Varices en las piernas: causas, síntomas y tratamiento

Dr. Pedro Pinheiro
Dr. Pedro Pinheiro

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Varices en las piernas: causas, síntomas y tratamiento

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¿Qué son las varices?

Las varices o venas varicosas son venas retorcidas y dilatadas que surgen debido a la enfermedad de estos vasos. Al contrario de lo que puedas pensar, las varices en las piernas no son solo un problema estético. La presencia de una vena varicosa indica una vena enferma y suele ser el primer signo de insuficiencia venosa crónica.

Para que podamos entender la causa de las varices y cuáles son sus potenciales complicaciones, es necesario entender cómo funcionan las venas.

Nuestra sangre es transportada por dos tipos de vasos: arterias y venas. La arteria es el vaso que lleva la sangre rica en oxígeno lejos del corazón, en dirección al resto del cuerpo, nutriendo órganos y tejidos. La vena es el vaso que trae la sangre de regreso al corazón y los pulmones para que éste pueda recibir oxígeno nuevamente.

La sangre llega a las piernas a través de las arterias y sube de regreso al corazón por medio de las venas. Las venas de las piernas trabajan contra la gravedad. Podemos decir que las varices son un efecto colateral de nuestro proceso evolutivo que nos permitió andar de pie sobre las dos piernas. Cuando nos hicimos bípedos, nuestro corazón pasó a estar lejos de nuestros miembros inferiores, lo cual dificultó mucho el retorno de la sangre al mismo. Pero ¿cómo es, entonces, que esta sangre sube?

El trabajo de bombeo del corazón, por sí solo, no es suficiente para vencer la gravedad. En realidad, las venas poseen un mecanismo que facilita su trabajo: las válvulas venosas.

Válvulas venosas
Válvulas venosas

Las válvulas venosas son mecanismos de seguridad que funcionan como compuertas, impidiendo que la sangre refluya. De este modo, la sangre sigue siempre en una única dirección.

Ahora imagine que estas válvulas queden inservibles. La sangre que debería subir comienza a retornar hacia abajo y a acumularse con la sangre nueva que está subiendo. No es difícil saber el porqué de la dilatación de las venas. Este es el mecanismo básico de las varices, venas enfermas que se tornan dilatadas y retorcidas por incapacidad de drenar la sangre en dirección al corazón.

Como las venas periféricas de las piernas se encuentran muy próximas a la piel, cualquier retorcimiento o dilatación se torna fácilmente perceptible.

Además de las válvulas, nuestros miembros inferiores tienen dos trucos más bajo la manga:

1. Bomba plantar: cada vez que pisamos, el impacto de la planta del pie con el suelo provoca un bombeo mecánico de sangre acumulada en los pies.

2- Bomba de la pantorrilla: además de la bomba plantar, cuando pisamos, usamos la musculatura de la pantorrilla. Del mismo modo, la contracción de estos músculos impulsa la sangre venosa hacia arriba.

Resumiendo: son tres los mecanismos que facilitan el retorno de la sangre hacia el corazón: presencia de las válvulas en las venas, bomba plantar y bomba de la pantorrilla, estas dos últimas se suman cuando caminamos.

Factores de riesgo

Cerca del 25% de las mujeres y 15% de los hombres presentan varices en las piernas. Como ya se ha explicado, las varices surgen cuando ocurre un estancamiento de la sangre de las venas, en general, por incompetencia de las válvulas venosas.

Los principales factores de riesgo son:

  • Sexo femenino: la presencia de algunas hormonas femeninas, como la progesterona, causan dilatación de las venas y favorecen la incompetencia valvular.
  • Edad: las varices surgen a partir de los 30 años y van apareciendo más con la vejez. Las venas más viejas y sometidas al trabajo contra la gravedad hace decenas de años están más propensas de quedar enfermas.
  • Historial familiar: la presencia de varices suele ser una tendencia familiar. Existe un componente genético facilitando el aparecimiento de las mismas en algunas personas.
  • Obesidad: cuanto más pesados somos, mayor resulta la presión sobre las venas.
  • Tabaquismo: el cigarro agrede la pared de los vasos, tornándolos enfermos.
  • Embarazo: el aumento de las hormonas, asociado a un mayor volumen de sangre circulante y a la compresión de las venas intraabdominales por un útero cada vez mayor, favorecen el surgimiento de las varices.
  • Sedentarismo: como ya se ha explicado, el acto de caminar facilita el retorno venoso, disminuyendo el estancamiento de la sangre dentro de las venas.
  • Traumas en las piernas: cualquier trauma que cause lesión en las venas puede tornarlas más débiles y susceptibles a las dilataciones.
  • Quedar de pie durante largos períodos: una persona en pie, sin caminar durante varias horas, está dificultando el retorno venoso y facilitando la aparición de varices.
  • Quedar varias horas sentado con las piernas dobladas: siéntese y cruce las piernas, tal como solemos hacerlo. Imagine sus vasos como una manguera. Si usted queda durante varias horas seguidas con las piernas cruzadas, la sangre continuará necesitando vencer la gravedad para subir, sólo que, además de eso, los vasos no están rectos como en la posición en pie, pero sí con un trayecto retorcido.
  • Píldoras anticonceptivas: una vez más, la variación hormonal es un factor responsable por las varices.

Síntomas

Las varices son normalmente venas retorcidas y dilatadas que no causan mayores síntomas, salvo la incomodidad estética. Surgen siempre en las venas más superficiales, por ello son tan aparentes.

Cuando son grandes, las varices pueden sangrar después de sufrir traumas o formar pequeños trombos, un cuadro denominado de tromboflebitis.

Las varices, cuando son múltiples, pueden ser una de las manifestaciones de la llamada insuficiencia venosa crónica. Cuando varias venas se tornan insuficientes y varicosas, la sangre comienza a quedar retenida en los miembros inferiores, causando incomodidad, sensación de peso, dolor local, edemas, oscurecimiento de la piel y, en casos avanzados, la aparición de úlceras e infecciones de piel.

En realidad, se deben encarar las varices como un estadio intermedio de la insuficiencia venosa, que puede ser dividida en las siguientes fases:

Telangiectasias o arañas vasculares

Las telangiectasias son pequeñas venas moradas, muy finas, que surgen en la fase inicial de la insuficiencia venosa.

telangiectasias
Telangiectasias

Las telangiectasias son señales de enfermedad de las pequeñísimas venas superficiales que quedan justo debajo de la piel. Son una especie de microvarices.

En esta fase, no suele haber otras señales y síntomas, excepto la aparición de las propias telangiectasias.

Varices

El surgimiento de las varices indica que la dificultad en retornar la sangre ya afectó venas mayores. El paciente puede tener una única varice o, en fases más avanzadas de la enfermedad, presentar varias varices.

Edemas

Cuantas más varices existan, más obvia es la insuficiencia venosa. La sangre que no logra retornar hacia el resto del cuerpo queda estancada en las piernas, lo cual causa la aparición de los edemas (hinchazones).

En las fases iniciales, el edema suele aparecer en los tobillos y solamente al final del día, cuando el paciente ya pasó varias horas de pie. Conforme la enfermedad avanza, la hinchazón puede tornarse persistente, pudiendo acometer toda la pierna.

Varices en la pierna
Varices en la pierna

Cuando ya existe edema, pueden haber otros síntomas como peso en las piernas, calambre nocturnos, sensación de quemazón, comezón y dolor en el trayecto de las varices.

Alteraciones de la piel

Además del edema, la retención de sangre de los miembros inferiores puede causar alteración de coloración de la piel, dejándola más oscura y morada.

Las pequeñas venas y capilares dañados de las piernas permiten la extravasación de los glóbulos rojos que, al ser destruidos, liberan sus pigmentos rojos que acaban depositándose en la piel.

Insuficiencia venosa crónica: sequedad y oscurecimiento de la piel
Insuficiencia venosa crónica: sequedad y oscurecimiento de la piel

En esta fase, la piel puede sufrir alteraciones en su textura, quedando reseca e inflamada, lo cual recibe el nombre de dermatitis de estasis. Esta dermatitis se caracteriza por un engrosamiento de la piel asociado a la descamación, erosión y pérdida de líquidos por los poros.

En esta fase, la piel se torna vulnerable, facilitando la invasión de la misma por bacterias y el desarrollo de infecciones, como erisipela o celulitis.

Úlceras

El último estadio de la insuficiencia venosa es la aparición de úlceras en la piel. Pueden ser únicos o múltiples y se ubican preferentemente cerca del tobillo, el sitio de mayor estasis.

Las úlceras normalmente aparecen después de pequeños traumas y se forman debido a la fragilidad de la piel y de los vasos.

Úlcera venosa
Úlcera venosa

Si no se tratan, las úlceras continúan creciendo de modo circunferencial, pudiendo tornarse lesiones gigantes y frecuentes puntos susceptibles a las infecciones.

¿Cómo evitar varices?

Como ya se puede entender, la aparición de las varices y telangiectasias es un estadio inicial que puede evolucionar hacia una insuficiencia venosa crónica. Es importante que los pacientes con estas alteraciones perciban que sus venas de los miembros inferiores comienzan a dar señales de falencia.

En las fases iniciales, algunas alteraciones en los hábitos de vida son importantes. Se debe parar de fumar y evitar largos periodos sentado o de pie, se deben practicar ejercicios con frecuencia, principalmente caminatas para estimular la bomba plantar y la bomba de la pantorrilla. Si usted tiene sobrepeso, adelgace.

Ejercicios como la musculación, si son realizados de forma correcta, no causan varices. Depilarse las piernas tampoco tiene influencia. Subir escaleras no es malo, por el contrario, el impacto de los pies en los peldaños favorece el retorno venoso.

En pacientes con predisposición genética muy fuerte, lo ideal es buscar otros métodos contraceptivos que no sean las píldoras anticonceptivas.

Tratamiento

Si ya existen varices, los consejos descritos arriba son esenciales, pero, aisladamente, pueden no ser suficientes.

Si ya existen señales de varices o telangiectasias, el uso de medias compresivas ayuda bastante. Las medias deben ser usadas durante todo el día, principalmente en las horas en que se permanece mucho tiempo de pie. Las medias deben ser justas, pero no muy apretadas. Lo ideal es buscar orientación de un angiólogo o cirujano vascular a la hora de escoger las medias más adecuadas.

Acostarse con las piernas levantadas arriba del nivel del corazón durante 30 minutos, tres o cuatro veces por día, también es importante.

Algunos medicamentos, cuando se usan junto a las medidas descritas arriba, ayudan al control de las varices. Los más usados son la pentoxifilina y el Daflon®.

Los diuréticos deben ser evitados. Cuando se usan, debe ser por poco tiempo, ya que pueden empeorar los edemas.

Muchas veces, sin embargo, es necesario el tratamiento quirúrgico de las varices. Las principales modalidades son:

Escleroterapia para varices

Es un procedimiento usado para varices de tamaño pequeño, donde el médico inyecta sustancias que causan esclerosis (destrucción y cicatrización) de la vena seleccionada. Como esta vena deja de recibir sangre, se torna inútil y, con el tiempo, el cuerpo la elimina. Es una técnica que necesita de repeticiones, pero prescinde de la anestesia y puede ser realizada en el propio consultorio. Sin embargo, para que sea efectiva, debe ser realizada por médicos debidamente capacitados.

Cirugía a láser para varices

Se usa también en pequeñas varices y telangiectasias, consiste en la destrucción de estos pequeños vasos a través de la aplicación de láser. Es un procedimiento que no necesita de aguja o incisiones. No es tan bueno como la escleroterapia y no son todos los tipos de piel que pueden recibir los pulsos del láser. Funciona mejor en las telangiectasias.

Ablación por catéteres de las varices

Indicado en varices de mayor calibre. Un pequeño tubo (catéter) es insertado dentro de la várice, que puede ser destruida por calor (láseres endovenosos) o por radiofrecuencia.

Cirugía para varices

Consiste en la retirada quirúrgica de la vena varicosa. Actualmente este tipo de cirugía se hace con mínimas incisiones y la hospitalización no suele pasar de un día. Cuando las varices son muy pequeñas, este procedimiento puede llevarse a cabo de forma ambulatoria.

Independientemente de la técnica, la destrucción o retirada de la vena varicosa no trae ningún problema a las piernas, ya que la vena tratada ya no funciona bien. El flujo de sangre es automáticamente desviado hacia otras venas colaterales y profundas. Una vena varicosa no hace falta.

Las varices tratadas no aparecen de nuevo. Lo que puede ocurrir es el surgimiento de nuevas varices. Es importante entender que los tratamientos descritos arriba apenas eliminan las varices existentes, pero no interfieren en el proceso que las causa.

Preguntas comunes

¿Qué son las venas varicosas?

Las venas varicosas son venas enfermas que, por defecto en su sistema de válvulas, ya no pueden drenar la sangre correctamente.

¿Qué apariencia tiene una vena varicosa?

Las venas varicosas suelen ser venas violáceas más visibles con algunos «bultos» en su camino, que son las válvulas defectuosas.

¿Todas las venas más visibles de las piernas son varices?

No. En personas delgadas y/o musculosas, es perfectamente posible ver venas sanas a lo largo de la pierna.

¿Por qué aparecen las varices?

Ya se han identificado varios factores de riesgo, siendo los más importantes: edad mayor de 30 años, género femenino, antecedentes familiares, estar de pie o sentado por mucho tiempo, obesidad y tabaquismo.

¿Las varices duelen?

El dolor en las piernas es una queja frecuente de las personas con venas varicosas. También son comunes la sensación de pesadez y/o ardor en las piernas.

¿Qué es la insuficiencia venosa de miembros inferiores?

Insuficiencia venosa de los miembros inferiores es el nombre que le damos a la enfermedad del sistema venoso de las piernas, que se vuelve incapaz de drenar correctamente la sangre de los miembros inferiores al corazón. La presencia de venas varicosas es uno de los signos de insuficiencia venosa.

¿Cómo detectar la insuficiencia venosa en etapas tempranas?

El primer signo clínico de la enfermedad de las venas de las piernas es la telangiectasia. Estas lesiones pueden considerarse microvarices y son el primer estadio de la insuficiencia venosa.

¿Pueden las venas varicosas mejorar espontáneamente sin tratamiento?

Por lo general, no. El momento ideal para actuar sobre los factores de riesgo modificables, como el uso de anticonceptivos, permanecer muchas horas de pie o sentado y fumar, es durante la etapa inicial de la insuficiencia venosa, es decir, cuando aparecen las primeras microvarices.

Cuando ya hay grandes varices visibles, la condición tiende a empeorar si no hay un tratamiento adecuado.

¿Cuáles son las complicaciones más graves de las venas varicosas?

Siempre es importante tener en cuenta que las venas varicosas son signos de una condición llamada insuficiencia venosa de los miembros inferiores. Las complicaciones surgen como consecuencia del empeoramiento de esta insuficiencia. Las más graves son las ulceraciones de la piel y la trombosis de las venas de los miembros inferiores.

Tengo venas varicosas desde hace años y mis piernas ahora se están oscureciendo. ¿Lo que esto significa?

El oscurecimiento de la piel de las piernas es un signo de insuficiencia venosa crónica. Este cambio de color se debe a la estasis prolongada de sangre en las venas de las piernas, lo que facilita la fuga de pigmentos de la sangre a la piel.

¿Cuál es el mejor tratamiento para las varices?

Depende del grado de enfermedad. Los casos discretos pueden tratarse solo con cambios en el estilo de vida y medias elásticas. Los casos más avanzados necesitan intervención médica. Las más utilizadas son la cirugía Láser, la escleroterapia y la cirugía convencional.

Cuando se destruye una vena varicosa, ¿no estamos empeorando la situación, ya que hay una vena menos para drenar la sangre?

Cabe señalar que una vena varicosa es una vena enferma que ya no funciona correctamente. Ella no es necesaria. Además, cada vez que aparece una vena varicosa, las venas sanas naturalmente comienzan a recibir más sangre. Esta sobrecarga de trabajo ya ocurre independientemente de si se elimina la vena varicosa o no.

Tengo venas varicosas y una de ellas tenía un bulto doloroso. Ahora la vena está caliente y roja. ¿Qué puede ser esto?

Este es uno de los signos de tromboflebitis, es decir, formación de un trombo (coágulo) dentro de una de las venas varicosas. Esta complicación puede ocurrir cuando hay un traumatismo o cuando se permanece mucho tiempo en la misma posición, como en viajes largos en automóvil o avión.


Referencias


Autor(es)

Dr. Pedro Pinheiro

Médico licenciado por la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ), con títulos de especialista en Medicina Interna por la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ) y de Nefrología por la Universidad Estadual de Río de Janeiro (UERJ) y por la Sociedad Brasileña de Nefrología (SBN). Actualmente vive en Lisboa, Portugal, tiene títulos reconocidos por la Universidad de Oporto y por el Colegio de Nefrología de Portugal.

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