¿Cómo el virus VIH causa inmunosupresión?
Inmunosupresión es el nombre dado al descenso de las defensas de nuestro sistema inmune, que es responsable de protegernos de las infecciones causadas por gérmenes, como virus, bacterias y hongos.
Contrariamente a lo que muchos piensan, ser portador del virus del VIH no es lo mismo que tener SIDA. Para el diagnóstico de SIDA es necesario, además de la presencia del VIH, la existencia de por lo menos una enfermedad causada por el cuadro de inmunodepresión provocado por el virus.
Por lo tanto, VIH es el virus y SIDA es la enfermedad causada por este virus. Es posible ser un portador de VIH durante muchos años antes de desarrollar la enfermedad SIDA.
El VIH actúa infectando y destruyendo los linfocitos, células que forman parte de nuestro sistema inmunitario. Este proceso de destrucción es bien lento y gradual, permitiendo que los pacientes permanezcan asintomáticos durante muchos años. Esto significa que las personas pueden ser portadoras del VIH durante mucho tiempo sin necesariamente desarrollar la enfermedad SIDA.
Un paciente solamente es considerado como portador de SIDA cuando el virus VIH haya atacado y destruido una cantidad tan grande de linfocitos que el sistema inmunitario ya se encuentra debilitado. Con pocos linfocitos viables, el organismo se vuelve más vulnerable a las infecciones, quedando susceptible a diversos tipos de virus, bacterias, hongos e inclusive tumores.
De hecho, el propio virus del VIH provoca pocos síntomas. La gravedad de la enfermedad radica en las llamadas infecciones oportunistas, que son aquellas que aprovechan la debilidad del sistema inmunitario para desarrollarse.
Sin embargo, en algunos casos el VIH también puede causar síntomas. Poco después la contaminación por el virus podemos tener un cuadro llamado infección aguda por VIH, que nada tiene que ver con el SIDA. Es un cuadro similar a cualquier virosis común, que se produce debido a una reacción del cuerpo a la presencia de un virus nuevo.
En este texto vamos a hablar sobre los dos cuadros clínicos causados por el VIH:
- Infección primaria por el VIH (infección aguda por el VIH).
- SIDA
Síntomas de la infección aguda por el VIH
Llamamos infección aguda por el VIH el cuadro de infección viral que surge días después del paciente haber sido contagiado por el virus.
Una gran cantidad de signos y síntomas puede estar asociada a la infección aguda por el VIH. Muchos de estos síntomas son inespecíficos y ocurren también en otros cuadros infecciosos, principalmente infecciones respiratorias por otros virus, como gripe, resfriado, mononucleosis, etc.
La mayoría de los pacientes que se contagia con VIH desarrolla síntomas de infección aguda. El problema es que el cuadro es tan inespecífico, y en algunos casos tan ligero, que la mayoría de los pacientes no se recuerda de haberlo tenido.
El síntoma más común de la infección aguda por VIH es la fiebre (38 a 40°C), que ocurre en más del 80% de los casos.
También son muy comunes:
- Faringitis sin aumento de las amígdalas y sin presencia de pus.
- Pequeñas manchas rojas en la piel que ocurren 48 a 72 horas después del inicio de la fiebre y suelen durar entre 5 y 8 días. Esta erupción está generalmente presente como lesiones redondeadas, menores que 1 cm, rojizas, con discreto relieve y distribuidas por el cuerpo, principalmente en el tórax, cuello y cara. También pueden afectar a las plantas de los pies y las palmas de las manos.
- Aumento de ganglios linfáticos, principalmente en las axilas y en el cuello.
- Dolores articulares, musculares y cefalea.
En un 10% de los casos también puede haber agrandamiento del hígado o del bazo, úlceras orales, genitales o anales, diarrea y vómitos (que pueden llevar a un adelgazamiento de hasta cinco kilos).
Las úlceras parecen estar relacionadas con el punto de entrada del virus en las membranas mucosas, así como lo que ocurre en la sífilis. Úlceras orales indican contaminación por sexo oral activo y las úlceras anales por sexo anal. También pueden ocurrir úlceras vaginales y en el pene.
También hay casos descritos de hepatitis, neumonía y pancreatitis causados por infección aguda del VIH. En casos raros, también puede ocurrir candidiasis oral o vaginal.
Por lo general, los síntomas de la infección aguda por VIH comienzan entre 2 y 4 semanas después de la exposición al virus. Sin embargo, se han descrito casos con hasta diez meses de intervalo.
Como podemos notar, los síntomas de la infección aguda por el VIH son inespecíficos, comunes a varias otras enfermedades. Es muy difícil establecer un diagnóstico solamente con base en el cuadro clínico. Por ello, más importante que los síntomas propiamente dichos es el tiempo de intervalo entre el comportamiento de riesgo (sexo sin condón o compartir agujas) y la aparición de los mismos.
En cualquier caso, el diagnóstico nunca se cierra por el cuadro clínico, ya que muchas enfermedades pueden tener los mismos síntomas, que requieren la aplicación de la investigación del virus o serologías para la confirmación (lea: Prueba de detección del VIH).
Los pacientes en la fase aguda del VIH presentan una carga viral muy elevada, quedándose, por lo tanto, altamente contagiosos en este momento.
El cuadro de infección aguda puede durar hasta dos semanas, después desaparece y el VIH queda silenciosamente alojado en el cuerpo durante muchos años. Después de la fase aguda, la carga viral (cantidad de virus circulante en la sangre) disminuye y se estabiliza en niveles bajos.
Síntomas del SIDA
El término de la infección aguda generalmente coincide con la positivización de la serología del VIH, o sea, los exámenes de sangre para la pesquisa del VIH pasan a quedar positivos.
El VIH ataca y destruye las células de defensa llamadas linfocitos CD4. El síndrome de la inmunodeficiencia adquirida (SIDA o AIDS) es un cuadro inmunosupresor causado por niveles bajos de linfocitos CD4, lo que favorece el surgimiento de infecciones oportunistas.
Llamamos infecciones oportunistas aquellas que se aprovechan del descenso en nuestro sistema inmunitario para atacarnos. Infecciones oportunistas existen no solo en el SIDA, sino también en pacientes trasplantados, en quimioterapia, con cáncer, u otra condición que lleve a la inmunosupresión.
Para establecer el diagnóstico del SIDA hay que estar infectados por el VIH y:
1) Tener un recuento de linfocitos CD4 menor que 200 células/mm3; o
2) Presentar una de las enfermedades que definen el SIDA, que son:
- Candidiasis pulmonar o traqueal.
- Candidiasis esofágica.
- Cáncer invasivo del cuello uterino.
- Coccidioidomicosis diseminada (infección fúngica).
- Criptococosis extrapulmonar (también una infección fúngica).
- Criptosporidiosis intestinal (enfermedad parasitaria).
- Citomegalovirus (enfermedad viral).
- Encefalopatía del VIH (daño cerebral por el VIH).
- Herpes simple crónica (más de un mes de duración) o diseminada.
- Histoplasmosis diseminada (infección fúngica).
- Isosporiasis intestinal crónica (enfermedad parasitaria).
- Sarcoma de Kaposi (neoplasia típica del SIDA).
- Linfoma de Burkitt.
- Linfoma de sistema nervioso central.
- Infección diseminada por Mycobacterium avium complejo (infección bacteriana).
- Tuberculosis diseminada.
- Neumonía por el hongo Pneumocystis carinii (también llamado Pneumocystis jirovecii).
- Neumonía recurrente.
- Leucoencefalopatia multifocal recurrente (enfermedad viral que ataca al cerebro).
- Sepsis por la bacteria Salmonella.
- Toxoplasmosis cerebral.
- Síndrome consuntivo del VIH (pérdida involuntaria de más de 10% del peso corporal y por lo menos 30 días, ya sea de diarrea o de debilidad y fiebre).
Cualquier paciente que presente una de las enfermedades relacionadas anteriormente probablemente posee alguna deficiencia inmunológica, pues son problemas de salud que no suelen surgir en individuos con sistema inmune perfecto.
Las enfermedades enumeradas anteriormente son típicas de pacientes con inmunosupresión, no necesariamente por SIDA. Sin embargo, su presencia es una indicación obligatoria para la investigación del VIH, caso no haya una causa obvia para la inmunosupresión como, por ejemplo, el uso de fármacos inmunosupresores o quimioterapia.
No existe un cuadro clínico único del SIDA. La presentación clínica va a depender del tipo de enfermedad que se desarrolla y de los órganos afectados. Si me preguntas cuáles son los síntomas del SIDA, voy a responderte: – Depende, hay varios.
Las enfermedades más típicas del SIDA son la candidiasis del esófago, tuberculosis (que en la forma pulmonar también puede ocurrir en personas sin VIH), el sarcoma de Kaposi, toxoplasmosis cerebral, la neumonía por el hongo P. carinii y el citomegalovirus.
La inmunosupresión, además de facilitar la aparición de infecciones, también aumenta la frecuencia de neoplasias malignas. Cánceres como de cuello uterino son extremadamente agresivos y linfomas son más frecuentes en el SIDA que en personas sanas. Otros tumores, como el Sarcoma de Kaposi, son típicos de pacientes inmunodeprimidos, principalmente homosexuales.
Aquella imagen del paciente con SIDA, caquéctico, lleno de lesiones de piel y candidiasis oral, ya no es tan común. El tratamiento ha avanzado enormemente en los últimos años y la mayoría de los pacientes VIH-positivos mantiene sus niveles de CD4 elevados, previniendo la aparición de infecciones oportunistas.
Actualmente, los pacientes son diagnosticados tempranamente y el tratamiento se inicia, generalmente, antes de las etapas avanzadas de la enfermedad.
Pero, pon atención: el VIH todavía no tiene curación y mata. En la verdad, quien lleva a la muerte no es el VIH, pero las infecciones oportunistas y neoplasias secundarias a la inmunosupresión. Por ello es importante tomar correctamente el cóctel antirretroviral a fin de prevenir la multiplicación del virus y la destrucción de los linfocitos CD4.
Referencias
- AIDS and Opportunistic Infections – Centers for Disease Control and Prevention (CDC).
- Immunodeficiency and the risk of death in HIV infection – JAMA.
- Prospective Study of Acute HIV-1 Infection in Adults in East Africa and Thailand – New England Journal of medicine.
- Symptoms of HIV – hiv.org
- Acute and early HIV infection: Clinical manifestations and diagnosis – UpToDate.
- The natural history and clinical features of HIV infection in adults and adolescents – UpToDate.
Autor(es)
Médico licenciado por la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ), con títulos de especialista en Medicina Interna por la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ) y de Nefrología por la Universidad Estadual de Río de Janeiro (UERJ) y por la Sociedad Brasileña de Nefrología (SBN). Actualmente vive en Lisboa, Portugal, tiene títulos reconocidos por la Universidad de Oporto y por el Colegio de Nefrología de Portugal.
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