¿Qué es el herpes genital?
El herpes genital es una enfermedad de transmisión sexual (ETS) provocada por el virus herpes simplex, que se caracteriza por la aparición de pequeñas ampollas y úlceras dolorosas en la región genital.
A pesar de la similitud, el virus del herpes que provoca lesión labial es diferente del virus que provoca lesión genital. Por lo que se clasifican como herpes simplex virus 1 (VHS-1), causante del herpes labial, y herpes simplex virus 2 (VHS-2), causante del herpes genital. Eventualmente, el VHS-1 puede provocar lesión genital y el VHS-2 lesión en los labios.
Se estima que del 20 al 30% de la población adulta está infectada por el VHS-2, aunque muchos de estos no presentan síntomas y no saben que están infectados. Un estudio realizado en la ciudad de Nueva York en 2004 mostró que el 28 % de los adultos estaban infectados con el virus herpes simplex tipo 2, pero solo el 12 % sabía que había sido infectado.
A pesar de ser una infección que se puede tratar y controlar, no existe cura para el herpes genital. Cualquier persona que haya tenido contacto con el virus del herpes simple 2 quedará infectada por el resto de su vida y puede o no tener síntomas recurrentes de la infección.
En este artículo vamos a hablar exclusivamente del herpes genital. Si busca información sobre el herpes labial, acceda al siguiente enlace: Herpes labial: transmisión, síntomas y tratamiento.
Transmisión
El virus herpes simplex tipo 2 se transmite sexualmente y es altamente contagioso cuando el paciente tiene lesiones activas en los genitales.
El gran problema del herpes genital es que la transmisión puede ocurrir incluso en las etapas en que el paciente está asintomático. Por lo tanto, incluso fuera de las crisis, el paciente continúa excretando el virus de manera intermitente y puede transmitir el herpes genital a su pareja.
Por lo general, en un periodo de 100 días, el paciente pasa 2 o 3 eliminando asintomáticamente el virus.
La frecuencia de excreción del virus se hace menor a medida que pasan los años en relación con la primera aparición del herpes. La eliminación fuera de los ataques es mayor en los primeros tres meses después de la infección primaria. Después de 10 años de infección, la transmisión fuera de los ataques se vuelve cada vez menos común.
Un estudio seleccionó a unos 400 pacientes con herpes genital durante más de 10 años y tomó muestras de sus genitales fuera de las crisis aguda durante un periodo de 30 días consecutivos. Solo el 9% tenía el virus detectable para la transmisión.
Cada vez que el paciente tiene una crisis, su tasa de transmisión asintomática vuelve a subir, y vuelve a caer a medida que la última crisis envejece. El 70% de las transmisiones de herpes genital se dan en la fase asintomática, ya que durante la crisis el paciente suele evitar tener relaciones sexuales.
Los pacientes VIH positivos que también tengan herpes genital son el grupo que más presentan transmisión durante la fase asintomática.
El virus herpes simplex tipo 1 suele causar lesión solamente en la boca, pero puede ser transmitido hacia los órganos genitales en caso de sexo oral. Una vez contaminados, los pacientes con herpes genital tipo 1 transmiten la enfermedad del mismo modo que los pacientes contaminados por el tipo 2. La diferencia es que las crisis causadas por el tipo 1 suelen ser más débiles y menos frecuentes, y la transmisión fuera de las crisis es menos común.
El virus herpes simplex tipo 2 sobrevive muy poco tiempo en el ambiente, de tal manera que no es muy común la transmisión a través de la ropa o toalla de baño. No hay contagio de herpes genital en piscinas o sanitarios.
El uso del condón reduce la posibilidad de transmisión, pero no la elimina completamente, ya que las lesiones del herpes pueden surgir en áreas de la región genital que no están cubiertas por el preservativo. Por ejemplo, una lesión de herpes en el saco escrotal continúa expuesta incluso con el uso apropiado del preservativo.
Síntomas
La mayoría de los pacientes que se infectan con el virus herpes simplex tipo 2 no desarrollan la enfermedad, permanecen asintomáticos y sin tener conocimiento del contagio. Hay estudios que sugieren que hasta un 80% de los pacientes contaminados no desarrollan síntomas.
En los pacientes que desarrollan síntomas, el cuadro clínico es dividido en dos situaciones: infección primaria y recurrencia.
Infección primaria del herpes genital
Se llama de infección primaria a la primera vez que las lesiones del herpes genital surgen después de que el enfermo ha sido infectado.
Los síntomas del herpes genital tienden a desarrollarse dentro de 3-7 días después de la relación sexual responsable por la infección, pero en algunos casos puede demorar hasta dos semanas.
La principal señal del herpes genital son pequeñas ampollas agrupadas en los órganos genitales. Normalmente, las ampollas surgen y enseguida se rompen formando úlceras. En la infección primaria estas lesiones tienden a ser muy dolorosas. Puede haber también comezón local.
Además de la lesión típica del herpes, la infección primaria suele estar acompañada de otros síntomas, como fiebre, malestar y dolores de cuerpo. Pueden surgir ganglios linfáticos en la región de la ingle y, si las úlceras están cerca de la salida de la uretra, puede haber intenso dolor al orinar.
En los hombres, las llagas del herpes genital suelen aparecer en el pene o cerca de él. En las mujeres, las lesiones pueden ser visibles fuera de la vagina, pero suelen producirse dentro de la vagina, donde quedan ocultas.
En los casos de lesiones internas, las únicas señales de enfermedad pueden ser el corrimiento vaginal y/o incomodidad durante el acto sexual. Las lesiones del herpes genital también pueden surgir en cualquier punto del perineo y en torno del ano de aquellos pacientes que practican sexo anal.
Las lesiones en la infección primaria del herpes genital suelen demorar unos 20 días en desaparecer.
Recurrencias del herpes genital
Después de la infección primaria, las lesiones del herpes genital desaparecen, y permanecen silenciosas por varios meses. En la mayoría de los pacientes, la infección resurge de tiempos en tiempos, en algunos casos, más de una vez al año.
El 90% de los pacientes presentan la primera recurrencia en un intervalo de 18 meses después de la infección primaria. Algunos pueden tener más de 10 recurrencias en el intervalo de un año. Los pacientes que suelen tener recurrencias frecuentes son aquellos que tuvieron una infección primaria prolongada, con lesiones iniciales de herpes que duraron más de un mes.
Las lesiones recurrentes tienden a ser menos dolorosas y duran cerca de 10 días, es decir, la mitad del tiempo de la infección primaria. No es común que haya otros síntomas como malestar y fiebre. Con el paso de los años, las recurrencias son más débiles y menos frecuentes.
Las recurrencias del herpes genital suelen surgir después de algún evento estresante para el organismo. Entre los más comunes están el esfuerzo físico exagerado, estrés emocional, enfermedad, cirugía reciente, exposición solar en exceso e inmunosupresión. En algunas mujeres, el periodo menstrual puede ser el detonante. Sin embargo, hay casos de recurrencias en los que no es posible identificar ningún factor desencadenante.
Días antes de que las lesiones reaparezcan, el paciente puede sentir algunos síntomas de aviso, como una comezón en los labios mayores, un entumecimiento en el pene o sensación de hormigueo en la región genital. Muchos pacientes logran identificar que una recurrencia del herpes genital está en camino.
En algunos casos el paciente no desarrolla síntomas de infección primaria inmediatamente después de la contaminación, de tal manera que viene a presentar las úlceras años después, luego de algún evento que reduzca su inmunidad. En estos casos, a pesar de ser la primera aparición de las heridas, la enfermedad se comporta más como una recurrencia que como infección primaria, siendo más corta y menos dolorosa. Además, no son comunes síntomas como fiebre y malestar.
El problema es que, como es la primera aparición de las heridas, el paciente tiende a pensar que ha sido contaminado recientemente, y eso suele causar problemas en parejas con relación estable desde hace años. En estas situaciones es muy difícil establecer con precisión cuándo el paciente fue infectado y quién lo infectó.
Herpes genital en el embarazo
El herpes genital se comporta de manera similar en mujeres embarazadas y no embarazadas. El gran problema del herpes en el embarazo es el riesgo de transmisión al bebé.
Por lo general, la transmisión solo ocurre durante el parto, cuando el bebé, al pasar por el canal vaginal, entra en contacto con secreciones contaminadas de los genitales femeninos. Incluso cuando la madre está asintomática y sin lesiones, existe riesgo de transmisión. El mayor riesgo ocurre cuando la mujer se infecta cerca de la fecha del parto, es decir, cuando la infección primaria aparece en las últimas semanas del embarazo.
Solo en raras ocasiones se puede transmitir el herpes dentro del útero durante el embarazo, por lo tanto, no es una infección que suele causar problemas de malformaciones al feto.
La cesárea reduce en gran medida el riesgo de transmisión del herpes, que es la forma de parto más adecuada en mujeres que se sabe que están infectadas. Cabe señalar que el parto por cesárea disminuye, pero no elimina por completo el riesgo de contagio al bebé (lea: Cesárea | Ventajas y riesgos).
Las mujeres con síntomas de herpes genital durante el embarazo pueden ser tratadas con aciclovir, sin importar en qué trimestre del embarazo se encuentren (consulte el tratamiento a continuación).
Diagnóstico
Las lesiones del herpes genital son típicas y durante las crisis son fácilmente reconocidas por médicos con experiencia. Si hubiese necesidad de confirmación por medio de laboratorio, o si la lesión no es muy típica, el médico puede recolectar muestras de las úlceras para identificar el virus. En las fases asintomáticas es posible investigar la infección por herpes a través de las serologías, que pueden identificar tanto el virus herpes simplex tipo 1 como el tipo 2. Las serologías también son importantes para el rastreo de compañeros(as) de pacientes infectados.
Los exámenes logran identificar el virus, pero no dan información sobre cuándo el paciente fue infectado.
Tratamiento
Aunque no existe cura para el herpes genital, la infección puede ser controlada con terapia antiviral. El tratamiento con antivirales sirve para acelerar la cura de las lesiones, aliviar los síntomas, impedir complicaciones y reducir el riesgo de transmisión para otros.
Tres medicamentos antivirales son utilizados para el tratamiento del herpes genital:
- Aciclovir (Zovirax®).
- Famciclovir (Famvir®).
- Valaciclovir (Valtrex®).
En las embarazadas, el fármaco de elección es el aciclovir, que es una sustancia segura en cualquier momento del embarazo.
El primer episodio de herpes genital es generalmente tratado por 7-10 días por vía oral. Si no hubiese mejoría de las úlceras, el tratamiento puede ser extendido por una semana más. El tratamiento funciona mejor si es iniciado en las primeras 72 horas de síntomas.
En las recidivas, el tratamiento puede durar tan sólo 5 días. A las personas con antecedentes de herpes genital recurrente se les suele aconsejar que tengan una reserva de medicamentos antivirales en casa para comenzar el tratamiento tan pronto como aparezcan los primeros signos de recidiva.
Si el paciente presenta raras recurrencias y con pocos síntomas, puede no haber necesidad de tratamiento con antivirales, principalmente si no tiene un compañero o compañera sexual que pueda ser infectado o infectada.
En los pacientes que presentan más de 6 crisis por año se puede indicar la terapia de supresión, que consiste en el uso diario y continuo antiviral en dosis bajas para evitar las recurrencias. La ventaja de la terapia de supresión es que reduce la frecuencia y la duración de las recaídas, pudiendo también reducir el riesgo de transmisión del virus del herpes a un compañero(a) no infectado(a).
No está claro por cuánto tiempo deberá mantenerse la terapia de supresión. Algunos especialistas recomiendan hacer una pausa del tratamiento periódicamente (cada pocos años) para determinar si la terapia de supresión aún es necesaria. Si los brotes retornasen, la terapia de supresión pude ser reiniciada.
La terapia de supresión también puede ser indicada en casos de parejas sexuales con serologías discordantes, o sea, uno de ellos infectado por el herpes y el otro no. La terapia de supresión reduce en más del 50% el riesgo de transmisión. Cuando está asociada al uso del condón, el riesgo de transmisión del herpes genital se torna menor.
Cuidados personales
Además de los medicamentos antivirales, algunos tratamientos caseros pueden ser usados para aliviar los síntomas de un brote de herpes genital. El baño de asiento con agua fría puede disminuir temporalmente el dolor de las heridas. Las mujeres que tengan dolor al orinar pueden sentir menos incomodidad orinando durante el baño de asiento o en una ducha con agua tibia. Los jabones y baños de espuma deben evitarse.
También es importante mantener el área genital limpia y seca, y evitar ropa interior apretada. Las cremas y pomadas, por lo general, no son recomendadas. Si el dolor está causando mucha incomodidad, se pueden utilizar analgésicos y antiinflamatorios.
Preguntas frecuentes
¿Existe vacuna para el herpes genital?
No, todavía no hay vacuna ni para el herpes genital ni para el herpes labial (VHS-2 y VHS-1).
Es posible que pronto haya vacunas contra el herpes, ya que la tecnología de vacunas de ARNm utilizada para crear las vacunas Covid-19 se ha empleado en nuevas investigaciones.
¿El aciclovir en crema puede tratar el herpes genital?
En general, la terapia antivírica tópica (cremas o pomadas) no está indicada en el tratamiento del herpes genital. Aunque existen pomadas de aciclovir en el mercado, éstas muestran escasos beneficios y son mucho menos eficaces que el tratamiento oral. Además, no parece haber ninguna ventaja en añadir terapia tópica a los que ya toman terapia oral.
¿Es curable el herpes genital?
No, el herpes genital es tratable, pero no curable. Quienes tienen el virus se quedan con él de por vida, y pueden o no tener síntomas recurrentes.
¿Cuánto tarda en desaparecer el herpes genital?
Sin tratamiento, la lesión primaria suele durar de 2 a 4 semanas, y las lesiones recurrentes tardan de 1 a 2 semanas. Si el tratamiento antivírico se inicia precozmente, el tiempo de enfermedad suele ser de 4 a 7 días más corto, además de que el paciente se vuelve menos contagioso y tiene menos tiempo de dolor.
Referencias
- Seroprevalence of herpes simplex virus type 2 and characteristics associated with undiagnosed infection: New York City, 2004 – Journal of the American Venereal Disease Association.
- Genital Herpes – CDC Fact Sheet (Detailed) – Centers for Disease Control and Prevention (CDC).
- Genital herpes – Lancet.
- Herpes Simplex – Medscape.
- WHO guidelines for the treatment of Genital Herpes Simplex Virus – World Health Organization (WHO).
- Final Recommendation Statement Genital Herpes Infection: Serologic Screening – U.S. Preventive Services Task Force.
- Double-blind placebo-controlled trial of oral acyclovir in first-episode genital herpes simplex virus infection – JAMA.
- Treatment of genital herpes simplex virus infection – UpToDate.
- Epidemiology, clinical manifestations, and diagnosis of genital herpes simplex virus infection – UpToDate.
Autor(es)
Médico licenciado por la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ), con títulos de especialista en Medicina Interna por la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ) y de Nefrología por la Universidad Estadual de Río de Janeiro (UERJ) y por la Sociedad Brasileña de Nefrología (SBN). Actualmente vive en Lisboa, Portugal, tiene títulos reconocidos por la Universidad de Oporto y por el Colegio de Nefrología de Portugal.