Introducción
La testosterona es la hormona sexual masculina. En el hombre, su producción se realiza principalmente por los testículos, mientras que en las mujeres pequeñas cantidades son producidas por los ovarios y la glándula suprarrenal.
La testosterona desempeña un papel clave en la salud y en el desarrollo del hombre a lo largo de su vida, desde de la etapa fetal hasta la vejez.
Muchas de las características que hacen que un macho de la especie humana tenga la apariencia de un hombre proviene de la acción de la testosterona en el cuerpo, incluyendo la mayor presencia de vellos por el cuerpo, voz más gruesa, mayor masa muscular, mayor estatura, desarrollo del pene y testículos, etc.
Debido a su efecto positivo en el anabolismo muscular, desde de la mitad del siglo XX, la testosterona pasó a ser utilizada como un suplemento para deportistas que buscan la mejor performance de los deportes y de la gente que quiere aumentar su masa muscular.
Por desgracia, los efectos anabólicos de la testosterona vienen siempre acompañados de un efecto androgénico (masculinizante), que cuando presente en exceso puede traer diversos problemas de salud, como veremos más adelante.
¿Qué es la testosterona?
La testosterona es una hormona androgénica esteroide anabólica, es decir, es un lípido sintetizado a partir de colesterol (esteroide), producida por glándulas y con acción reguladora sobre la fisiología celular (hormona), cuyas acciones principales son promover la masculinización (efecto androgénico) y la síntesis de moléculas complejas a partir de las moléculas más simples (efecto anabólico).
Las tres principales sustancias esteroides producidas por nuestro cuerpo son los andrógenos, los estrógenos y los corticoesteroides.
Los andrógenos, cuyo representante principal es la testosterona, son responsables del desarrollo de características masculinas. Los estrógenos son las hormonas responsables del desarrollo de características femeninas. Ya los corticoesteroides son responsables de una gran variedad de funciones esenciales en nuestro cuerpo, que involucran los sistemas inmunológico, cardiovascular, metabólico y hemostático (Lee: Glucocorticoides – Para Que Se Toma y Efectos Secundarios).
Las mujeres producen grandes cantidades de estrógeno por los ovarios y una pequeña cantidad de testosterona en la glándula suprarrenal y en los ovarios. Por otro lado, los hombres producen grandes cantidades de testosterona en los testículos y una pequeña cantidad de estrógeno en el hígado, tejido adiposo y en el cerebro.
La producción de testosterona por los testículos es estimulada por la LH (hormona luteinizante), que es una hormona producida por la hipófisis (También llamada glándula pituitaria), una glándula presente en el cerebro. Cada vez que la hipófisis aumenta la liberación de LH, los testículos responden aumentando la producción de testosterona.
En los hombres, la producción de testosterona alcanza un máximo en tres distintas etapas de la vida. El primer máximo se produce durante el período fetal, específicamente en el segundo trimestre de embarazo, y tiene como objetivo desarrollar el feto con las características físicas masculinas.
Más adelante aún en el primer año de vida de los niños, la testosterona vuelve a subir, pero no se percibe ningún efecto evidente en el cuerpo del bebé. Se imagina que esto máximo servirá para «masculinizar» el cerebro de los niños, dando forma a algunos comportamientos que son característicos del sexo masculino.
El tercer máximo, que es el más obvio de todos, se produce durante la pubertad, dando lugar a varios cambios, como cambiar la voz, aumento de los vellos corporales, maduración genital, producción de espermatozoides por los testículos, piel más gruesa y grasosa, aumento de la libido, crecimiento óseo, aumento de la masa muscular y la reducción de la grasa corporal.
Deficiencia de testosterona
El nivel sanguíneo normal de testosterona en los hombres adultos es de 240-950 ng/dL (el valor de referencia puede variar ligeramente dependiendo del laboratorio).
A partir de los 40 años de edad, la producción natural de testosterona comienza a caer a un ritmo de aproximadamente un 1% al año.
En algunos hombres, esto ritmo de caída es mayor, por lo que llegan a los 60-70 años con una deficiencia de testosterona, que es un cuadro similar al que ocurre en la menopausia, llamado andropausia o hipogonadismo masculino tardío.
Hipogonadismo es un problema que se presenta cuando el cuerpo no produce cantidades adecuadas de testosterona, ya sea debido a un problema con los testículos o porque la glándula pituitaria no produce niveles adecuados de LH.
El hipogonadismo no aparece solamente en los pacientes ancianos, puede estar presente desde la vida fetal, como en los casos de hipogonadismo de origen genético, o durante la pre-adolescencia, que puede ser causada por diversas enfermedades o por el uso de fármacos.
Cuando el hipogonadismo surge en el feto es común existir mal formaciones genitales. Cuando aparece en pre-adolescentes, el paciente no entra en la pubertad y no desarrolla los caracteres sexuales secundarios que se presentan a menudo durante este período.
Cuando el hipogonadismo aparece en los hombres adultos, los síntomas son menos claros y pueden confundirse con el proceso natural de envejecimiento. Algunos ejemplos:
- Reducción de la libido.
- Disfunción eréctil.
- Pérdida de masa ósea.
- Reducción de masa muscular.
- Aumento del porcentual de grasa corporal.
- Depresión del humor.
- Cambios de memoria.
- Caída de rendimiento en el trabajo.
Suplementación
El uso de suplementos de testosterona se utiliza generalmente por los hombres que tienen cierto grado de hipogonadismo o que deseen aumentar su rendimiento deportivo, ya sea para obtener mejores resultados en los deportes o simplemente facilitar el aumento de masa muscular.
La suplementación para hombres mayores con sospecha de la andropausia es aún un tema controvertido. Actualmente, la suplementación solamente está indicada si el paciente tiene síntomas relevantes de hipogonadismo y los niveles sanguíneos bajos de testosterona (menos de 200 ng/dL) medidos en tres oportunidades diferentes durante las mañanas.
Hay varias opciones de testosterona sintética en el mercado, que van desde inyecciones, geles y parches de piel incluso. Algunos ejemplos:
- Durateston (propionato de testosterona, fenilpropionato de testosterona, decanoato de testosterona e isocaproato de testosterona): ampollas de 250 mg para administración intramuscular a cada 3 semanas.
- Nebido (Undecilato de Testosterona): ampollas de 1000 mg para administración intramuscular a cada 10 a 14 semanas.
- Deposteron (cipionato de testosterona): ampollas de 200 mg para administración intramuscular a cada semana.
- Androxon (Undecilato de Testosterona): cápsulas de 40 mg para administración por vía oral, 2 a 4 cápsulas al día divididas en 2 tomas diarias.
- Axeron (testosterona): solución tópica con bomba de aplicación (3mg/1,5ml) para aplicación en las axilas de 30 a 120 mg al día.
- AndroGel (testosterona): gel a 1% con sobres de 50 mg para aplicación en la piel de los hombros, brazos o abdomen diariamente.
Testosterona como esteroide anabólico
Personas que usan suplementos de testosterona como un medio para ganar masa muscular más rápidamente o para mejorar su rendimiento deportivo desean ter los efectos anabólicos con el mínimo posible de efectos androgénicos.
En general, los principales esteroides anabólicos no son compuestos por la propia testosterona, sino por precursores o derivados de la testosterona.
Algunos de los más conocidos esteroides anabólicos androgénicos son:
- Nandrolona Decanoato (Deca-Durabolin).
- Estanozolol (Winstrol o Winstrol Depot).
- Androstenediona (Andro).
- Dehidroepiandrosterona (DHEA).
- Oxandrolona (Anavar).
- Oximetolona (Anadrol-50 o Hemogenin).
- Dihidrotestosterona (DHT).
- Metandrostenolona (Dianabol).
- Fluoximesterona (Halotestin).
- Enantato de Metenolona (Primobolan).
- Trembolona (Fina).
Altas dosis de algunas hormonas androgénicas generalmente también causan aumento de los niveles de estrógeno, una vez que parte de la testosterona en exceso se convierte en hormona femenina.
Para evitar la ocurrencia de efectos secundarios asociados con el aumento del estrógeno, algunas personas asocian fármacos antiestrógenos, como el tamoxifeno, al uso de esteroides anabólicos.
Efectos adversos
La suplementación de testosterona o de sus derivados, ya sea como tratamiento de hipogonadismo o como droga anabolizante, puede traer una serie de complicaciones, especialmente si se toma en dosis altas y durante largos períodos.
Los principales efectos secundarios asociados con el uso de las hormonas androgénicas son:
- Aumento del colesterol.
- Hipertensión arterial.
- Hipertrofia cardíaca.
- Aumento del riesgo de infarto agudo de miocardio.
- Retención de líquidos.
- Aumento de oleosidad de la piel.
- Mal olor.
- Acné.
- Calvicie.
- Reducción en la producción de esperma.
- Ginecomastia (crecimiento de mama en los hombres).
- Aumento del volumen de la próstata.
- Aumento del riesgo de cáncer de próstata.
- Interrupción del crecimiento en adolescentes.
- Hepatitis medicamentosa.
- Atrofia testicular.
Efectos secundarios en las mujeres
Por razones obvias, los efectos adversos de los anabólicos androgénicos son mucho más comunes e intensos en mujeres que en hombres, sobretodo en la estética.
Entre los efectos más relevantes incluyen:
- Aumentado del vello corporal y facial.
- Ronquera de la voz.
- Hipertrofia del clítoris.
- Cambios menstruales.
- Infertilidad.
- Calvicie.
- Atrofia de las mamas.
- Acné.
Niveles naturalmente aumentados de testosterona
Algunos pacientes, tanto hombres como mujeres, pueden tener altos niveles de testosterona de forma natural, sin la influencia de los suplementos.
En general, es un signo de que alguna enfermedad está estimulando la producción de andrógenos. Las principales causas son:
- Cáncer del testículo.
- Cáncer de la suprarrenal.
- Cáncer del ovario.
- Síndrome de ovario poliquístico.
Referencias
- Anabolic androgenic steroids: a survey of 500 users – Medicine and science in sports and exercise.
- What are anabolic steroids? – National Institute on Drug Abuse.
- Use of androgens and other hormones by athletes – The Lancet.
- ACOG Committee Opinion No. 484: Performance enhancing anabolic steroid abuse in women – American College of Obstetricians and Gynecologist.
- Testosterone: Drug information – UpToDate.
- Use of androgens and other hormones by athletes – UpToDate.
- Testosterone treatment of male hypogonadism – UpToDate.
- Approach to older men with low testosterone – UpToDate.
Autor(es)
Médico licenciado por la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ), con títulos de especialista en Medicina Interna por la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ) y de Nefrología por la Universidad Estadual de Río de Janeiro (UERJ) y por la Sociedad Brasileña de Nefrología (SBN). Actualmente vive en Lisboa, Portugal, tiene títulos reconocidos por la Universidad de Oporto y por el Colegio de Nefrología de Portugal.