Hidroclorotiazida: Para qué sirve y cómo tomar

Dr. Pedro Pinheiro

6 comentarios

Hidroclorotiazida: Para qué sirve y cómo tomar

Tiempo estimado de lectura del artículo: 4 minutos

¿Qué es la hidroclorotiazida?

La hidroclorotiazida es un medicamento diurético de la clase de las tiazidas, que es ampliamente utilizada en el tratamiento de la hipertensión arterial, sea sola o en combinación con otra terapia antihipertensiva.

A pesar de tener un efecto diurético más bajo que la furosemida (otra clase de diuréticos), la hidroclorotiazida cuenta con un tiempo de acción más largo, que hace que sea especialmente eficaz en la disminución de la presión arterial a largo plazo, como veremos más adelante.

Atención: este texto no pretende ser un prospecto completo de hidroclorotiazida. Nuestro objetivo es ser menos técnico que un prospecto y más útil a los pacientes que buscan informaciones objetivas y en lenguaje accesible para el público en general.

Mecanismo de acción

La hidroclorotiazida es un diurético de la clase de las tiazidas y presenta mecanismo de acción similar a otros diuréticos de esta clase, como la clortalidona, indapamida y metolazona.

Como la mayoría de los diuréticos, la hidroclorotiazida tiene como acción básica el aumento de la excreción de cloruro de sodio (sal) por los riñones. Siempre que la cantidad de sodio urinario aumenta, el riñón necesita eliminar más agua para diluirlo. El resultado, por lo tanto, es un aumento en la cantidad de agua corporal eliminada por la orina.

Los diuréticos tiazídicos promueven una menor diuresis que la furosemida, sin embargo, por tener un efecto que dura hasta 12 horas (contra 6 horas de furosemida), la pérdida de sodio y el agua termina siendo más constante durante todo el día.

Después del inicio del tratamiento, una reducción en la presión arterial tiende a ocurrir después de aproximadamente una semana, pero el efecto hipotensor máximo puede ser alcanzado solamente después de 12 semanas de uso.

La reducción en los valores de la presión arterial tiende a ser asociada con una reducción en el volumen de agua corporal. En general, el paciente pierde de 1 a 1,5 kg de agua después del tratamiento.

Un consumo exagerado de sal en la dieta evita que el paciente alcance esta pérdida de peso y acaba siendo una de las causas más comunes de falta de eficacia de la hidroclorotiazida.

En pacientes con respuesta inadecuada, una restricción del consumo de sal en la dieta y la asociación con un antihipertensivo de la clase de los inhibidores de la ECA suelen ser muy eficaces.

¿La hidroclorotiazida adelgaza?

No, la hidroclorotiazida no deja a nadie más delgado porque ella no tiene ningún efecto sobre la grasa corporal.

Sin embargo, como ya explicado anteriormente, al principio del tratamiento, el paciente puede notar una pérdida de aproximadamente 1 kg en su peso, que es debido única y exclusivamente a una mayor pérdida de agua a través de la orina.

Sin  embargo, si el paciente, tiene una dieta rica en sal, esta pérdida de peso inicial puede no ocurrir.

Indicaciones

La principal indicación de hidroclorotiazida es para el tratamiento de la hipertensión arterial.

Las actuales directrices internacionales sugieren que un diurético tiazídico sea la primera o, como máximo, la segunda opción de tratamiento para el control de la presión arterial*

La hidroclorotiazida también puede ser usada asociada o no a otros diuréticos para tratar los edemas en los pacientes con insuficiencia cardíaca, síndrome nefrótico o cirrosis hepática.

* Actualmente consideramos la clortalidona o la indapamida como las mejores opciones entre las tiazidas, ya que tienen un tiempo de acción más prolongado y mejores resultados en estudios clínicos sobre hipertensión arterial.

Uno de los efectos de  hidroclorotiazida es disminuir la eliminación urinaria de calcio. Este efecto puede ser beneficioso en pacientes con historia de cálculo renal compuesto por calcio, ya que la disminución de calcio en la orina disminuye el riesgo de formación de nuevos cálculos.

En virtud de reducir también la pérdida urinaria de calcio, la hidroclorotiazida suele ser el antihipertensivo de elección en pacientes hipertensos que también presentan osteoporosis. Estudios demuestran reducción en la pérdida ósea y disminución del riesgo de fractura en los ancianos tratados con hidroclorotiazida.

La hidroclorotiazida también es útil en pacientes con diabetes insipidus (no confundir con diabetes mellitus).

Nombres comerciales

La hidroclorotiazida es un fármaco ya presente en el mercado desde hace varias décadas y se encuentra fácilmente bajo la forma de medicamento genérico.

Entre los nombres comerciales más conocidos, podemos citar:

  • Diclorazida.
  • Di-eudrin.
  • Di-tiaziden.
  • Ditiazid.
  • Diurace.
  • Diural.
  • Diurex.
  • Diuriten.
  • Diurotiazida.
  • Diursan.
  • Esidrex.
  • Gisel d.
  • Hidroronol.
  • Micciol.
  • Modiur.
  • Rofucal.
  • Tandiur.
  • Tiazid.

La hidroclorotiazida es comercializada en dosis de 25 ó 50 mg. La caja de 30 tabletas de marca genérica costa entre 2 y 3 reales.

En muchos países, la hidroclorotiazida se comercializa solamente en asociación con otros fármacos antihipertensivos. Ejemplos:

  • Micardis Plus: telmisartán + hidroclorotiazida.
  • Pritor Plus: telmisartán + hidroclorotiazida.
  • CoAprovel : irbesartán + hidroclorotiazida.
  • Aldactazida: espironolactona + hidroclorotiazida.
  • Hyzaar Plus: losartán potásico + hidroclorotiazida.
  • Atacand Plus: Candesartán + hidroclorotiazida.

Cómo tomar

Hipertensión arterial

La dosis habitual de hidroclorotiazida en la hipertensión es de 12,5 a 25 mg al día en una única dosis diaria.

La mayoría de los  prospectos del medicamento habla en dosis de 50 mg y 100 mg al día, que actualmente sabemos que es una dosis excesiva. A partir de 50 mg al día, no hay ningún efecto beneficioso en lo referente a control de la presión arterial y todavía hay un gran aumento en la incidencia de efectos secundarios.

En los ancianos, se aconseja iniciar el tratamiento con 12,5 mg al día, aumentando para 25 mg si no hay ninguna respuesta. La dosis de 50 mg al día debe ser utilizada solamente en situaciones específicas y bajo orientación de un médico.

El equipo médico del MD.Saúde no aconseja la prescripción de dosis superiores a 50 mg de hidroclorotiazida para el tratamiento de la hipertensión arterial.

Edemas

La furosemida suele ser el diurético de elección en el tratamiento de los edemas, especialmente en los de origen cardíaco, hepático o renal.

Sin embargo, en pacientes con una respuesta pobre al tratamiento, la asociación de hidroclorotiazida a la furosemida suele dar buenos resultados.

En estos casos, la dosis habitualmente empleada es de 25 a 50 mg, 2 veces al día,  y puede aumentarse hasta un total máximo de 200 mg al día.

Cálculo renal

En pacientes que necesitan reducir la excreción de calcio en la orina para prevenir la formación de nuevas piedras en el riñón, la dosis recomendada es de 50 mg al día.

Diabetes insipidus

En la diabetes insipidus, la dosis recomendada de hidroclorotiazida es de 25 a 50 mg al día.

Efectos adversos

La hidroclorotiazida actúa aumentando la eliminación renal del agua y alterando la concentración de electrolitos en la orina, algunos de ellos para más, como sodio y potasio, otros con menos, como ácido úrico y calcio.

De esta manera, la mayoría de los efectos secundarios se presenta cuando uno o ambos efectos resultan ser más intensos que lo deseado, provocando deshidratación y/o cambios metabólicos.

Los efectos secundarios más comunes de la hidroclorotiazida son:

  • Hipotensión arterial.
  • Deshidratación.
  • Calambres.
  • Debilidad.
  • Hipopotasemia (concentración baja de potasio en la sangre).
  • Hiponatremia (concentración baja de sodio en la sangre).
  • Hipomagnesemia (concentración baja de magnesio en la sangre).
  • Hiperuricemia (concentración alta de ácido úrico en la sangre).
  • Hipercalcemia (alta concentración de calcio en la sangre).
  • Hiperglucemia (alta concentración de glucosa en la sangre).
  • Colesterol alto.
  • Impotencia sexual.
  • Náuseas.
  • Trastornos del sueño.

Como ya se mencionó, los efectos secundarios son más comunes cuando se utiliza dosis superiores a 25 mg al día.

Dosis elevadas de diuréticos pueden causar insuficiencia renal o agravar una insuficiencia renal preexistente, especialmente en pacientes ancianos.

Contraindicaciones y precauciones

Por razones obvias, no se debe prescribir la hidroclorotiazida a cualquier paciente con cambios hidroelectrolíticos que se han descrito anteriormente. Si el paciente tiene un potasio sanguíneo bajo, el diurético solamente agravaría la situación.

El diurético también no debe ser administrado en pacientes deshidratados o hipotensos.

En pacientes con antecedentes de gota, diabetes mellitus o colesterol alto, la dosis máxima de hidroclorotiazida debe ser de 25 mg al día.

La hidroclorotiazida no está contraindicada en el embarazo. La droga puede ser prescrita en mujeres embarazadas, si el médico entienda ser necesario. Sin embargo, es importante tener en cuenta que no se debe usar este diurético para tratar los edemas naturales del embarazo.

En pacientes con insuficiencia renal crónica y tasa de filtración glomerular por debajo de 30 ml/min, la hidroclorotiazida es un diurético no muy efectivo y debe ser sustituida por la furosemida.

Cáncer de piel no melanoma

Se han publicado estudios recientes que relacionan el uso a largo plazo de hidroclorotiazida con un mayor riesgo de cáncer de piel no melanoma y carcinoma de células escamosas en los labios.

Los pacientes que toman este medicamento durante varios años deben revisar regularmente su piel en busca de nuevas lesiones y notificar a su médico de inmediato si notan cualquier lesión sospecha en la piel.


Referencias


Autor(es)

Dr. Pedro Pinheiro

Médico licenciado por la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ), con títulos de especialista en Medicina Interna por la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ) y de Nefrología por la Universidad Estadual de Río de Janeiro (UERJ) y por la Sociedad Brasileña de Nefrología (SBN). Actualmente vive en Lisboa, Portugal, tiene títulos reconocidos por la Universidad de Oporto y por el Colegio de Nefrología de Portugal.

Sigue Leyendo

Artículos Similares

¿Tienes alguna duda?

COMENTARIOS Y PREGUNTAS