Enfermedad celíaca: qué es, síntomas y tratamiento

La enfermedad celíaca es una condición autoinmune desencadenada por la ingestión de gluten, que causa inflamación y atrofia de la mucosa intestinal. Afecta la absorción de nutrientes y puede generar síntomas gastrointestinales y sistémicos. El diagnóstico precoz y la dieta libre de gluten son esenciales.

Dr. Pedro Pinheiro
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Enfermedad celíaca: qué es, síntomas y tratamiento

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¿Qué es el gluten?

La enfermedad celíaca, también conocida como enteropatía sensible al gluten, es una afección del intestino delgado caracterizada por la intolerancia al gluten.

El gluten es una proteína presente en varios cereales, principalmente en el trigo, la avena, el centeno, la malta, el triticale, la espelta, el kamut o la cebada. Esto significa que una enorme variedad de alimentos elaborados a partir de estos productos contiene gluten en su composición, incluyendo cereales, panes, pastas, pizzas, tartas, dulces, galletas, snacks salados, barritas de cereales, empanados, gofres, sopas, picatostes, patatas fritas industriales, cerveza, whisky y vodka destilado a partir de granos.

Probablemente ya hayas notado que muchos productos alimenticios llevan en su etiqueta la advertencia “contiene gluten”. Esta indicación está destinada a los pacientes con enfermedad celíaca, quienes, como veremos a continuación, no pueden consumir ningún alimento que contenga gluten.

¿Qué es la enfermedad celíaca?

La enfermedad celíaca es una patología de origen inmunológico, caracterizada por una intensa reacción inflamatoria en el intestino delgado cada vez que este entra en contacto con alimentos que contienen gluten.

En algunos casos, la inflamación puede ser tan severa que destruye las vellosidades de la mucosa del intestino delgado, responsables de la absorción de una gran parte de los nutrientes. El resultado de este proceso de inflamación y lesión de la mucosa intestinal es un síndrome de malabsorción intestinal (más adelante explicaré con más detalle este síndrome).

La enfermedad celíaca es una enfermedad autoinmune, distinta de la alergia al gluten. El mecanismo inmunológico y el cuadro clínico de ambas enfermedades son diferentes.

Se trata de una enfermedad relativamente común, que puede afectar a cualquier persona, aunque es más frecuente en individuos caucásicos (blancos) descendientes de europeos del norte. En Europa y en Estados Unidos, aproximadamente una de cada 150 personas padece enfermedad celíaca. En los países nórdicos, esta proporción llega a ser de una por cada 90 personas. En todo el mundo, se estima que unos 25 millones de personas sufren esta enfermedad.

Aunque antes se consideraba una enfermedad pediátrica, hoy se sabe que la enteropatía por gluten puede aparecer a cualquier edad. El 60 % de los casos se diagnostica en adultos, y un 20 % en pacientes mayores de 60 años. En los niños, por lo general, la enfermedad se manifiesta cuando aún son bebés, poco después de las primeras exposiciones a una dieta con gluten.

La mayoría de los pacientes con enfermedad celíaca presenta una forma leve de la enfermedad, con pocos o ningún síntoma, lo que hace que puedan pasar años sin sospechar que tienen algún problema. Se estima que por cada paciente con síntomas típicos de enfermedad celíaca existen otros 7 con enfermedad celíaca silenciosa u oligossintomática (con síntomas leves o discretos).

Por lo tanto, a pesar de los avances en los métodos diagnósticos, la prevalencia real de la enfermedad celíaca aún podría estar subestimada.

Factores de riesgo

La enteropatía por gluten tiene un fuerte componente hereditario. Alrededor del 10 % de los familiares de primer grado de un paciente con enfermedad celíaca también son portadores de la enfermedad.

Nuevas evidencias indican que el momento y la forma de la primera exposición al gluten pueden aumentar el riesgo de desarrollar la enfermedad celíaca. Estudios observacionales sugieren que el riesgo de enteropatía por gluten puede reducirse mediante la introducción gradual del gluten en la dieta del bebé, preferentemente después del sexto mes de vida y mientras el niño aún está siendo amamantado.

La enfermedad celíaca puede aparecer en cualquier persona, pero los individuos con ciertas enfermedades autoinmunes presentan un riesgo mayor que la población general. Estas enfermedades incluyen:

Otras enfermedades no autoinmunes también se asocian con una mayor incidencia de enfermedad celíaca, tales como:

Fatores de risco

A enteropatia por glúten tem um forte componente hereditário. Cerca de 10% dos parentes de primeiro grau de um paciente com doença celíaca também são portadores da doença.

Síntomas

Los síntomas clásicos de la enfermedad celíaca se deben a la atrofia de las vellosidades del intestino delgado, lo que impide la absorción de diversos nutrientes, incluidos grasas, proteínas y vitaminas.

La falta de absorción de nutrientes en el intestino provoca el llamado síndrome de malabsorción (o síndrome disabsortivo), que se caracteriza por:

  • Diarrea (a menudo con gotas de grasa en las heces, denominada esteatorrea).
  • Gases (flatulencia).
  • Cólicos abdominales.
  • Pérdida de peso.
  • Anemia por deficiencia de hierro, ácido fólico y/o vitamina B12.
  • Osteopenia (huesos debilitados) por deficiencia de calcio y vitamina D.
  • Hemorragias por deficiencia de vitamina K.

En los niños, si el diagnóstico no se realiza precozmente, es frecuente que presenten desnutrición y retraso en el desarrollo y crecimiento.

Entre las manifestaciones extraintestinales de la enfermedad celíaca, podemos destacar:

  • Dermatitis herpetiforme (lesión cutánea típica de la enteropatía sensible al gluten).
  • Nefropatía por IgA.
  • Alteraciones en el esmalte dental.
  • Artritis.
  • Retraso puberal.
  • Trastornos menstruales.
  • Abortos espontáneos.
  • Complicaciones durante el embarazo.
  • Migraña.
  • Alteraciones neurológicas.
  • Calambres.
  • Alteraciones hepáticas.

El cuadro clínico de la enfermedad celíaca varía mucho de un paciente a otro. Algunos pueden presentar varios de los problemas mencionados anteriormente, mientras que otros muestran una forma atípica, con pocos o ningún síntoma de malabsorción intestinal y síntomas extraintestinales leves. También existe un grupo que no presenta ningún síntoma, denominado enfermedad celíaca silenciosa.

Los síntomas tienden a mejorar con la eliminación del gluten de la dieta. Aproximadamente el 70 % de las personas empieza a sentirse mejor dentro de las dos semanas posteriores a la retirada del gluten.

Diagnóstico

La enfermedad celíaca puede ser difícil de diagnosticar porque los signos y síntomas son similares a los de muchas otras enfermedades que provocan síntomas gastrointestinales y síndrome de malabsorción. Además, si el médico no está suficientemente atento, la ausencia de síntomas gastrointestinales en las formas atípicas puede hacer que no se considere la enfermedad celíaca como diagnóstico diferencial y no se soliciten las pruebas necesarias para su detección.

Más del 90 % de las personas con enfermedad celíaca no tratada presentan niveles elevados de ciertos anticuerpos en sangre, entre ellos:

  • Anticuerpos antigliadina.
  • Anticuerpos antiendomisio.
  • Anticuerpos antitransglutaminasa tisular (anti-TTG), siendo este último el más sensible para el diagnóstico.

Antes de efectuar estas pruebas serológicas, es importante que el paciente continúe con una dieta normal que incluya alimentos con gluten. Las personas que ya han eliminado el gluten de su dieta pueden presentar niveles bajos de estos anticuerpos, lo que dificulta el diagnóstico.

Los niveles de anticuerpos también sirven para controlar la eficacia de la dieta: deben estar bajos si el paciente está evitando correctamente el gluten.

Si el análisis de sangre resulta positivo, el diagnóstico debe confirmarse mediante una biopsia de la mucosa intestinal, realizada durante una endoscopia digestiva alta. Una vez más, es fundamental que el paciente no esté haciendo una dieta sin gluten para que las lesiones típicas de la enfermedad celíaca estén presentes.

En los casos en que el paciente presenta anticuerpos positivos y lesiones cutáneas sugestivas de dermatitis herpetiforme, el diagnóstico puede realizarse a través de la biopsia de dichas lesiones, ya que constituyen una manifestación cutánea de la enfermedad celíaca. En estos casos, puede no ser necesario realizar una biopsia intestinal.

Tratamiento

La enfermedad celíaca no tiene cura, pero puede controlarse adecuadamente. Por lo general, no se requieren medicamentos. El pilar fundamental del tratamiento es la eliminación completa del gluten de la dieta.

Mantener una dieta sin gluten es una tarea desafiante que puede requerir ajustes importantes en el estilo de vida del paciente. El gluten no solo está presente en una gran cantidad de alimentos habituales de la dieta occidental, sino también en algunos medicamentos y suplementos alimenticios.

La orientación de un nutricionista es imprescindible, ya que muchos alimentos que aparentemente no están elaborados a base de cereales pueden contener gluten oculto en su composición, como helados, yogures, chocolates, salchichas, embutidos como el salami, productos marinados, entre otros.

Una vez que el paciente ha eliminado el gluten de su alimentación, la inflamación del intestino delgado comienza a desaparecer en pocas semanas, aunque la mejoría sintomática suele ser más rápida, produciéndose en solo algunos días tras iniciar la dieta.

La recuperación completa del cuadro clínico y la regeneración de las vellosidades intestinales puede tardar varios meses, e incluso años, dependiendo de la gravedad del caso. La mejoría tiende a ser más rápida en los niños que en los adultos.

Alimentos sin gluten

A pesar de la gran cantidad de alimentos que contienen gluten, también existen muchas opciones para seguir una dieta sin gluten.

Ejemplos de alimentos que no contienen gluten y que pueden ser consumidos por personas con enfermedad celíaca:

  • Frutas frescas.
  • Verduras y hortalizas.
  • Carne de vacuno.
  • Pollo.
  • Pescado.
  • Cerdo.
  • La mayoría de los productos lácteos.
  • Arroz.
  • Maíz.
  • Soja.
  • Patata.
  • Yuca.
  • Legumbres (como alubias o frijoles).
  • Amaranto.
  • Harina de maíz.
  • Harinas sin gluten (de arroz, soja, maíz, patata, frijol).
  • Quinoa.
  • Tapioca.
  • Vino.

Estas opciones permiten mantener una alimentación saludable, variada y segura para quienes padecen enfermedad celíaca.


Referencias


Dr. Pedro Pinheiro

Médico graduado por la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ), con títulos de especialista en Medicina Interna y Nefrología otorgados por la Universidad Estatal de Río de Janeiro (UERJ), la Sociedad Brasileña de Nefrología (SBN), la Universidad de Oporto y el Colegio de la Especialidad de Nefrología de Portugal.


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