Wolff-Parkinson-White: qué es, síntomas y tratamiento

Dr. Pedro Pinheiro
Dr. Pedro Pinheiro

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Wolff-Parkinson-White: qué es, síntomas y tratamiento

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¿Qué es el síndrome de Wolff-Parkinson-White?

En 1930, los cardiólogos Louis Wolff (1898-1972), John Parkinson (1885-1976) y Paul White (1886-1973) describieron 11 casos de pacientes que presentaron un cuadro de arritmia cardíaca relacionada con la existencia de una vía eléctrica adicional en el corazón, que conectaba los atrios a los ventrículos y hacía con que los impulsos eléctricos cardíacos si propagasen anormalmente.

En homenaje a los médicos que la describieron, esta arritmia recibió el nombre de síndrome de Wolff-Parkinson-White (WPW).

Causas

Para entender el síndrome de Wolff-Parkinson-White, debes primero conocer los aspectos básicos de la conducción de electricidad a través del corazón.

El corazón es un órgano autónomo, que no solo funciona con electricidad, sino que también es capaz de producir su propia energía eléctrica.

Las contracciones de los músculos del corazón, responsables del bombeo de la sangre, son generadas por impulsos eléctricos que se transmiten en secuencia a través del corazón. Cada vez que las fibras de músculo de corazón reciben una carga eléctrica, desarrollan una contracción.

Sistema eléctrico del corazón
Sistema eléctrico del corazón

Mira ahora en la imagen de arriba. Lo que podemos llamamos el generador de electricidad del corazón es una estructura llamada nódulo sinoauricular o nodo sinusal, que se encuentra en el ápice de la aurícula derecha. El nódulo sinusal genera impulsos eléctricos de forma rítmica, que se transportan por todo el corazón para mantener un latido cardíaco regular.

Cada impulso eléctrico generado en el nodo sinoauricular (nodo SA) es transportado por fibras especializadas para el nodo atrioventricular (nodo AV), que se encuentra en la división entre las aurículas y los ventrículos.

Al llegar al nodo AV, el impulso eléctrico sufre un aplazamiento discreto, que sirve para que las aurículas se contraigan antes de los ventrículos. En el nodo atrioventricular, después de unos pocos milisegundos de espera, el impulso eléctrico se transmite a ambos ventrículos a través del haz de His y de las fibras de Purkinje. La llegada del impulso eléctrico hace que los músculos de los ventrículos se contraigan y bombeen la sangre presente dentro de sus cavidades.

Cada impulso eléctrico tarda 0,19 segundos para recorrer todo el corazón. Durante 1 minuto, el nodo sinusal genera entre 60 y 100 impulsos eléctricos, lo que corresponde con el número normal de latidos cardíacos por minuto.

Vías eléctricas anómalas
Vías eléctricas anómalas

En el corazón sano, las aurículas y los ventrículos están aislados eléctricamente, y la única manera del impulso eléctrico pasar es a través del nodo atrioventricular. Los pacientes con síndrome de Wolff-Parkinson-White nacen con una anormalidad anatómica que genera una vía accesoria eléctrica, que termina con el aislamiento eléctrico y permite el paso de impulsos eléctricos extras entre aurículas y ventrículos.

Esta vía eléctrica extra es generalmente un agujero minúsculo de diámetro de un hilo de cabello, entre la aurícula y el ventrículo. Esta vía anómala puede permitir el paso del impulso eléctrico en ambas direcciones: desde la aurícula hasta el ventrículo o del ventrículo a la aurícula, como se ejemplifica en la ilustración anterior.

El síndrome de Wolff-Parkinson-White genera taquicardia (corazón acelerado) de dos maneras:

1. Cuando hay una vía anómala, el impulso eléctrico generado en el nódulo sinusal sigue dos caminos hacia los ventrículos: lo habitual, pasando por el nodo AV, y el anómalo, que pasa a través de la vía extra. Como el impulso que pasa por la vía extra no sufre retraso, termina llegando a los ventrículos milisegundos antes de los impulsos eléctricos que pasan por el nodo AV. Esto puede crear una actividad eléctrica caótica, que lleva a la taquicardia.

2. El impulso eléctrico puede hacer el camino al revés, es decir, pasa gnormalmente a través del nodo AV, alcanza los ventrículos, pero en vez de ser interrumpido al final de los ventrículos, él puede volver a la aurícula por la vía accesoria. Este proceso de reentrada también genera una actividad eléctrica caótica, porque el nodo AV pasa a recibir dos impulsos eléctricos en un breve espacio de tiempo, uno desde el nodo sinusal y el otro por la vía accesoria.

Síntomas

Ni todos los pacientes que nacen con una vía eléctrica extra presentan síndrome de WPW porque no siempre esta vía anómala causa taquiarritmias (arritmias con corazón acelerado). Muchos pacientes solamente descubren que tienen el síndrome de Wolff-Parkinson-White cuando hacen un electrocardiograma de rutina. Por esta razón, es importante distinguir entre los pacientes que tienen la vía anómala, pero son asintomáticos, de los que tienen la vía anómala y presentan síntomas.

Cuando el paciente tiene la vía anómala y cambios en el electrocardiograma, pero no muestran síntomas, decimos que tiene un patrón de Wolff-Parkinson-White. Por otro lado, si el paciente tiene síntomas y una vía anómala, decimos que tiene el síndrome de Wolff-Parkinson-White.

El patrón de Wolff-Parkinson-White es un problema que afecta 1 a cada 1000 personas, es decir, un 0.1% de la población. Entre estos, aproximadamente la mitad presenta síntomas, como taquiarritmias.

A pesar de ser un defecto de nacimiento, la mayoría de los pacientes eventualmente desarrolla arritmias solamente después de los 10 años de edad. Muchos de ellos solamente después de los 20 años. También hay casos de pacientes con síntomas de síndrome de Wolff-Parkinson-White, que a lo largo de los años se vuelven asintomáticos por corrección espontánea de la vía anómala.

Los síntomas del síndrome de Wolff-Parkinson-White ocurren generalmente como consecuencia de la taquiarritmia. Son ellos:

Los episodios de taquiarritmia pueden comenzar repentinamente y durar unos segundos o varias horas. Los síntomas pueden ser desencadenados por ejercicio físico, cafeína, substancias estimulantes o alcohol.

En un 10 a 30% de los casos de síndrome de Wolff-Parkinson-White, la arritmia presente es la fibrilación auricular, tema ya explicado en el artículo: Fibrilación auricular: síntomas, causas y tratamiento.

En raras ocasiones, el síndrome de Wolff-Parkinson-White puede provocar muerte súbita por arritmia maligna.

Tratamiento

La mayoría de las personas asintomáticas, que tienen solamente el patrón de Wolff-Parkinson-White en el electrocardiograma, no requieren tratamiento. La mayoría no desarrollará síntomas y, en algunos casos, la conducción a través de la vía accesoria puede inclusive desaparecer espontáneamente durante los años.

Sin embargo, los pacientes asintomáticos que tienen una ocupación de alto riesgo, como atletas profesionales, son aconsejados a someterse a pruebas adicionales, incluyendo pruebas electrofisiológicas, para determinar si la vía accesoria tiene características que pueden asociarse con un mayor riesgo de muerte súbita.

En pacientes que buscan ayuda médica debido a síntomas de taquiarritmia, el tratamiento se divide en dos fases:

  1. Interrupción de la arritmia.
  2. Prevención de nuevos episodios de arritmias.

La interrupción de la arritmia se hace, generalmente, con medicamentos por vía intravenosa. Si no hay ningún control de la arritmia con fármacos, está indicada la cardioversión eléctrica (choque eléctrico al corazón a través de paletas que se ubican sobre el pecho).

Después del control de la arritmia, el paciente debe buscar a un especialista en electrofisiología cardíaca que pueda decidir la mejor manera de prevenir más episodios de taquiarritmias.

La ablación por radiofrecuencia es, a menudo, la opción más utilizada para eliminar la vía accesoria. En la ablación por radiofrecuencia, se inserta un catéter delgado y flexible a través de los vasos sanguíneos al corazón. En la punta del catéter hay electrodos que se calientan y logran destruir la vía eléctrica adicional.

La ablación por radiofrecuencia es eficaz en hasta el 95% de las personas con síndrome de Wolff-Parkinson-White.

En el 5% de los pacientes en quienes la ablación falla, la vía extra puede ser destruida mediante cirugía cardíaca.


Referencias


Autor(es)

Dr. Pedro Pinheiro

Médico licenciado por la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ), con títulos de especialista en Medicina Interna por la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ) y de Nefrología por la Universidad Estadual de Río de Janeiro (UERJ) y por la Sociedad Brasileña de Nefrología (SBN). Actualmente vive en Lisboa, Portugal, tiene títulos reconocidos por la Universidad de Oporto y por el Colegio de Nefrología de Portugal.

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