Trastorno de pánico (ataque de pánico): que és y tratamiento

Dr. Pedro Pinheiro

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¿Qué es el trastorno de pánico?

El trastorno de pánico es una condición psiquiátrica muy común, que se caracteriza por el surgimiento espontáneo, repentino e inesperado de ataques de pánico recurrentes.

Tener uno o dos ataques de pánico durante toda la vida, especialmente si provocados por situaciones de estrés, no se considera un trastorno psiquiátrico. Para ser trastorno de pánico, el paciente precisa tener repetidos episodios de crisis y estar siempre aprensivo en relación a la aparición del próximo ataque.

El trastorno de pánico es un trastorno que forma parte de un grupo de trastornos psiquiátricos conocidos como trastornos de ansiedad, que también forman parte el trastorno de ansiedad generalizada, fobia social, agorafobia y otras fobias específicas.

¿Qué es un ataque de pánico?

Un ataque de pánico es un evento que causa intenso miedo, aparece repentinamente y, generalmente, no se relaciona a ninguna causa aparente. Cada crisis puede tener duración de varios minutos hasta una hora.

Durante los ataques de pánico, el paciente presenta una serie de signos y síntomas físicos que le hace pensar que él pode morir o entrar en colapso en cualquier momento.

Hasta 1/3 de la población puede presentar un solo episodio de ataque de pánico, que generalmente se va y nunca más vuelve. Ya el trastorno de pánico afecta alrededor del 3% de las personas, siendo dos veces más común en mujeres que en hombres.

Una característica importante del trastorno de pánico es el hecho del paciente estar persistentemente preocupado con el retorno de las crisis, incluso cuando se siente bien.

El miedo de tener ataques de pánico otra vez es tan grande que el paciente cambia a menudo su rutina diaria. Situaciones que él identifica como potenciales desencadenantes de los ataques son evitados a toda costa, incluso si eso significa que el paciente necesite perjudicarse socialmente o profesionalmente.

Más del 40% de los pacientes con trastorno de pánico también tienen algún otro trastorno psiquiátrico, siendo la depresión, la agorafobia, el trastorno de ansiedad generalizada y el estrés postraumático las asociaciones más comunes.

Causas

Como ocurre con todas las enfermedades de origen psiquiátrico, todavía no sabemos exactamente lo que causa el trastorno de pánico.

Por alguna razón aún no bien entendida, pacientes con trastorno de pánico presentan desequilibrios en el funcionamiento de sus neurotransmisores, que llevan el paciente a tener miedos repentinos, incluso cuando no hay ninguna razón aparente.

Muchas crisis de pánico son provocadas por una mala interpretación del cerebro frente a situaciones triviales. Un inocente dolor de cabeza o abdominal, por ejemplo, pode ser suficiente para que el paciente piense que algo de malo está sucediendo, provocando un ataque de pánico.

Sabemos que los factores genéticos y ambientales son dos componentes importantes en el desarrollo de la enfermedad. La génesis del trastorno de pánico generalmente está relacionada con el binomio: predisposición genética + acontecimiento traumático que sirve como disparador para la aparición de la enfermedad.

Entre los factores de riesgo para el trastorno de pánico incluyen:

  • Historia familiar positiva.
  • Adversidades en la infancia.
  • Tener otros trastornos psiquiátricos
  • Tener una personalidad ansiosa.
  • Estrés familiar, social o profesional persistente.
  • Historia de traumas personales, como robos o accidentes automovilísticos.

Síntomas

Según el Manual de Clasificación de los Trastornos Mentales de la Asociación Americana de Psiquiatría (DSM-5), para el paciente ser considerado portador de trastorno de pánico debe haber tenido al menos una de las dos situaciones a continuación:

  • Cuatro o más ataques de pánico durante un período de 4 semanas.
  • Uno o más ataques de pánico seguidos por al menos un mes de miedo persistente de tener otra crisis.

Los típicos signos y síntomas de un ataque de pánico incluyen:

  • Palpitaciones o corazón acelerado.
  • Sudoración.
  • Temblor.
  • Sentir dificultad para respirar.
  • Respiración acelerada.
  • Dolor o malestar en el pecho.
  • Sensación de dificultad para tragar.
  • Náuseas.
  • Dolor o malestar abdominal.
  • Dolor de cabeza.
  • Mareos.
  • Despersonalización (sentirse separado de sí mismo).
  • Miedo de perder el control.
  • Miedo de enloquecer.
  • Miedo de morir.
  • Sensaciones de hormigueo en la cara o en los miembros.
  • Escalofríos o sofocos.

Los síntomas descritos anteriormente surgen de repente, llegan a su pico en unos pocos minutos y pueden durar hasta 1 hora. Algunos pacientes pueden presentar más de una crisis al día.

Los síntomas físicos de trastorno de pánico pueden llevar al paciente a buscar, frecuentemente, los servicios de emergencia de los hospitales porque, para él, los síntomas son reales e indican una manifestación de enfermedad física severa.

Individuos jóvenes y sin factores de riesgo cardiovascular que con frecuencia buscan ayuda médica con quejas de dolor torácico y sospecha de estar teniendo un infarto a menudo tienen trastorno de pánico y aún no lo saben.

Algunos pacientes pasan años yendo a los servicios de emergencia hasta que finalmente alguien identifica el origen psicológico de su problema.

Los ataques de pánico son eventos tan desagradables que el paciente con trastorno de pánico se queda aterrorizado ante la idea de tener otro ataque.

Este miedo hace que el paciente pase a evitar cualquier situación que considere potencialmente peligrosa. Si en la primera crisis el paciente ha estado en un restaurante en particular, por ejemplo, puede no sólo negarse a volver a este sitio para el resto de la vida, sino también puede tener gran dificultad para visitar cualquier otro restaurante durante mucho tiempo.

Agorafobia

La agorafobia es un trastorno psiquiátrico asociado también al trastorno de pánico. Ella se caracteriza por el miedo del paciente de estar en situaciones en que no puede obtener ayuda o no pueda llegar fácilmente a su casa, caso tenga un ataque de pánico.

El paciente siente ansiedad si cree que no tiene el control completo de la situación, haciendo que evite situaciones triviales, como ir al cine, viajar en avión, autobús, viajar a lugares lejos de casa, ir a eventos donde hay multitudes, etc.

Pronóstico

Como el paciente sabe que las crisis  pueden desencadenar en cualquier momento y sin una causa aparente, él puede empezar a imponer varios límites, restringiendo su vida social y profesional.

Con el tiempo, puede cambiar su personalidad, volviéndose cada vez más pasivo y dependiente de su familia.

El trastorno de pánico es una enfermedad crónica cuya severidad puede flotar al largo de los años. A largo plazo, los pacientes pueden exhibir las siguientes características:

  • Son más propensos al uso abusivo de alcohol y de otras drogas.
  • Gastan menos tiempo en pasatiempos, deportes y otras actividades satisfactorias.
  • Presentan mayor dificultad para mantener empleos.
  • Tienden a ser económicamente dependiente de otros.
  • Refieren a sentirse emocionalmente y físicamente menos sanos que otras personas.
  • Evitan conducir coches, especialmente si es para largas distancias.

Con el tratamiento adecuado, sin embargo, el individuo puede permanecer funcional y llevar una vida normal o casi normal, con pocas restricciones.

Tratamiento

El trastorno de pánico se trata generalmente con una combinación de psicoterapia y medicación.

Terapia cognitivo-conductual (TCC)

La TCC ayuda al paciente a comprender cómo los problemas, pensamientos, sentimientos y comportamientos lo afectan.

La terapia cognitivo-conductual implica, generalmente, una consulta semanal con terapeuta especializado, con una duración en promedio de 1 hora. Los resultados del tratamiento empiezan a ser vistos después de unas semanas o meses.

Terapia farmacológica

Los fármacos de primera línea son los antidepresivos inhibidores selectivos de serotonina (ISRS), tales como escitalopram, citalopram, sertralina, paroxetina o fluoxetina o los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina y de noradrenalina (ISRSN), como la venlafaxina.

Es importante aclarar al paciente que los antidepresivos tardan dos semanas para empezar a funcionar.

Las benzodiacepinas, como el clonazepam, alprazolam o diazepam, son medicamentos ansiolíticos que tienen acción rápida y ayudan a controlar los síntomas de un ataque de pánico.


Referencias


Autor(es)

Médico licenciado por la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ), con títulos de especialista en Medicina Interna por la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ) y de Nefrología por la Universidad Estadual de Río de Janeiro (UERJ) y por la Sociedad Brasileña de Nefrología (SBN). Actualmente vive en Lisboa, Portugal, tiene títulos reconocidos por la Universidad de Oporto y por el Colegio de Nefrología de Portugal.

Psiquiatra e investigadora del Laboratorio Interdisciplinario de Investigación en Atención Primaria de Salud (LIPAPS). Profesora Asistente, Disciplina de Psicología Médica, Facultad de Ciencias Médicas, Universidad del Estado de Rio de Janeiro (FCM/UERJ). Coordinadora del Centro de Salud Mental de la Policlínica Piquet Carneiro/UERJ.

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