o con síntomas mínimos hasta la temida dengue hemorrágico. Sí, has leído bien, es perfectamente posible infectarse con un tipo de virus del dengue y nada presentar; esto es particularmente cierto en adolescentes y niños.

En pacientes que desarrollan síntomas, tenemos dos presentaciones: dengue clásico y dengue hemorrágico.

Síntomas del dengue clásico

El dengue clásico se manifiesta como un cuadro de fiebre alta, acompañada de dolores de cefaleas (dolores de cabeza), dolor en los ojos, fatiga y severo dolor muscular y óseo, lo que justifica el apodo de “fiebre rompe huesos”.

Otro síntoma común es el sarpullido, manchas rojizas predominantes en el tórax y los miembros, los cuales desaparecen brevemente. La erupción de piel del dengue generalmente se presenta desde el 3º día de fiebre.

Atención ahora: algunos pacientes con dengue clásico pueden presentar pequeños sangrados en la nariz y las encías. La presencia de sangrado no indica obligatoriamente el diagnóstico de dengue hemorrágico. Voy a explicar mejor este tema más adelante.

Otras manifestaciones como diarrea, vómitos, tos y congestión nasal son comunes y pueden llevar a confusión con otras virosis.

El cuadro clásico del dengue dura de 5 a 7 días y desaparece espontáneamente. El paciente generalmente se cura sin secuelas.

Síntomas del dengue hemorrágico

El dengue hemorrágico es la manifestación más grave de la enfermedad. Se caracteriza por cambios en la coagulación de la sangre y por inflamación difusa de los vasos sanguíneos, especialmente de los capilares (vasos más pequeños del cuerpo). Como resultado, tenemos los siguientes eventos:

1. Aumento de la permeabilidad de los vasos sanguíneos. La inflamación de los capilares (capilaritis) causa la extravasación de líquido para los tejidos, pudiendo causar derrame pleural (agua en la pleura del pulmón) y ascitis (agua dentro de la cavidad abdominal). La extravasación puede ser tan intensa que el enfermo puede evolucionar para shock circulatorio .

2. Trombocitopenia (caída del número de plaquetas). Las plaquetas son células que forman parte del sistema de coagulación. Son la primera línea de defensa contra sangrados. Individuos sanos presentan un recuento entre 150.000 y 400.000 plaquetas por m3. En el dengue hemorrágico este número cae a menos de 100.000, a veces menos que 10.000 (trombocitopenia grave). Lee: Hemograma – Valores normales para saber más sobre el recuento de plaquetas.

Debido a la caída de las plaquetas y la inflamación de los vasos sanguíneos, los pacientes presentan tendencia a sangrados. Una vez más, la presencia de sangrados sin evidencia de capilaritis y plaquetas debajo de 100.000 por m3 no caracteriza el dengue hemorrágico. Sin embargo, como el dengue hemorrágico evoluciona en horas, en caso de duda, lo mejor es siempre llevar el paciente para ser evaluado por un médico.

Un síntoma muy común en el dengue hemorrágico es el dolor abdominal. También puede ocurrir hepatitis por el dengue.

La ocurrencia de la forma hemorrágica parece ser más común en pacientes que presentan un segundo episodio de dengue, causado por un serotipo diferente del primer caso.

Signos de gravedad del dengue

  • Dolor abdominal intenso y continua.
  • Piel fría, húmeda y pegajosa.
  • Hipotensión (shock).
  • Sangrados que no cesan espontáneamente.
  • Letargia.
  • Dificultad respiratoria.

Para más información sobre los síntomas del dengue clásico y hemorrágico, visite: 21 síntomas del dengue (clásico y hemorrágico).

Diagnóstico

El diagnóstico de dengue clásico siempre se ha realizado clínicamente, ya que, hasta hace poco tiempo, las serologías solo se volvían positivas varios días después del inicio de los síntomas. El paciente buscaba atención médica con síntomas de dengue, pero no había un examen que pudiese confirmar la enfermedad. Para confirmación serológica, el paciente tenía que retornar al puesto médico 5 días después para recolectar sangre. Como en esta etapa la mayoría ya se había curado, pocos volvían para confirmar el diagnóstico.

Esta historia ha cambiado desde la llegada al mercado de pruebas rápidas para el dengue, como la ASSURE Dengue IgA rapid test. Esta nueva técnica de serología investiga los anticuerpos IgA que ya están presentes en la sangre en el primer día de los síntomas del dengue. Los anticuerpos IgG e IgM, usados en las pruebas antiguas, necesitan de 4 a 5 días para ser detectados.

Por lo tanto, la prueba rápida se puede hacer en cualquier persona con síntomas de dengue, inclusive en el primer día de enfermedad. La prueba rápida es capaz de identificar los 4 serotipos del virus y tiene una sensibilidad de 85 a 90%. Otra ventaja de la prueba rápida para dengue es que el resultado está listo en 20 minutos. Es más rápido que una prueba de sangre. El paciente sale del hospital con el diagnóstico.

Diagnóstico del dengue hemorrágico

Para el diagnóstico del dengue hemorrágico, además de la prueba rápida positiva para dengue, también son necesarias la caída del número de plaquetas y una elevación del hematocrito, cambios que pueden ser identificados por el hemograma.

Tratamiento

No hay ningún tratamiento específico para el dengue. Se indica reposo e ingestión generosa de líquidos.

Lo más importante es descartar enfermedades con presentaciones similares y que tienen tratamiento específico, como malaria, leptospirosis y meningitis.

La aspirina (ácido acetilsalicílico) está contraindicada en el dengue por ser un fármaco que disminuye la función plaquetaria. Como el enfermo con dengue ya presenta tendencias hemorrágicas y un número reducido de plaquetas, inhibir la función de las remanentes no será nada interesante. Para aliviar el dolor y la fiebre los más adecuados son la Dipirona o el Paracetamol.

Pacientes con signos de gravedad deben ser admitidos y tratados de manera agresiva para prevenir la progresión del shock circulatorio.

Sin embargo, no hay ninguna vacuna para el dengue, aunque algunas ya están en fase de testes.

Prevención

La medida más importante en la prevención del dengue es combatir el mosquito, sus larvas y huevos. Por esta razón, es importante no dejar recipientes que puedan acumular agua al aire libre. Esto incluye latas, llantas, baldes, plantas en macetas, botellas, etc.

Tanques de agua que permanezcan al aire libre se deben lavar una vez a la semana para eliminar los huevos que puedan pegarse en sus lados. Los platos de las plantas en floreras deben recibir tierra para evitar acumular agua estancada. No dejes agua en la losa y quita las hojas de canaletas para que el agua pueda fluir.

Solamente se indica el uso de coches que esparcen humos con insecticida en periodos de epidemia, porque matan solamente el mosquito, sin interferir en las larvas y los huevos. El coche con insecticida, por lo tanto, no impide la aparición de epidemias, pero ayuda a controlar temporariamente la población de mosquitos durante una epidemia.


Referencias


Autor(es)

Médico licenciado por la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ), con títulos de especialista en Medicina Interna por la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ) y de Nefrología por la Universidad Estadual de Río de Janeiro (UERJ) y por la Sociedad Brasileña de Nefrología (SBN). Actualmente vive en Lisboa, Portugal, tiene títulos reconocidos por la Universidad de Oporto y por el Colegio de Nefrología de Portugal.

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Una respuesta a «Dengue: qué es, síntomas, complicaciones y tratamiento»

  1. Angélica Rodríguez Gómez

    gracias por la información está muy completa