Insomnio: qué es, causas y tratamiento

El insomnio es un trastorno del sueño caracterizado por la dificultad para conciliar el sueño o permanecer dormido. Puede afectar al bienestar y al rendimiento diario. Los tratamientos incluyen cambios de hábitos y, en algunos casos, medicación.
Dr. Pedro Pinheiro
Dr. Pedro Pinheiro

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Insomnio: qué es, causas y tratamiento

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Introducción

Insomnio es una palabra que proviene del latín y significa falta de sueño. El insomne, es decir, el individuo que sufre de insomnio, es aquel que presenta inmensas dificultades para llegar a dormir o no puede quedarse dormido por mucho tiempo. En ambos casos, el paciente sufre crónicamente de un sueño no restaurativo y parece incapaz de ser totalmente productivo durante el día.

En este artículo vamos a explicar qué es el insomnio, cuáles son las principales causas, cuáles son los síntomas y qué tipo de tratamiento el paciente puede recurrir para deshacerse de este problema.

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¿Qué es el insomnio?

El insomnio es un trastorno del sueño que afecta hasta un 10% de las personas en su forma crónica y hasta un 40% en la forma aguda.

Para caracterizarse como insomne, el paciente debe presentar las siguientes características:

  • Dificultad para dormir o dificultad para permanecer dormido durante una cantidad de horas suficiente para tener un sueño restaurador.
  • Presentar las dificultades descritas anteriormente, inclusive con suficiente tiempo y condiciones ideales para conseguir dormir.
  • Ausencia de sueño restaurador capaz de volver el paciente improductivo durante el día.

Si el individuo no tiene estas tres características, probablemente no tiene insomnio. Por ejemplo, los individuos que duermen pocas horas por noche, pero siguen siendo completamente productivos durante todo el día, no son insomnes.

También es importante distinguir el insomnio de la privación del sueño. Pacientes con privación de sueño son aquellos que quieren dormir, pero no consiguen por razones que van desde un ambiente ruidoso, incómodo o muy claro, hasta la imposibilidad de dormir por cuestiones profesionales. La principal diferencia entre insomnio y privación del sueño es el hecho de que, en el segundo caso, el paciente puede dormir si se da la oportunidad.

Otra situación que no se considera insomnio son los casos de algunas personas que tienen el ritmo circadiano (reloj natural) diferente de lo usual, siendo productivas durante la noche y somnolientas durante el día. Estos individuos tampoco son insomnes porque, durante la mañana y la parte de la tarde, duermen un sueño restaurativo a punto de ser de nuevo productivos durante la noche.

Causas

Hay docenas de causas para el insomnio. En general, suelen categorizarlas en insomnio agudo e insomnio crónico.

Insomnio de corta duración

El insomnio agudo, también llamado insomnio transitorio o de corta duración, es una dificultad para dormir, que dura menos de 3 semanas, y generalmente se asocia con factores de estrés, tales como:

  • Cambios repentinos en el ambiente en el cual el individuo duerme. Cuestiones tales como ruido, temperatura, tipo de colchón, luminosidad, presencia de otras personas en la habitación, etc., pueden causar insomnio durante un breve periodo, hasta el paciente adaptarse al nuevo ambiente.
  • Aumento o disminución en el consumo de ciertas sustancias, como cafeína, nicotina, alcohol y drogas ilícitas.
  • Enfermedades agudas, especialmente aquellas que causan dolor, malestar o impiden el paciente de dormir acostado.
  • Estreses psicológicos, tales como divorcio, pérdida de empleo, muerte de un miembro de la familia, discusiones, presiones profesionales, etc.
  • Uso de ciertos medicamentos como los betabloqueantes, teofilina, corticoides, fluoxetina, bupropion, venlafaxina, levotiroxina, broncodilatadores y anfetaminas.
  • Suspensión, después de uso prolongado de fármacos que actúan sobre el sistema nervioso central, tales como antidepresivos o ansiolíticos.

El insomnio de corta duración generalmente se resuelve después de unas semanas. En algunas situaciones, sin embargo, el paciente puede solamente volver a un sueño normal después de la retirada del factor estresante.

Cualquier causa de insomnio agudo puede conducir a insomnio crónico si no se puede controlar el factor de estrés.

Insomnio crónico

El insomnio crónico se produce cuando el paciente tiene dificultad para dormir en por lo menos 3 días a la semana durante más de 4 semanas seguidas. Muchas veces el paciente está varios días sin poder dormir bien y luego presenta una noche de buen sueño aislado.

Las causas más comunes de insomnio crónico son:

Higiene del sueño deficiente

Contrario a lo que el nombre sugiere, lo que llamamos higiene del sueño nada tiene que ver con el paciente de hábitos de limpieza. La higiene del sueño es un conjunto de acciones a lo largo del día que favorecen el inicio del sueño por la noche.

Ejemplos de higiene del sueño deficiente son: consumir cafeína por la noche, practicar actividades físicas justo antes de dormir, no dormir a la misma hora todos los días, dar varias cabezaditas durante el día, especialmente después de las 15 horas, cenar muy tarde a la noche, estudiar o trabajar hasta muy tarde, etc.

Insomnio psicofisiológico

También llamado insomnio primario, es aquel insomnio que se presenta sin causa aparente.

Pacientes con insomnio psicofisiológico no consiguen relajarse en la cama y tienen gran actividad mental al intentar dormirse, pensando en varias cosas. En el momento de su intensa actividad mental, el paciente percibe que ya está hace mucho tiempo en la cama sin dormir y comienza a quedarse ansioso, creando un círculo vicioso que hace aún más difícil para él relajarse y poder dormir.

Con el tiempo, el paciente puede comenzar a asociar su cama o habitación con períodos de ansiedad. Algunos de ellos pueden volver a dormir si cambian el medio ambiente.

Enfermedades neurológicas

Las enfermedades neurodegenerativas, como la enfermedad de Parkinson y la enfermedad de Alzheimer también pueden ser causas de insomnio.

Insomnio paradójico

También llamado hipocondría del sueño, el insomnio paradójico es una falsa sensación de insomnio.

El paciente cree ser insomne, pero cuando estudiado por polisomnografía es posible descubrir que no solo logra dormir relativamente rápido, sino también presenta buenas horas de calidad del sueño. Sin embargo, al día siguiente, el paciente jura ter tardado para dormir y de haber tenido una noche de poco sueño.

Trastornos psiquiátricos

El insomnio crónico es muy frecuente en pacientes que sufren de problemas psiquiátricos, especialmente depresión, trastorno de ansiedad, abuso de sustancias o estrés postraumático.

Insomnio post Covid-19

Con la aparición de la pandemia de Covid-19 en 2020, una nueva causa de insomnio se ha vuelto común.

Alrededor del 5% de los pacientes que tuvieron Covid-19 informan haber desarrollado insomnio crónico después de la enfermedad. Este porcentaje se eleva al 7,5% en pacientes que precisaron ingreso en unidades de cuidados intensivos (UCI) y al 10% en pacientes que precisaron intubación y ventilación mecánica.

Síntomas

El paciente insomne generalmente presenta varios signos y síntomas durante el día derivados de la falta de un sueño restaurador a la noche. Entre los más comunes están:

  • Cansancio.
  • Somnolencia.
  • Falta de concentración.
  • Alteraciones de memoria.
  • Irritabilidad.
  • Ansiedad.
  • Dificultad para realizar tareas.
  • Aumento de accidentes.
  • Dolor de cabeza.
  • Síntomas gastrointestinales.
  • Problemas de relacionamiento.

Tratamiento

Inicialmente, el tratamiento del insomnio se realiza con terapia de comportamiento, incluyendo educación sobre técnicas de higiene del sueño y relajación.

Algunos consejos ayudan a mejorar el insomnio:

  • Conoce los hábitos de higiene de sueño.
  • No vayas a la cama sin tener sueño.
  • Utiliza la cama solamente para dormir. Evita comer, usa la computadora o ve la televisión en la cama.
  • Si después de 20 minutos no duermes, levántate y haz algo relajante, como leer o escuchar música suave.
  • Si no tienes sueño, evita permanecer en la claridad. El exceso de luz dificulta la llegada del sueño.
  • Busca acostarte todos los días a la misma hora, incluso en fines de semana.
  • Al despertar, si ya hubiera amanecido, levántate de la cama, aunque todavía esté soñoliento. Esto hará más fácil el sueño en la noche.
  • No des cabezaditas a la tarde.
  • Practica actividades físicas a lo largo del día, pero evita esfuerzos durante la noche.
  • Encuentra maneras para relajarte por la noche. Baño caliente, masajes, lectura, meditación o yoga pueden ayudar. Algunos pacientes refieren mejora con la acupuntura.
  • No dejes relojes cerca de ti para que no te quedes mirando la hora todo el tiempo.
  • Entienda que la ansiedad por no poder dormir hace el acto de dormir todavía más difícil.
  • No lleves problemas pendientes durante todo el día a la cama.

Cabe destacar que algunos de estos consejos deben ser aplicados durante varios días antes de que sea posible notar alguna mejora.

En algunos casos, el uso de medicamentos para inducir al sueño es necesario. Algunas opciones para el tratamiento del insomnio incluyen:

  • Ansiolíticos benzodiazepinas: triazolam, estazolam, lorazepam, temazepam y flurazepam.
  • Ansiolíticos no benzodiazepinas: zolpidem, zopiclone, zaleplon y eszopiclone.
  • Agonistas de la melatonina: ramelteón (Rozerem®).
  • Antidepresivos: amitriptilina, trazodone, doxepina, (indicados solamente si el paciente tiene depresión asociada con el insomnio).

La valeriana es un medicamento vendido sin receta que es ampliamente utilizado por los pacientes para ayudar a dormir; sin embargo, hay poca evidencia científica para indicar su uso para el tratamiento del insomnio.

La melatonina es una opción viable para algunos tipos de insomnio.


Referencias


Autor(es)

Dr. Pedro Pinheiro

Médico licenciado por la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ), con títulos de especialista en Medicina Interna por la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ) y de Nefrología por la Universidad Estadual de Río de Janeiro (UERJ) y por la Sociedad Brasileña de Nefrología (SBN). Actualmente vive en Lisboa, Portugal, tiene títulos reconocidos por la Universidad de Oporto y por el Colegio de Nefrología de Portugal.

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