¿Qué es la foliculitis?
La foliculitis es una inflamación cutánea bastante común que afecta a los folículos pilosos.
Los folículos pilosos son pequeñas bolsas que rodean la base del vello, desde donde este crece. Están presentes en todo el cuerpo, excepto en las palmas de las manos, las plantas de los pies y los labios.
La enfermedad no es mortal, pero puede causar picazón, dolor y molestias estéticas. Los casos más graves pueden provocar la pérdida permanente del vello y la formación de cicatrices.
La foliculitis puede tener un origen infeccioso —como bacteriano, viral o fúngico— o no infeccioso, como por contacto o lesión de la piel, como ocurre en las foliculitis de la barba y de la ingle, que en realidad no son verdaderas foliculitis, como explicaremos a lo largo del texto.

Síntomas
El término foliculitis se utiliza de forma amplia para englobar una serie de afecciones dermatológicas que tienen una característica en común: la inflamación del folículo piloso. Sin embargo, cada tipo de foliculitis tiene una causa, una apariencia y unos síntomas específicos.
La inflamación provoca una hinchazón del folículo piloso debajo de la piel, lo que se traduce en una elevación en la superficie cutánea. Por lo general, la apariencia de la foliculitis es la de una pequeña protuberancia roja alrededor del vello, similar a un grano*, con o sin pus, y puede haber enrojecimiento, picor y dolor en la zona.


Nota: La foliculitis y el acné son enfermedades cutáneas distintas. Más adelante, resumiremos sus diferencias. Para leer sobre el acné, acceda al siguiente enlace: Acné (granos): mejores opciones de tratamiento.
Tipos de foliculitis
La foliculitis puede ser superficial o profunda, dependiendo del grado de afectación del folículo piloso.
Las foliculitis profundas comprometen todo el folículo y presentan un mayor riesgo de complicaciones, como el desarrollo de forúnculos y cicatrices.
Las superficiales afectan solo una parte del folículo y rara vez causan complicaciones.
Otra forma de clasificar las foliculitis es en infecciosas y no infecciosas, como haremos a continuación.
Foliculitis infecciosa
La foliculitis infecciosa se produce cuando hay una infección del folículo piloso. Podemos clasificar las foliculitis infecciosas según el agente causante de la infección: bacterias, hongos o virus.
Foliculitis por bacterias
La foliculitis bacteriana es el tipo más común de foliculitis infecciosa. Ocurre cuando el folículo piloso es infectado por bacterias.
Varios géneros de bacterias pueden causar infecciones en el folículo piloso, siendo los estafilococos y las bacterias gramnegativas los más frecuentes.
Foliculitis estafilocócica
El tipo más frecuente de foliculitis bacteriana es causado por Staphylococcus aureus, una bacteria grampositiva que está presente de forma natural en nuestra piel.
Clínicamente, la foliculitis estafilocócica tiene una apariencia similar a la de los granos, con presencia de pus y rodeada por una zona inflamada y enrojecida. Los síntomas asociados incluyen picor y, ocasionalmente, dolor localizado.
Las zonas más afectadas suelen ser el cuero cabelludo, la cara, la parte superior del tronco, las piernas y las nalgas. Sin embargo, cualquier área del cuerpo con vello puede verse afectada.
Foliculitis en las nalgas
La foliculitis en las nalgas suele desarrollarse debido al roce entre la ropa y la piel, combinado con el sudor, lo que daña la capa externa de la piel y facilita la infección del folículo piloso por bacterias como el Staphylococcus aureus.
Esta forma de foliculitis es frecuente porque las nalgas son una región con constante fricción, humedad y calor provocados por la ropa, condiciones que favorecen el crecimiento e invasión de bacterias y hongos. Las nalgas con mayor cantidad de vello tienen un mayor riesgo de desarrollar foliculitis.
Sicosis de la barba
La sicosis de la barba es una forma de foliculitis estafilocócica profunda que suele empeorar con el afeitado. Las lesiones se localizan en las zonas donde crece la barba.

La sicosis de la barba no es la foliculitis común que aparece después del afeitado. La foliculitis de la barba más frecuente es, en realidad, una pseudofoliculitis, de origen no infeccioso. Hablaremos de ella más adelante.
La sicosis de la barba es una foliculitis infecciosa, más profunda y con lesiones de mayor tamaño, que pueden superar 1 cm de diámetro.
Las lesiones suelen provocar dolor o sensación de ardor, y pueden aparecer en la zona de la barba, incluso en personas que no se afeitan. El acto de afeitarse no provoca esta forma de foliculitis, pero puede empeorarla y perpetuarla.
Con el tiempo, aparecen más pústulas, que eventualmente se agrupan formando manchas o placas llenas de pústulas. La forma crónica puede durar años y, en los casos más graves, los folículos se destruyen, dando lugar a cicatrices.
Forúnculos y carbúnculos
El forúnculo aparece cuando hay una infección estafilocócica profunda del folículo piloso. Se manifiesta repentinamente como una protuberancia roja y dolorosa, que va creciendo a medida que se llena de pus, hasta que finalmente se rompe, liberando el contenido purulento.
El carbúnculo, en cambio, es un conglomerado de forúnculos: una infección más grave, con mayor riesgo de dejar cicatrices que un forúnculo aislado.
Hablamos específicamente del forúnculo y del carbúnculo en el artículo: Forúnculos: qué es, causas y tratamiento.
Foliculitis por pseudomonas (foliculitis de la tina)
La Pseudomonas es una bacteria gramnegativa que puede causar infecciones en diversos órganos, como pulmones, vejiga, riñones, oídos, ojos y también en la piel.
La foliculitis por Pseudomonas también se conoce como «foliculitis de la tina» o «foliculitis de Jacuzzi», un tipo de foliculitis que se produce por el contacto de la piel con agua contaminada por este microorganismo.
Lugares con agua caliente y en movimiento favorecen el crecimiento de Pseudomonas, por lo que las posibles fuentes de contagio incluyen toboganes de parques acuáticos, jacuzzis e incluso piscinas climatizadas cuyos niveles de pH, cloro o bromo no están bien regulados.
La infección aparece entre 8 y 48 horas después del contacto con la bacteria, especialmente en las zonas donde se encontraba el traje de baño o donde el cuerpo estuvo sumergido en el agua contaminada durante mucho tiempo. El tronco y las nalgas son las localizaciones más comunes.
Las lesiones son enrojecidas, con o sin pus, y van acompañadas de picazón.
Foliculitis por otras bacterias gramnegativas
Este tipo de foliculitis está relacionado con el uso prolongado de antibióticos para tratar el acné o la rosácea.
Con el tiempo, las bacterias gramnegativas resistentes al antibiótico se multiplican, provocando una foliculitis profunda y empeorando el cuadro de acné.
Las lesiones suelen aparecer alrededor de la nariz y en la zona central de la cara, en forma de protuberancias rojas, con o sin pus, o como nódulos inflamados y dolorosos.
Foliculitis por hongos
Después de la foliculitis estafilocócica, la foliculitis infecciosa más común es la de origen fúngico. Ocurre cuando el folículo piloso es infectado por un tipo de hongo.
Foliculitis pitirospórica
La foliculitis pitirospórica está causada por diferentes especies de un hongo que forma parte de la flora habitual de nuestra piel, llamado Malassezia. Los climas cálidos y húmedos, o cualquier situación que incremente la sudoración y la oleosidad de la piel, favorecen la infección del folículo por este hongo.
Tiene mayor incidencia en adolescentes y adultos jóvenes, probablemente debido al aumento de la actividad de las glándulas sebáceas en estas etapas.
Las zonas donde aparece con mayor frecuencia la foliculitis pitirospórica son la espalda, el pecho y los hombros, aunque también pueden verse afectadas la cara, el cuello y los brazos.
Las lesiones se asemejan a granos, con o sin pus, de aspecto monomorfo (todas iguales), y se asocian a picor.
Otros tipos de foliculitis fúngica incluyen la foliculitis dermatofítica (la tinea capitis y la tinea barbae son las formas clásicas que comprometen el folículo piloso) y la foliculitis por Cándida.
Foliculitis por virus
Este tipo de foliculitis se presenta cuando la infección del folículo piloso es causada por un virus. Los virus más comúnmente implicados en la foliculitis viral son los herpesvirus.
Foliculitis herpética
La foliculitis herpética es poco frecuente. La forma más común aparece en el contexto de la varicela, aunque también puede observarse en asociación con infecciones por herpes simplex virus tipo 1 o 2, responsables del herpes labial y del herpes genital.
En este caso, las lesiones aparecen junto a las vesículas del herpes labial y pueden diseminarse mediante el afeitado. El aspecto clínico es el de placas, protuberancias y vesículas enrojecidas, con o sin pus.
Foliculitis no infecciosa
Pseudofoliculitis de la barba
La pseudofoliculitis de la barba es un tipo de foliculitis inflamatoria no infecciosa. No se trata de una foliculitis verdadera.
Después de ser cortados al ras de la piel, los vellos pueden curvarse hacia adentro al volver a crecer, especialmente si no son lisos. La pseudofoliculitis de la barba es más común en personas de etnia negra, aunque también puede presentarse en personas blancas.
El vello encarnado provoca una reacción inflamatoria en la zona adyacente a la salida del vello, y no en el folículo piloso propiamente dicho, de ahí el nombre pseudofoliculitis. La lesión suele aparecer entre 24 y 48 horas después del afeitado.

Pseudofoliculitis inguinal
Las mujeres que se depilan la zona de la ingle pueden presentar pseudofoliculitis en esta área. El mecanismo patológico es el mismo que en la pseudofoliculitis de la barba.
Lo mismo puede ocurrir en las piernas de mujeres que se depilan, especialmente cuando utilizan cuchillas tipo Gillette, pasando la hoja en sentido contrario al crecimiento del vello.
Foliculitis por reacciones de contacto
La foliculitis por contacto no es provocada por un agente infeccioso, sino por el contacto de distintas sustancias con la piel.
Puede presentarse en las siguientes situaciones:
- Oclusión de los folículos pilosos: uso de hidratantes, apósitos, vendajes, cintas adhesivas, pomadas con base de parafina.
- Productos químicos: contacto de la piel con alquitrán de hulla, aceites de corte y otras sustancias.
- Esteroides tópicos: uso excesivo de corticoides aplicados en la piel.
Foliculitis inducida por fármacos
El uso de ciertos medicamentos está asociado al desarrollo de foliculitis no infecciosa.
Los más frecuentemente implicados son:
- Hormonas masculinas, como la testosterona y sus derivados.
- Corticoides.
- Litio.
- Isoniazida.
- Fenitoína.
- Vitaminas del complejo B.
- Inhibidores del receptor del factor de crecimiento epidérmico, como cetuximab y erlotinib.
Foliculitis eosinofílica
La foliculitis eosinofílica ocurre predominantemente en personas con el sistema inmunitario comprometido, como aquellas que viven con VIH/sida, aunque también puede aparecer en bebés sanos.
En adultos, las lesiones suelen localizarse en el cuero cabelludo, la cara y la parte superior del tronco. Son enrojecidas, con pus, intensamente pruriginosas, y tienden a reaparecer en brotes.
En bebés, las lesiones forman costras y afectan principalmente el cuero cabelludo y las cejas.
Diferencias entre foliculitis y acné
Foliculitis:
- Proceso inflamatorio: la foliculitis comienza con un proceso inflamatorio alrededor de los folículos pilosos. Este puede desencadenarse por una infección (bacteriana, fúngica o viral) o por daños físicos (como fricción o lesiones cutáneas).
- Invasión microbiana: en la foliculitis infecciosa, microorganismos como Staphylococcus aureus invaden el folículo piloso, generalmente a través de una pequeña lesión o ruptura en la piel. Otros patógenos, como hongos y virus, también pueden infectar los folículos.
- Respuesta inmunitaria: la infección o lesión activa una respuesta inmunitaria local, ocasionando inflamación. Esto da lugar a la aparición de pústulas (pequeñas bolsas de pus) o protuberancias rojas en la superficie de la piel.
- Daño físico e irritación: la foliculitis no infecciosa ocurre por daño o irritación de los folículos, como por fricción de la ropa, afeitado o depilación, sin que exista una infección subyacente.
Acné:
- Obstrucción de los folículos: el acné comienza con la obstrucción de los folículos pilosos. La producción excesiva de sebo (aceite) y la acumulación de células muertas contribuyen a la formación de un tapón que bloquea el folículo.
- Proliferación bacteriana: dentro de este entorno obstruido, la bacteria Propionibacterium acnes (P. acnes), que normalmente habita la piel, puede proliferar, exacerbando la respuesta inflamatoria.
- Inflamación: la actividad de P. acnes y la obstrucción del folículo provocan inflamación, lo que conduce al desarrollo de lesiones acneicas como granos (pápulas y pústulas), y en casos más graves, nódulos y quistes.
- Factores hormonales: las hormonas, especialmente los andrógenos (hormonas masculinas), desempeñan un papel importante en el acné, al estimular las glándulas sebáceas para que produzcan más sebo, lo que favorece la obstrucción folicular.
Complicaciones de la foliculitis
Las foliculitis más graves, profundas o crónicas pueden generar complicaciones. Las principales son:
- Pérdida permanente del vello por daño al folículo piloso.
- Formación de cicatrices o manchas oscuras debido a la lesión permanente de la piel.
- Desarrollo de infecciones más graves, como forúnculos, carbúnculos, celulitis o infecciones generalizadas.
Factores de riesgo
Los principales factores de riesgo para desarrollar foliculitis incluyen:
- Uso de bañeras de hidromasaje o piscinas climatizadas.
- Uso prolongado de antibióticos orales.
- Disminución de la inmunidad por cualquier causa (infección por VIH, neoplasias, diabetes).
- Uso de corticoides.
- Aplicación de productos que obstruyen los folículos, como aceites y cremas.
- Afeitado frecuente.
- Depilación.
- Vello encarnado.
- Uso de ropa ajustada en situaciones de sudoración excesiva.
- No ducharse tras sudar en exceso.
- Fricción excesiva sobre la piel.
- Uso prolongado de guantes o botas de goma.
Diagnóstico
El diagnóstico de la foliculitis suele basarse únicamente en la historia clínica y en el examen físico.
Sin embargo, en situaciones específicas en las que el diagnóstico es dudoso, pueden realizarse pruebas complementarias, como la recolección de una muestra de secreción de la lesión, para establecer un diagnóstico definitivo.
Las pruebas varían según el agente causante más probable sospechado.
Tratamiento
El tratamiento de la foliculitis depende de la gravedad del cuadro, la causa y la localización de las lesiones.
Para lesiones superficiales no complicadas, el lavado con jabón antiséptico puede ser suficiente. Las lesiones más inflamadas pueden requerir la aplicación de compresas tibias varias veces al día, con o sin tratamiento tópico asociado (cremas o pomadas).
Las foliculitis infecciosas profundas requieren tratamiento con antibióticos orales. Puede ser necesario realizar un drenaje del pus mediante una incisión en el lugar afectado.
La foliculitis por Pseudomonas suele ser autolimitada y no requiere un tratamiento específico.
Las foliculitis fúngicas se tratan con antifúngicos tópicos o por vía oral. De igual forma, las foliculitis virales se tratan con antivirales, si es necesario.
La foliculitis causada por bacterias gramnegativas está asociada al uso reciente o prolongado de antibióticos; por lo tanto, el primer paso del tratamiento es interrumpir dicho antibiótico, seguido por la sustitución con uno adecuado.
Por último, el tratamiento de la foliculitis eosinofílica no incluye el uso de antimicrobianos, ya que no es infecciosa. En este caso, se emplean corticoides tópicos o un antiinflamatorio oral, como la indometacina.
Prevención
Algunas medidas pueden ayudar a prevenir la aparición de foliculitis. Estas son:
- Usar ropa holgada en situaciones de sudoración intensa.
- Quitar la ropa sudada y ducharse inmediatamente después de hacer ejercicio.
- Mantener la piel limpia e hidratada.
- Lavar y secar completamente la ropa de baño después de cada uso.
- Evitar el uso diario de jabón antiséptico en todo el cuerpo (puede eliminar bacterias protectoras).
- Antes del afeitado, usar jabón antiséptico y agua tibia, además de crema de afeitar; afeitarse con menor frecuencia; cortar siempre en la dirección del crecimiento del vello; hidratar la piel tras el afeitado; no compartir cuchillas ni toallas; o utilizar únicamente afeitadoras eléctricas.
- Utilizar solo bañeras de hidromasaje y piscinas climatizadas que reciban un tratamiento adecuado del agua.
Referencias
- Foliculite – Sociedade Brasileira de Dermatologia.
- Folliculitis: recognition and management – American journal of clinical dermatology.
- Acne-like breakouts could be folliculitis – American Academy of Dermatology Association.
- Infectious folliculitis – UpToDate.
- Folliculitis – DermNet NZ.
- Folliculitis – Medscape.
Médico graduado por la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ), con títulos de especialista en Medicina Interna y Nefrología otorgados por la Universidad Estatal de Río de Janeiro (UERJ), la Sociedad Brasileña de Nefrología (SBN), la Universidad de Oporto y el Colegio de la Especialidad de Nefrología de Portugal.