¿Qué es el gluten?
La enfermedad celíaca, también conocida como enteropatía sensible al gluten, es una enfermedad del intestino delgado caracterizada por intolerancia al gluten.
El gluten es una proteína que se encuentra en muchos cereales, principalmente trigo, avena, centeno, malta, triticale, espelta, kamut o cebada. Esto significa que muchos de los alimentos hechos a base de estos productos contienen gluten en su fórmula, incluyendo cereales, panes, pastas, pizzas, tortas, dulces, galletas, bocadillos, barra de cereal, waffles, sopas, crutones, papas fritas industrializadas, cerveza, whisky y vodka de granos.
Probablemente, has notado que una gran variedad de alimentos presenta en sus envases la advertencia «contiene gluten”. Esta advertencia está dirigida a pacientes con enfermedad celíaca que, como veremos a continuación, no pueden consumir ningún alimento que contenga gluten.
¿Qué es la enfermedad celíaca?
La enfermedad celíaca es una enfermedad de origen inmunológico y se caracteriza por la aparición de una intensa reacción inflamatoria en el intestino delgado cuando este se expone a los alimentos que contienen gluten.
En algunos casos, la inflamación puede ser tan severa que destruye las vellosidades de la mucosa del intestino delgado, que son responsables de la absorción de los nutrientes. El resultado de la inflamación y lesión de la mucosa intestinal es un síndrome de malabsorción intestinal (voy a explicar mejor este síndrome más adelante).
La enfermedad celíaca es una patología de origen autoinmune, siendo una enfermedad diferente a la alergia del gluten. El mecanismo inmune de la enfermedad celíaca es diferente, así como el cuadro clínico.
La enfermedad celíaca es una enfermedad relativamente común y puede afectar a cualquier persona, pero es más común en caucásicos (blancos) descendientes de europeos del norte. En Europa y en los Estados Unidos, cerca de 1 a cada 150 personas tiene enfermedad celíaca. En los países nórdicos, esta tasa llega a ser de 1 para cada 90 personas. En todo el mundo, unos 25 millones de personas sufren de esta enfermedad.
Antes considerada una enfermedad pediátrica, ahora sabemos que la enteropatía por gluten puede presentarse a cualquier edad. El 60% de los casos ocurren en adultos y el 20% en pacientes con más de 60 años. En los niños, en general, la enfermedad se hace evidente cuando aún son bebés, poco después de las primeras exposiciones a la dieta con gluten.
La mayoría de los pacientes con la enfermedad celíaca presenta una forma leve de la enfermedad, con pocos o ningún síntoma, haciendo que el mismo pase años sin sospechar que tiene problemas. Se estima que por cada paciente con síntomas típicos de enfermedad celíaca, existan otros 7 con enfermedad silenciosa u oligosintomática (con síntomas discretos).
Por lo tanto, a pesar de los avances en los métodos de diagnóstico, la prevalencia real de la enfermedad celíaca puede todavía ser subestimada.
Factores de riesgo
La enteropatía por gluten tiene un fuerte componente hereditario. Cerca del 10% de los familiares de primer grado de un paciente con enfermedad celíaca también son portadores de la enfermedad.
Nuevas evidencias indican que el tiempo y el modo de la primera exposición al gluten pueden aumentar el riesgo de desarrollar la enfermedad celíaca. Estudios observacionales sugieren que el riesgo de enteropatía por gluten puede reducirse por la gradual introducción del gluten en la dieta del bebé, preferiblemente después del sexto mes de vida, mientras el niño está todavía bajo lactancia materna.
La enfermedad celíaca puede ocurrir en cualquier persona, pero individuos con enfermedades autoinmunes presentan un mayor riesgo que la población en general. Ellos son:
- Diabetes mellitus tipo 1.
- Tiroiditis de Hashimoto.
- Enfermedad de Graves.
- Lupus.
- Enfermedad de Addison.
- Hepatitis autoinmune.
- Artritis reumatoide.
- Síndrome de Sjögren.
- Síndrome de Raynaud.
- Alopecia areata.
- Esclerodermia.
- Esclerosis múltiple.
Otras enfermedades sin origen autoinmune también están relacionadas con una mayor incidencia de la enfermedad celíaca, tales como:
- Enfermedades del hígado.
- Fibromialgia.
- Síndrome de fatiga crónica.
- Síndrome de Down.
Síntomas
Los síntomas clásicos de la enfermedad celíaca son debido a la atrofia de las vellosidades del intestino delgado, que impide la absorción de varios nutrientes, incluyendo grasas, proteínas, vitaminas.
La falta de absorción de los alimentos en el intestino provoca el llamado síndrome de malabsorción, que se caracteriza por:
- Diarrea (a menudo con gotas de grasa en las heces, llamada esteatorrea).
- Flatulencia.
- Dolor abdominal.
- Adelgazamiento.
- Anemia por falta de hierro, ácido fólico y/o vitamina B12.
- Osteopenia (huesos débiles) debido a la deficiencia de calcio y vitaminas.
- Sangrado por deficiencia de vitamina K.
En los niños, si el diagnóstico no se realiza a tiempo, es frecuente que presenten desnutrición y retraso en el desarrollo y crecimiento.
Entre las manifestaciones no gastrointestinales de la enfermedad celíaca están:
- Dermatitis herpetiforme (lesión cutánea típica de enteropatía sensible al gluten).
- Nefropatía por IgA.
- Cambios del esmalte dental.
- Artritis.
- Retardo puberal.
- Cambios menstruales.
- Abortos.
- Complicaciones del embarazo.
- Migraña.
- Enfermedades neurológicas.
- Calambres.
- Enfermedades del hígado.
El cuadro clínico de la enfermedad celíaca varía considerablemente de paciente a paciente. Algunos pueden tener varios de los problemas mencionados anteriormente, mientras que otros presentan una forma atípica, con pocos o ningún síntoma de mala absorción intestinal y síntomas no gastrointestinales suaves. También hay un grupo que no muestra ningún síntoma de la enfermedad, denominada enfermedad celíaca silenciosa.
Los síntomas tienden a mejorar con la eliminación del gluten de la dieta. Alrededor del 70% de las personas comienzan a sentirse mejor dentro de dos semanas después del retiro del gluten.
Diagnóstico
La enfermedad celíaca puede ser difícil de diagnosticar porque los signos y síntomas son similares a varias otras enfermedades que causan síntomas gastrointestinales y síndrome de malabsorción. Además, si el médico no está muy atento, la falta de síntomas gastrointestinales en las formas atípicas puede hacer que no piense en la enfermedad celíaca como diagnóstico diferencial, por lo que no solicite las pruebas necesarias para su diagnóstico.
Más del 90% de las personas con enfermedad celíaca no tratada tienen altos niveles de determinados anticuerpos en la sangre, incluyendo los anticuerpos antigliadina, antiendomisio y antitransglutaminasa (anti-TTG), siendo este último lo más sensible para el diagnóstico.
Antes de realizar estos exámenes de sangre, es importante seguir consumiendo una dieta normal, incluyendo los alimentos que contienen gluten. Los pacientes que ya no ingieren gluten pueden tener niveles bajos de estos anticuerpos, lo que dificulta el diagnóstico.
Los niveles de anticuerpos también sirven para controlar la eficacia de la dieta, y estos deben ser bajos si el paciente está evitando el gluten.
Si la prueba de sangre es positiva, el diagnóstico debe ser confirmado por una biopsia de la mucosa intestinal, realizada durante la endoscopia digestiva alta. Una vez más, el paciente no debe estar haciendo dieta sin gluten para que las lesiones típicas de la enfermedad celíaca estén presentes.
Pacientes con anticuerpos positivos y lesiones de piel sugestivas de dermatitis herpetiforme pueden hacer el diagnóstico mediante biopsia de estas lesiones, porque ellas son la manifestación en la piel de la enfermedad celíaca. En estos casos, la biopsia intestinal puede no ser necesaria.
Tratamiento
La enfermedad celíaca no tiene cura, pero puede ser controlada adecuadamente. En general, no se necesita medicación. El pilar del tratamiento es únicamente la eliminación completa del gluten de la dieta.
Mantener una dieta libre de gluten es una tarea desafiante que requiere importantes ajustes en el estilo de vida del paciente. No solo el gluten está presente en una gran cantidad de alimentos de la dieta occidental, sino también en algunos medicamentos y suplementos alimentarios.
La ayuda de un nutricionista es fundamental, porque muchos alimentos que supuestamente no son basados en cereales pueden tener gluten escondido en su composición, tales como helados, yogurt, chocolates, embutidos, salami, productos marinados y otros.
Una vez que el paciente ha eliminado el gluten de su dieta, la inflamación del intestino comienza a desaparecer en unas semanas, pero la mejoría sintomática es más rápida, ocurriendo en solamente unos días de dieta.
La resolución completa del cuadro y la recuperación de las vellosidades intestinales pueden llevar varios meses o incluso años, dependiendo de la gravedad. La mejora tiende a ocurrir más rápido en niños que en adultos.
Alimentos sin gluten
A pesar de la gran cantidad de alimentos que contienen gluten, las opciones para una dieta libre de gluten también son inmensas.
Ejemplos de alimentos que no contienen gluten y pueden ser consumidos por pacientes con enfermedad celíaca:
- Frutas frescas.
- Verduras.
- Carne de vaca.
- Pollo.
- Pescado.
- Cerdo.
- La mayoría de los productos lácteos.
- Arroz.
- Maíz.
- Soja.
- Papa.
- Yuca.
- Frijoles.
- Amaranto.
- Harina de maíz.
- Harinas sin gluten (arroz, soja, maíz, patata, frijoles),
- Quinua
- Tapioca.
- Vino.
Referencias
- Celiac Disease – World Gastroenterology Organisation Global Guidelines.
- Guideline for the Diagnosis and Treatment of Celiac Disease in Children: Recommendations of the North American Society for Pediatric Gastroenterology, Hepatology and Nutrition – Journal of Pediatric Gastroenterology and Nutrition.
- Coeliac disease – National Institute for Health and Care Excellence (NICE).
- Diagnosis of celiac disease in adults – UpToDate.
- Pathogenesis, epidemiology, and clinical manifestations of celiac disease in adults – UpToDate.
- Management of celiac disease in adults – UpToDate.
- Epidemiology, pathogenesis, and clinical manifestations of celiac disease in children – UpToDate.
Autor(es)
Médico licenciado por la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ), con títulos de especialista en Medicina Interna por la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ) y de Nefrología por la Universidad Estadual de Río de Janeiro (UERJ) y por la Sociedad Brasileña de Nefrología (SBN). Actualmente vive en Lisboa, Portugal, tiene títulos reconocidos por la Universidad de Oporto y por el Colegio de Nefrología de Portugal.
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