Muerte súbita: causas en adultos, deportistas y bebés

Dr. Pedro Pinheiro

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¿Qué es la muerte súbita?

Llamamos muerte súbita a cualquier evento que lleve un individuo a la muerte inesperada y relativamente rápida.

La muerte súbita puede ocurrir en cualquier grupo de edad, pero es más común en personas mayores, que ya sufren de alguna enfermedad cardíaca. Sin embargo, hasta jóvenes atletas o bebés supuestamente sanos pueden morir repentinamente.

La definición exacta de muerte súbita no es todavía un consenso en la Medicina. Algunos grupos definen la muerte súbita como una muerte inesperada que ocurre tan rápidamente a partir de la aparición de los síntomas que su causa no puede ser establecida de forma clínica con certeza absoluta. Esta definición excluye cualquier tipo de muerte violenta, sea por asesinato, suicidio o accidentes, así como complicaciones de enfermedades previamente conocidas, tales como infecciones severas o cáncer.

Otros grupos prefieren definir la muerte súbita como un evento que ocurre de modo, a principio, inexplicable y que lleva el paciente a la muerte dentro de la primera hora después del inicio de los síntomas. También se incluyen en el concepto de muerte súbita las personas que son encontradas muertas de maneras inesperadas e inexplicables.

Como son óbitos de causa clínicamente desconocida, los individuos que sufren muerte súbita deben siempre ser llevados a la autopsia para que el origen de la muerte pueda ser aclarado.

La muerte súbita puede revertirse si se inician inmediatamente las maniobras de reanimación cardiopulmonar. Actualmente existen dispositivos desfibriladores en centros comerciales, aeropuertos, estadios, salas de conciertos e incluso repartidos por las calles de muchas ciudades del mundo.

Como una de las causas más comunes de muerte súbita son las arritmias cardíacas, tener cerca un desfibrilador es fundamental para salvar la vida del paciente. Los episodios de muerte súbita que se producen en la vía pública sin la presencia de un desfibrilador tienen solo un 7% de posibilidades de ser abortados, frente a un 70% de posibilidades de éxito si se utiliza el desfibrilador.

Desfibrilador em via pública.
Caja de desfibrilador disponible en una calle de Lisboa, Portugal.

Causas de muerte súbita en adultos

En la mayoría de los casos de muerte súbita, la causa tiene origen en el corazón. Problemas pulmonares, vasculares y cerebrales también pueden llevar el paciente a una muerte súbita e inesperada.

De hecho, hay decenas de posibles causas para una muerte súbita. Situaciones como ingestión accidental de veneno, shock eléctrico de alto voltaje o asfixia después de atragantarse con un objeto o alimento pueden causar una muerte súbita.

Pero no es sobre este tipo de muerte súbita, causada por situaciones accidentales, que vamos a hablar. Lo que vamos a describir aquí son muertes súbitas causadas por eventos naturales, o sea, provocadas por alguna enfermedad o defecto del organismo.

Infarto fulminante

Infartos fulminantes son la forma más común de muerte súbita y ocurren por dos mecanismos básicos:

  • Necrosis extensa del músculo cardíaco que lleva a un fallo repentino de la bomba cardíaca.
  • Cambios en la conducción eléctrica normal del corazón que llevan al desarrollo de arritmias cardíacas malignas.

El infarto fulminante es más común en personas mayores, ya con histórico de infartos anteriores y/o con factores de riesgo para enfermedad cardiovascular, como diabetes, hipertensión arterial, colesterol elevado, tabaquismo, etc.

El cuadro clínico es similar al de cualquier infarto, con dolor en el pecho con sensación de aprieto que puede o no irradiarse al brazo izquierdo o cuello, dificultad para respirar y sudoración. En infartes severos, el paciente entra en colapso rápidamente, con hipotensión y pérdida de la consciencia.

Tenemos un artículo exclusivo sobre infarto fulminante que se puede acceder en este enlace: Infarto fulminante.

Arritmias cardíacas malignas

Las arritmias cardíacas malignas no ocurren solamente después de un ataque al corazón. En verdad, varias enfermedades cardíacas pueden causar arritmias y, consecuentemente, la muerte súbita.

Llamamos arritmia maligna a todos los cambios eléctricos del corazón que lo impiden de bombear la sangre con eficacia. El tipo de arritmia cardíaca más grave es la fibrilación ventricular.

fibrilación ventricular
Fibrilación ventricular

El corazón del paciente con fibrilación ventricular no se contrae con eficacia y el paciente entra en paro cardíaco, a pesar de todavía tener actividad eléctrica en el corazón. El paciente está sin pulso porque la actividad eléctrica de la fibrilación ventricular es tan caótica que no puede conducir con eficacia la contracción del músculo cardíaco.

Entre las enfermedades que pueden generar una arritmia cardíaca maligna podemos citar:

Los síntomas de una arritmia maligna suelen ser palpitaciones, dolor torácico, taquicardia (corazón muy acelerado) e hipotensión. El paciente puede evolucionar rápidamente para la pérdida de la conciencia.

Las arritmias malignas son una forma de muerte súbita que puede revertirse si reconocida y tratada inmediatamente. Se hace el tratamiento con un desfibrilador, que es una máquina que emite descargas eléctricas con el fin de abortar una arritmia maligna. Hoy en día, locales con gran flujo de personas, como aeropuertos y centros comerciales, poseen máquinas de desfibrilación automática, capaces de reconocer arritmias y emitir descargas eléctricas cuando es necesario.

Pacientes con alto riesgo de arritmias malignas, especialmente aquellos con insuficiencia cardiaca, pueden recibir un desfibrilador implantable, que es una especie de marcapasos cardíaco capaz de reconocer y liberar descargas eléctricas si el paciente entra en arritmia.

Hablamos más sobre arritmias cardíacas en un texto aparte que puede ser consultado en este enlace: Taquicardia y palpitaciones cardíacas.

Embolia pulmonar

La embolia pulmonar (tromboembolismo pulmonar) es otra causa muy frecuente de muerte súbita. Generalmente este cuadro es causado cuando el paciente tiene una trombosis en las piernas y un trozo del trombo se suelta, viajando por la circulación sanguínea a los pulmones. Si el émbolo (coágulo que viaja por la circulación sanguínea) es muy grande, puede obstruir la arteria pulmonar, causando un infarto repentino y extenso del pulmón.

El principal factor de riesgo de una embolia pulmonar es la presencia de trombosis en venas profundas de miembros inferiores, cuyos factores de riesgo son:

  • Cirugía reciente, especialmente en la región pélvica o las piernas.
  • Traumatismo de los miembros inferiores.
  • Cáncer.
  • Insuficiencia venosa grave de los miembros inferiores.
  • Uso de píldora anticonceptiva.
  • Embarazo.
  • Enfermedades de la coagulación, llamadas trombofilias.

La embolia pulmonar debe ser considerada en cualquier paciente supuestamente sano que presenta una muerte súbita días después de una cirugía extensa o un traumatismo.

Tenemos un artículo específico sobre embolia pulmonar: Embolia pulmonar: síntomas y Tratamiento.

Ruptura de aneurisma

Otro evento catastrófico que puede llevar una persona a la muerte dentro de minutos es la ruptura de un aneurisma, sea cerebral o de la arteria aorta.

Aneurisma aórtico

Los aneurismas aórticos son más comunes en personas de edad avanzada, fumadores e hipertensos con colesterol alto. El aneurisma de la arteria aorta es un defecto que evoluciona con los años, pero su ruptura es una emergencia médica que puede llevar el paciente a la muerte en minutos a horas. Aneurismas mayores de 5,5 cm son los que tienen un mayor riesgo de rotura.

Los síntomas de la ruptura de un aneurisma de la arteria aorta son dolor abdominal o torácico, taquicardia (corazón acelerado), palidez de la piel e hipotensión arterial, que ocurre debido a la pérdida de sangre rápida y masiva.

La única posibilidad de supervivencia ocurre cuando el cuadro es reconocido rápidamente y el paciente puede ser sometido a una cirugía para contención de la hemorragia.

Aneurisma cerebral

El cuadro de ruptura de un aneurisma cerebral es todavía más dramático que de un aneurisma aórtico. En este caso, no es la pérdida de sangre masiva la causa de la muerte rápida, sino el aumento de la presión intracraneal y la compresión del cerebro por el sangrado que ocupa espacio dentro de la bóveda craneal.

El cuadro clínico suele comenzar con dolor de cabeza repentino y severo. Es muy común el paciente señalar que es el dolor más intenso que ha sentido alguna vez en la vida. En los casos más graves el paciente evoluciona con vómitos, desorientación y pérdida de la conciencia.

Tenemos textos específicos sobre aneurismas, que pueden ser accedidos en estos enlaces:

Accidente cerebrovascular (ACV)

La mayoría de los casos de accidente cerebrovascular no causa la muerte súbita pero, dependiendo de la extensión del infarto cerebral y del área afectada, el paciente puede evolucionar de forma desfavorable muy rápidamente. Las lesiones del tronco cerebral pueden ser dramáticas, ya que es la región que controla funciones vitales como la respiración, por ejemplo.

El accidente cerebrovascular hemorrágico, que provoca hemorragia intracerebral, es otra forma de ACV que también puede evolucionar con la muerte relativamente rápida. Esta forma de ACV ocurre, generalmente, en personas de edad avanzada y con hipertensión arterial mal controlada.

Para saber más sobre el ACV, lee los siguientes artículos:

Epilepsia

Pacientes con epilepsia tienen un riesgo de muerte súbita ligeramente mayor que la población general, principalmente los adultos jóvenes. Las causas no están bien aclaradas y la mayoría de los casos ocurre durante el sueño. La muerte súbita e inexplicada de la epilepsia representa alrededor de un 2 a 18% de las muertes en pacientes epilépticos.

Pacientes con episodios frecuentes de convulsiones son el grupo con mayor riesgo. Otros factores de riesgo son mala adherencia al tratamiento antiepiléptico, alcoholismo, episodios de crisis convulsiva nocturna y edad entre 25 y 40 años.

Muerte súbita en atletas

La muerte súbita asociada a la actividad física es un evento raro, pero devastador, porque las víctimas son generalmente jóvenes y aparentemente saludables. La gran mayoría de los casos tiene origen cardíaco, provocado por una enfermedad cardiovascular preexistente, pero no diagnosticado hasta el momento del paro cardiaco. La causa de la muerte súbita es, generalmente, una arritmia cardíaca maligna.

A pesar del impacto mediático que generalmente la muerte súbita de un atleta causa, la incidencia de este evento en los últimos 20 años ha sido rara, ocurriendo en solamente 1 de cada 300.000 atletas.

Las principales alteraciones cardíacas que predisponen los atletas a la muerte súbita son:

  • Miocardiopatía hipertrófica.
  • Anomalías congénitas de la arteria coronaria.
  • Cardiomiopatía arritmogénica del ventrículo derecho.
  • Miocarditis.
  • Aneurisma aórtico.
  • Prolapso mitral con regurgitación mitral.

Afortunadamente, muchos de estos cambios pueden ser detectados tempranamente mediante exámenes médicos.

Muerte súbita en los bebés

El síndrome infantil de muerte súbita (SIMS), también conocida como síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL), es la principal causa de muerte entre bebés hasta el primer año de vida.

Como el nombre indica, el síndrome infantil de muerte súbita es un cuadro de muerte súbita del bebé en su primer año de vida que ocurre de forma inesperada e inexplicable en niños aparentemente sanos. La mayoría de los casos está asociada con el sueño, por lo que es también conocido como “muerte de cuna”.

La ocurrencia de muerte súbita es rara en el primer mes de vida. El período de mayor riesgo se produce entre los 2 y 4 meses. Después del 4º mes, el riesgo comienza a caer dramáticamente, por lo que solamente el 5% de los casos ocurre después de 6 meses de edad.

No sabemos las causas exactas de la muerte súbita en bebés, pero más probablemente es que existan múltiples factores. Entre los factores de riesgo, algunos se destacan, como las madres que fuman, habitaciones con alta temperatura y bebés que comparten una cama con sus padres o un hermano.

Sin embargo, el principal factor de riesgo y más famoso es la posición en que duerme el bebé. Los niños que duermen boca arriba presentan menos probabilidades de presentar un cuadro de muerte súbita en comparación con los niños que duermen de lado o con la barriga hacia abajo. La popularización de este hecho y la orientación de los padres por los pediatras han llevado a una reducción en la incidencia de muerte súbita en los bebés alrededor del mundo.

Hablamos específicamente sobre la muerte súbita de bebés en el artículo: Síndrome de Muerte Súbita del Lactante (SMSL).


Referencias


Autor(es)

Médico licenciado por la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ), con títulos de especialista en Medicina Interna por la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ) y de Nefrología por la Universidad Estadual de Río de Janeiro (UERJ) y por la Sociedad Brasileña de Nefrología (SBN). Actualmente vive en Lisboa, Portugal, tiene títulos reconocidos por la Universidad de Oporto y por el Colegio de Nefrología de Portugal.

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