Diabetes gestacional: valores, síntomas y tratamiento

Dr. Pedro Pinheiro

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¿Qué es la diabetes gestacional?

Así como cualquier tipo de diabetes, la diabetes gestacional es una enfermedad que afecta la forma cómo las células utilizan la glucosa (azúcar), causando altos niveles de esta sustancia en la sangre, lo que puede afectar al curso del embarazo y a la salud del bebe.

La diabetes gestacional es un tipo de diabetes que presenta una particularidad, ya que ocurre durante el embarazo y generalmente desaparece después del parto.

No se considera que las mujeres que ya eran diabéticas cuando quedaron embarazadas tengan diabetes gestacional. La diabetes gestacional es aquella que aparece solo después de que comienza el embarazo.

La diabetes gestacional es una complicación frecuente del embarazo, afectando entre el 2 % y el 15 % de las mujeres embarazadas.

En comparación con las mujeres no embarazadas, las mujeres embarazadas tienden a tener un mayor riesgo de hipoglucemia (nivel bajo de glucosa en la sangre) durante los períodos sin comidas y durante el sueño. Esto se debe a que el feto extrae continuamente glucosa de la madre, incluso cuando la madre está en ayunas. A medida que el feto crece, aumenta su necesidad de glucosa.

A partir del segundo trimestre del embarazo, cuando el bebé empieza a crecer, la madre necesita mecanismos de protección contra la hipoglucemia, porque el consumo de glucosa por parte del feto se hace intenso.

Esta protección surge gracias a las hormonas producidas naturalmente por la placenta, como los estrógenos, la progesterona y la somatomamotropina coriónica, que actúan disminuyendo el poder de acción de la insulina, haciendo que haya más glucosa disponible en el torrente sanguíneo.

El efecto anti-insulina de estas hormonas es tan fuerte que, al final del embarazo, el páncreas de la madre necesita producir hasta un 50 % más de insulina para evitar que se produzca una hiperglucemia (niveles altos de glucosa en sangre).

La diabetes gestacional aparece precisamente en mujeres embarazadas que no pueden aumentar la acción de su insulina para compensar los efectos hiperglucémicos de las hormonas del embarazo.

Las madres con diabetes gestacional tienen niveles elevados de glucosa en sangre, especialmente después de las comidas, que es el momento en que el cuerpo recibe una gran carga de glucosa de los alimentos.

La diabetes gestacional no suele aparecer hasta la mitad del segundo trimestre, generalmente hasta después de la 20.ª semana de gestación.

Factores de riesgo

No sabemos exactamente por qué en algunas mujeres embarazadas los mecanismos de control de la glucosa en la sangre están fuera de control, llevando a la diabetes gestacional.

Sabemos, sin embargo, que algunas características personales pueden aumentar el riesgo de la mujer embarazada desarrollar diabetes gestacional. Son ellas:

Síntomas

A diferencia de otras formas de diabetes, que cursan con síntomas como pérdida de peso, sed excesiva, orina excesiva, visión borrosa y hambre constante, la diabetes gestacional no suele causar síntomas.

Siempre es bueno recordar que los síntomas como aumento de la micción, cansancio y cambios en el patrón de hambre son habituales en el embarazo, y no sirven como parámetro para determinar una diabetes gestacional.

Por lo tanto, sin pruebas de laboratorio de cribado, no es posible identificar a las mujeres embarazadas con diabetes gestacional.

Diagnóstico

La detección de la diabetes gestacional se realiza generalmente entre la 24.ª y la 28.ª semana del embarazo. En mujeres embarazadas con alto riesgo, la investigación puede hacerse más precozmente. Muchos obstetras empiezan la investigación para todas las mujeres embarazadas en la primera consulta a través de la determinación de la glucemia en ayunas.

Actualmente, hay más de una forma de hacer la detección de la diabetes gestacional. No hay amplio consenso sobre el mejor método. Las escuelas brasileña, americana y europea proponen métodos ligeramente diferentes, basados en estudios de las características de sus propias poblaciones.

Por lo tanto, dependiendo de la fuente que se investigue, el método de diagnosticar la diabetes gestacional puede ser un poco diferente. Vamos a presentar aquí las orientaciones de la International Association of Diabetes in Pregnancy Study Group (IADPSG)

Todas las mujeres embarazadas deben medir su glucosa en ayunas en la primera consulta del prenatal. El valor esperado es menor que 85 mg/dl. Si la paciente tiene una glucemia en ayunas menor que 85 mg/dl y no presenta ningún factor de riesgo para diabetes gestacional, ninguna otra pesquisa adicional es necesaria, a menos que a lo largo del curso del embarazo surjan indicios de diabetes gestacional.

Si la paciente tiene un resultado de glucosa en sangre en ayunas superior a 126 mg/dl en la primera visita, esto es indicativo de diabetes mellitus. El examen debe repetirse 1 o 2 semanas más tarde para su confirmación.

Las mujeres embarazadas con glucemia en ayunas entre 85 y 125 mg/dl no son consideradas diabéticas, pero están en el grupo de alto riesgo, especialmente las que tienen azúcar en la sangre alrededor de 125 mg/dl. En este grupo, una nueva investigación, denominada curva de glucemia o prueba de tolerancia oral a la glucosa, debe ser hecha entre la 24.ª y la 28.ª semana del embarazo.

En la prueba de tolerancia oral a la glucosa (PTOG), la mujer embarazada recolecta la sangre para glucemia en 3 momentos. La primera es en ayunas. Entonces, la mujer embarazada consume un jarabe que contiene 75 gramos de glucosa, espera 1 hora y recolecta la sangre otra vez. 2 horas después de la ingesta del jarabe, la mujer embarazada recolecta la sangre por la tercera y última vez.

Se hace el diagnóstico de diabetes gestacional de la paciente que tiene al menos 2 de los 3 resultados cambiados:

  • Glucosa en ayunas: normal hasta 92 mg/dl.
  • Glucemia después de 1 hora: normal hasta 180 mg/dl.
  • Glucemia después de 2 horas: normal hasta 153 mg/dl.

Como se ha dicho, este protocolo descrito es solamente uno de varios ya existentes. 

Consecuencias

La diabetes gestacional trae riesgos al embarazo y al bebé. El exceso de glucosa circulando en la sangre de la madre atraviesa la placenta y llega al feto, llenándolo de glucosa. El páncreas del feto pasa a producir grandes cantidades de insulina en la tentativa de controlar la hiperglucemia fetal.

La insulina es una hormona que estimula el crecimiento y el aumento de peso, haciendo que el feto crezca excesivamente. Fetos de madres con diabetes gestacional habitualmente nacen con más de 4 kg y necesitan ser sometidos a parto por cesárea.

Los bebés nacidos de madres con diabetes gestacional no tratada tienen un mayor riesgo de muerte intrauterina, problemas cardíacos y respiratorios, ictericia y episodios de hipoglucemia después del parto. Como adultos, el riesgo de obesidad y diabetes mellitus tipo 2 también es mayor que en la población general.

De parte de la madre, la diabetes gestacional aumenta el riesgo de aborto espontáneo, parto prematuro y preeclampsia.

Tratamiento

El control de los niveles de glucosa en la sangre es esencial para la salud fetal y materna. Para las mujeres con sobrepeso u obesidad es imprescindible bajar de peso. Para todas las mujeres embarazadas se recomienda una dieta saludable, con control de grasas, carbohidratos y calorías. Ejercicios físicos también son importantes porque ayudan en el funcionamiento de la insulina.

Si los cambios de hábitos de la vida no dan como resultado el control de la glucosa, la mujer embarazada puede necesitar usar las inyecciones de insulina.

En los casos mal controlados, si la paciente no entra naturalmente en trabajo de parto, el parto es inducido en la 39.ª semana para evitar que el feto crezca demasiado en el útero.

¿La diabetes gestacional tiene cura?

En la mayoría de los casos, la diabetes gestacional desaparece espontáneamente después del parto; sin embargo, estas madres tienen un alto riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 a lo largo de su vida si no controlan su peso, dieta y no practican actividad física regularmente.


Referencias


Autor(es)

Médico licenciado por la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ), con títulos de especialista en Medicina Interna por la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ) y de Nefrología por la Universidad Estadual de Río de Janeiro (UERJ) y por la Sociedad Brasileña de Nefrología (SBN). Actualmente vive en Lisboa, Portugal, tiene títulos reconocidos por la Universidad de Oporto y por el Colegio de Nefrología de Portugal.

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