Hematospermia (sangre en el semen): causas y tratamiento

Dr. Pedro Pinheiro

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Hematospermia (sangre en el semen): causas y tratamiento

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¿Qué es la hematospermia?

Se denomina hematospermia o hemospermia a la presencia de sangre visible en el semen.

La hematospermia no es una afección muy común, solamente 1 de cada 100 hombres que acuden al urólogo lo hace por hematospermia, pero puede ser una fuente de ansiedad considerable en los pacientes y sus parejas. Los tumores o las enfermedades venéreas son las primeras cosas que suelen pasar por la mente de los pacientes que presentan eyaculación con sangre.

Sin embargo, rara vez la presencia de sangre en el esperma está relacionada con enfermedades graves, si bien, en los hombres de más de 40 años, la causa puede ser una patología más seria, lo que requiere una investigación con el urólogo.

Es importante destacar que la hematospermia es una afección diferente de la hematuria, que es la presencia de sangre en la orina. Tampoco es sinónimo de sangrado con secreción por la uretra. La hematospermia es una hemorragia que sólo se produce cuando el paciente eyacula.

Obviamente, si el paciente tiene una herida en la uretra, que es el canal que pasa por el interior del pene, puede tener hematuria, secreción uretral sanguinolenta y hematospermia, ya que toda la orina, secreción o semen que pasa por la uretra arrastra la sangre presente en la herida.

Anatomía del tracto genitourinario masculino

Cualquier lesión o alteración en algún punto del trayecto del líquido seminal durante el proceso de eyaculación puede provocar hematospermia. Por ello, un rápido repaso de la anatomía genitourinaria masculina relacionada con la eyaculación nos ayuda a comprender algunas de las principales causas de la presencia de sangre en el esperma.

Utilice la ilustración a continuación para seguir las explicaciones.

Anatomía del proceso eyaculatorio
Anatomía del proceso eyaculatorio

Los espermatozoides se producen en los testículos y se almacenan en el epidídimo, una estructura tubular situada en la parte posterior de cada testículo.

En el momento de la eyaculación, los espermatozoides fluyen desde el epidídimo hacia el conducto deferente, donde son impulsados y mezclados con los fluidos producidos por las vesículas seminales, la próstata y las glándulas bulbouretrales, también llamadas glándulas de Cowper.

El semen eyaculado a través de la uretra es el producto final de todos estos fluidos generados para transportar los espermatozoides. Cualquier lesión sangrante en cualquiera de estas estructuras puede ser el origen de la hematospermia.

Causas

Hasta hace unas décadas, la hematospermia no se consideraba una afección clínicamente relevante y se atribuía habitualmente a la abstinencia sexual prolongada, a la masturbación excesiva o a episodios de relaciones sexuales intensas, ya que no se encontraba una causa precisa hasta en el 70% de los casos.

Aunque estas tres situaciones citadas siguen considerándose causas de hematospermia, los avances en las técnicas de laboratorio e imagen médica permiten ahora determinar una causa más precisa en hasta el 85% de los casos de sangre en el semen, muchos de los cuales son benignos y transitorios.

Entre las causas habituales de hematospermia se encuentran las infecciones urogenitales, incluidas las enfermedades de transmisión sexual, como la clamidia, el herpes genital y la gonorrea, las cirugías y procedimientos urológicos, como la biopsia de próstata o la vasectomía, la radioterapia y los traumatismos o tumores urogenitales, principalmente de próstata o testículos.

Sólo alrededor del 5% de los pacientes mayores de 40 años que desarrollan hematospermia tienen algún tipo de tumor maligno. En los pacientes menores de 40 años, la probabilidad de que la hematospermia esté causada por algún cáncer es casi nula.

De forma más completa, algunas de las principales causas de la sangre en la eyaculación son:

  • Masturbación excesiva.
  • Sexo interrumpido antes de la eyaculación.
  • Sexo vigoroso.
  • Abstinencia sexual prolongada.
  • Prostatitis.
  • Uretritis.
  • Epididimitis.
  • Orquitis.
  • Inflamación de la vesícula seminal.
  • Infecciones de transmisión sexual (por ejemplo, gonorrea, clamidia, sífilis, tricomoniasis o herpes).
  • Tuberculosis genitourinaria.
  • Citomegalovirosis.
  • Cálculos de la vesícula seminal, el conducto eyaculador, la próstata, la uretra o la vejiga.
  • Pólipos adenomatosos de la uretra.
  • Condiloma acuminado.
  • Hiperplasia prostática benigna.
  • Leiomioma de la vesícula seminal.
  • Carcinoma de la vesícula seminal, próstata, testículo o epidídimo.
  • Sarcoma de la vesícula seminal.
  • Traumatismo en el perineo, genitales o pelvis.
  • Biopsia prostática.
  • Cirugías prostáticas.
  • Braquiterapia o crioterapia prostática.
  • Endoprótesis ureteral (stent ureteral).
  • Vasectomía.
  • Orquiectomía
  • Escleroterapia hemorroidal.
  • Quiste del conducto eyaculador o prostático.
  • Dilatación de las vesículas seminales.
  • Anomalías vasculares de la uretra o de la próstata.
  • Uso de medicamentos que interfieren en la coagulación.

A pesar de las numerosas causas, más de la mitad de los casos se deben a infecciones o surgen tras procedimientos urológicos. Muchos de los casos son idiopáticos, es decir, benignos y no tienen una causa identificable. En general, son transitorios y mejoran espontáneamente en unos pocos días.

Síntomas

Los signos y síntomas que aparecen con la hematospermia nos ayudan a orientar la investigación de la causa del sangrado. Por ejemplo, si el paciente presenta un episodio aislado de sangrado en el semen tras un largo periodo de abstinencia o después de algún comportamiento sexual diferente, no es necesario investigar la afección, excepto si la hematospermia no mejora por sí sola al cabo de unas semanas.

Si el paciente se ha sometido a algún procedimiento urológico reciente, la causa de la hematospermia también es bastante obvia. Sólo es necesaria una investigación si la hematospermia dura más de un mes.

En el paciente que presenta hematospermia asociada a síntomas de inflamación de las vías urinarias, como disuria (dolor al orinar), secreción purulenta por la uretra o dolor al eyacular, es necesario investigar causas infecciosas o inflamatorias del sistema urogenital.

En pacientes de más de 40 años con hematospermia de más de un mes de duración, suele ser necesario realizar exámenes de imagen para investigar la posible presencia de tumores urológicos.

Tratamiento

El médico indicado para investigar y tratar la hematospermia es el urólogo.

En la mayoría de los casos, no es necesario ningún tratamiento médico o quirúrgico específico. La medida más importante es tranquilizar al paciente y explicarle que las causas graves de hematospermia son raras. Si se sospecha una infección, el tratamiento con antibióticos adecuados resolverá el problema.

En los pacientes en los que el sangrado eyaculatorio está relacionado con un procedimiento urológico reciente, como una biopsia de próstata, basta con aclarar que los síntomas son temporales y deberían mejorar espontáneamente en unas semanas.

En los pacientes con hematospermia idiopática (sin causa definida), el uso de finasterida durante 3 meses resuelve alrededor del 70% de los casos.


Referencias


Autor(es)

Dr. Pedro Pinheiro

Médico licenciado por la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ), con títulos de especialista en Medicina Interna por la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ) y de Nefrología por la Universidad Estadual de Río de Janeiro (UERJ) y por la Sociedad Brasileña de Nefrología (SBN). Actualmente vive en Lisboa, Portugal, tiene títulos reconocidos por la Universidad de Oporto y por el Colegio de Nefrología de Portugal.

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