Torsión testicular: causas, síntomas y tratamiento

Dr. Pedro Pinheiro

Actualizado en

comment Sin comentarios

Tiempo estimado de lectura del artículo: 4 minutos

¿Qué es la torsión del testículo?

La torsión testicular es una emergencia médica que ocurre cuando uno de los testículos gira alrededor de su propio eje y acaba por torcer el cordón espermático, que es la estructura que contiene los vasos sanguíneos que nutren el propio testículo.

Con la torsión del cordón espermático, el flujo sanguíneo queda gravemente reducido, provocando isquemia testicular. Este cuadro de isquemia aguda resulta en un repentino e intenso dolor en la región escrotal.

La torsión testicular puede ocurrir en cualquier época de la vida del hombre, pero tiene dos fases de mayor pico: período neonatal y durante la pubertad.

La incidencia estimada es de 1 caso por cada 4000 hombres menores de 25 años. Alrededor del 65% de los casos ocurren entre los 12 y 18 años.

La torsión del testículo es una emergencia porque, si no se revierte rápidamente, hay riesgo de necrosis y necesidad de retirar el testículo. Por otro lado, si el problema es rápidamente diagnosticado y tratado, es posible revertir la isquemia antes de que haya mayores daños al testículo.

Cómo surge

Aunque se llame torsión testicular, la torsión en sí ocurre efectivamente en las estructuras alrededor del testículo, y no en el propio. Sin embargo, aunque no es directamente torcido, el testículo acaba siendo la principal víctima de esa condición porque es él que queda privado de la sangre y  del oxígeno.

Vamos a explicar brevemente la anatomía de los testículos y del escroto para que puedas entender más fácilmente cómo surge la torsión testicular. Utiliza la siguiente ilustración para acompañar el texto.

Torsión testicular
Torsión testicular

Al contrario de lo que se imagina, los testículos no quedan “sueltos” dentro del escroto. A partir de los primeros meses de vida se fijan en la túnica vaginal, una membrana que envuelve parte del testículo e impide su libre movimiento.

Además, en su poción superior, los testículos están suspendidos por el cordón espermático, una estructura cilíndrica que contiene vasos sanguíneos, nervios, vasos linfáticos y el conducto deferente, canal que transporta los espermatozoides producidos a partir del epidídimo.

Por lo tanto, en situaciones normales, los testículos se mueven muy poco dentro del escroto y la torsión del cordón espermático no es algo esperado. Para que haya torsión, es necesario que alguna de las estructuras que mantienen los testículos “presos” esté comprometida.

La situación más común es una mala formación de la túnica vaginal conocida como deformidad en “badajo de campana”. En estos pacientes, el testículo no se encuentra bien fijado y puede girar alrededor de su propio eje.

Aunque la deformidad está presente desde el nacimiento, en muchos casos, la torsión ocurre solamente a partir de la pubertad, que es el momento en el que los testículos aumentan de tamaño y se vuelven más pesados.

El período neonatal, que son los 30 primeros días de vida del bebé, también es una fase de mayor riesgo de torsión, incluso en aquellos que no presentan deformidad en “badajo de campana”.

En ese caso, el problema suele ocurrir porque la túnica vaginal aún no tuvo tiempo de fijarse al escroto, hecho que suele ocurrir en las primeras semanas de vida. La torsión neonatal es menos común que la torsión durante la pubertad, que representa alrededor del 70% de los casos.

El grado de torsión puede variar de 180 a 720 grados. Cuanto mayor es la torsión, menos sangre llega a los testículos y más rápido surgen los daños irreversibles.

Síntomas

Un dolor súbito y de gran intensidad, asociado a la hinchazón del escroto, es la presentación clínica más común de la torsión del testículo. Náuseas y vómitos también son frecuentes.

El dolor puede concentrarse solamente en la región escrotal, en el lado del testículo en sufrimiento, o irradiarse a la ingle y región inferior del abdomen. El dolor suele ser constante, a menos que el testículo esté sufriendo torsión y distorsión espontáneas.

En el examen físico, el escroto habitualmente se encuentra hinchado, endurecido y rojizo. El testículo afectado duele al tacto y se vuelve levemente elevado debido al acortamiento del cordón espermático torcido.

El reflejo cremastérico, que es un ligero ascenso de uno de los testículos que ocurre cuando pasamos el dedo o un vástago en la porción medial del muslo de un paciente acostado, suele estar ausente en prácticamente todos los pacientes con torsión testicular.

Reflejo cremastérico
Como se prueba el reflejo cremastérico

Una presentación típica, particularmente en niños, es el paciente que se despierta en medio de la noche con un cuadro súbito de dolor escrotal. Otras situaciones que pueden desencadenar la torsión son actividad física o trauma en la región del escroto.

Fiebre o dolor / dificultad para orinar pueden ocurrir, pero no son comunes.

Complicaciones

Cualquier paciente con sospechas de torsión testicular debe ser inmediatamente evaluado por un urólogo. Cuanto más tiempo el testículo permanece en sufrimiento por isquemia, mayor es el riesgo de haber secuelas graves.

El tiempo transcurrido entre el inicio del dolor y la pronta atención médica lleva a los siguientes resultados:

  • Si la torsión se corrige dentro de las primeras 6 horas, alrededor del 90 al 100% de los testículos se guardan sin mayores secuelas.
  • Si la torsión se corrige entre 12 a 24 horas después del inicio de los síntomas, la tasa de éxito es de 20 a 50%.
  • Si el paciente es tratado solamente después de 24 horas de síntomas, la tasa de éxito es prácticamente cero.

En aproximadamente 1/3 de los casos, los pacientes no son tratados a tiempo y terminan perdiendo el testículo.

Entre las consecuencias más comunes de la torsión testicular se destacan las siguientes:

  • Infarto del testículo (necrosis).
  • Infección.
  • Esterilidad.
  • Deformidad estética del escroto.

Diagnóstico

En la mayoría de los casos, el diagnóstico de la torsión testicular puede ser hecho a través de criterios clínicos, con evaluación de la historia, de los síntomas y de los hallazgos al examen físico. La ultrasonografía escrotal puede ser realizada cuando el médico tiene dudas.

Una puntuación basada en los hallazgos clínicos puede ayudar en la toma de decisión:

  • Náusea o vómito – 1 punto.
  • Hinchazón escrotal – 2 puntos.
  • Testículo duro a la palpación – 2 puntos.
  • Un testículo nítidamente más alto que el otro – 1 punto.
  • Ausencia del reflejo cremastérico – 1 punto.

Si el paciente tiene 5 o más puntos, la probabilidad de que tenga torsión es muy alta. Por otro lado, si tiene 2 o menos puntos es poco probable que la torsión sea el diagnóstico. En los pacientes con 2 a 5 puntos, la ultrasonografía escrotal puede ser solicitada.

Tratamiento

La torsión testicular es una emergencia de tratamiento quirúrgico. Incluso los pacientes con más de 24 horas de dolor necesitan ser tratados quirúrgicamente, pues en algunos casos la torsión no es completa y hay casos en que el cordón espermático tuerce y destuerce más de una vez a lo largo del día, manteniendo la viabilidad del testículo por más tiempo.

Durante la evaluación inicial, el urólogo puede intentar destorcer el testículo manualmente. Esta maniobra no elimina la necesidad de la cirugía, pero aumenta la posibilidad de rescate del testículo durante el procedimiento quirúrgico.

La cirugía para corregir la torsión testicular suele hacerse bajo anestesia general. Durante el procedimiento, el urólogo hace un pequeño corte en el escroto, distorsiona el cordón espermático y costura uno o ambos testículos en el interior de la bolsa para evitar recidivas, principalmente si el paciente tiene deformidad en “badajo de campana”.

Si en el momento de la cirugía el testículo ya presenta signos claros de necrosis, el urólogo deberá realizar la orquiectomía, que es la remoción quirúrgica del testículo infartado. La retirada es necesaria para evitar complicaciones debido a la presencia de tejido muerto como, por ejemplo, infecciones.

Cuando la cirugía no se realiza en las primeras 12 horas, la tasa de orquiectomía llega a ser del 75%.


Referencias


Autor(es)

Médico licenciado por la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ), con títulos de especialista en Medicina Interna por la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ) y de Nefrología por la Universidad Estadual de Río de Janeiro (UERJ) y por la Sociedad Brasileña de Nefrología (SBN). Actualmente vive en Lisboa, Portugal, tiene títulos reconocidos por la Universidad de Oporto y por el Colegio de Nefrología de Portugal.

Sigue Leyendo

Artículos Similares

¿Tienes alguna duda?

COMENTARIOS Y PREGUNTAS

Deja un comentario