Criptorquidia: qué es, síntomas y tratamiento

Dr. Pedro Pinheiro

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¿Qué es la criptorquidia?

La criptorquidia es un término de origen griego que significa “testículo oculto” (crypto = oculto, orchis = testículo). Por lo tanto, la criptorquidia ocurre cuando uno o ambos testículos no están en el escroto en el momento del nacimiento del bebé.

La mayoría de los casos de criptorquidia se produce por un testículo que no migró desde el abdomen hacia el escroto durante la formación del feto, pero también hay casos en que el testículo simplemente no existe, un fenómeno llamado agenesia testicular.

A pesar de la criptorquidia no causar síntomas, se debe corregirla quirúrgicamente tan pronto como sea posible, debido al riesgo de complicaciones a largo plazo, como el cáncer testicular o la infertilidad en la vida adulta.

Cómo surge

Los testículos empiezan a formarse a partir de la 6ª semana de gestación en el área abdominal, cerca de los riñones. Alrededor de la 9ª o 10ª semana, los testículos migran a la región inguinal (ingle), donde permanecen hasta la 28ª semana de embarazo.

Entre la 28ª y 40ª semana de embarazo, los testículos migran lentamente a través del canal inguinal hacia el escroto, su destino final. En algunos niños, especialmente en recién nacidos prematuros, el proceso de migración de los testículos solamente se completa semanas o meses después del nacimiento.

Aproximadamente un 3 a 5% de los bebés nacidos a término (es decir, después de la 37ª semana de gestación) presentan por lo menos un testículo que no completó su trayecto de descenso. En los casos de bebés prematuros, la incidencia es mucho mayor, cerca del 30%.

Sin embargo, en la mayoría de los bebés, el testículo termina por migrar naturalmente hacia el escroto durante los primeros meses de vida, de modo que al final del primer año solamente el 1% de los niños todavía tienen criptorquidia.

En el 90% de los casos, la criptorquidia es unilateral, es decir, solamente uno de los testículos no desciende. Es más común que el testículo criptorquídico sea el izquierdo.

Los sitios más comunes de retención testicular son la región abdominal, inguinal y supraescrotal, como se muestra a continuación.

Tipos de criptorquidia
Tipos de criptorquidia

En el 80% de los pacientes, el testículo criptorquídico es palpable en algún punto a lo largo del canal inguinal.

En una minoría de casos es posible que la criptorquidia se presente solamente después de algunos años de vida. El niño presenta ambos testículos en el escroto al final del primer año, pero entre 4 y 8 años de edad uno de los testículos asciende y se queda atrapado en la región inguinal.

También hay casos de testículo retráctil, que son testículos que suben y bajan fácilmente saliendo y entrando en el escroto de vez en cuando. Este caso es distinto del testículo ascendente descrito anteriormente porque, además del testículo poder volver espontáneamente al escroto, se puede también fácilmente empujar con los dedos hacia la posición correcta.

Por último, existen los casos de criptorquidia causada por los testículos ectópicos, que se presenta cuando uno de los testículos pasa por el canal inguinal, pero en vez de ir al escroto termina por migrar hacia las regiones anómalas, como el periné, muslo o la región suprapúbica.

Factores de riesgo

Las causas de criptorquidia son aún desconocidas. La enfermedad es probablemente una combinación de factores genéticos, ambientales, anatómicos, hormonales y de salud materna.

Aunque las causas todavía no se conocen completamente, los principales factores de riesgo son bien conocidos. Los más importantes son:

  • Bajo peso al nacer.
  • Parto prematuro
  • Historia familiar de criptorquidismo.
  • Historia familiar de problemas de desarrollo genital.
  • Consumo de alcohol por la madre durante el embarazo.
  • Fumar durante el embarazo
  • Exposición de los padres a ciertos tipos de plaguicidas.
  • Malformaciones fetales, como defectos del tubo neural, defectos de la pared abdominal, parálisis cerebral o cambios genéticos que causan la reducción de la producción de testosterona.

Síntomas

El signo más común de la criptorquidia es la ausencia de uno o ambos testículos en el escroto.

La palpación del escroto debe formar parte del examen pediátrico de los recién nacidos. Si en el momento de la primera prueba por lo menos uno de los testículos no se encuentra en el escroto, el doctor ira programar reevaluaciones hasta el 6º mes de vida del bebé para vigilar y ver si el testículo migra espontáneamente.

Si después del 6º mes el testículo no ha descendido, es improbable que lo haga naturalmente. En estos casos, la corrección quirúrgica debe ser evaluada, como veremos más adelante.

Otro signo común de la criptorquidia es la presencia del testículo a lo largo del trayecto del canal inguinal en la ingle. El testículo es generalmente una pequeña masa visible y palpable.

En el 20% de los pacientes no pudimos identificar el testículo criptorquídico mediante el examen físico.

Aparte de estos dos signos, no es común que el paciente con criptorquidia presente algún otro tipo de síntoma o queja.

Complicaciones

A pesar de la criptorquidia en sí no causar ningún síntoma relevante, su corrección quirúrgica temprana es importante debido a los riesgos de complicaciones.

Las posibles complicaciones y secuelas de los testículos criptórquidos incluyen:

  • Hernia inguinal.
  • Torsión testicular.
  • Compresión del testículo por lesiones en la región donde está atrapado.
  • Problemas de fertilidad en la vida adulta.
  • Mayor riesgo de cáncer de testículo.

Diagnóstico

El diagnóstico de la criptorquidia es muy fácil y se basa únicamente en la confirmación, a través del examen físico, de la ausencia de un testículo en el escroto.

Una vez confirmada la criptorquidia, el siguiente paso es localizar el testículo criptorquídico. En el 80% de los casos, el testículo se encuentra palpando la región inguinal o abdominal. En el 20% restante, el testículo está demasiado profundo, no existe (agenesia) o es demasiado pequeño y está atrofiado.

En estos casos, la única forma de diagnosticarla es a través de una cirugía exploratoria, ya que exámenes de imagen, tales como la ecografía, solo pueden detectar la localización de testículos criptórquidos en la mitad de los casos. Por otro lado, la cirugía es capaz de encontrar prácticamente el 100% de los testículos ocultos.

Tratamiento

El tratamiento para testículos criptórquidos es casi siempre la cirugía. Históricamente, la terapia hormonal fue probada antes de la cirugía, pero esta no resultó ser una forma efectiva para estimular el descenso de los testículos retenidos.

El objetivo del tratamiento quirúrgico es corregir la ubicación del testículo, colocándolo dentro del escroto. Si durante el procedimiento se identifica un testículo que muestra signos de atrofia e inviabilidad, se debe quitarlo.

Tanto el reposicionamiento de un testículo sano como la remoción completa de un testículo inviable reducen el riesgo de surgieren las complicaciones de la criptorquidia ya descritas previamente.

¿Cuándo se debe operar la criptorquidia?

La cirugía para reposicionar el testículo se llama orquidopexia. Ella debe ser considerada en todos los niños que todavía  persiste la criptorquidia después de 6 meses de edad.

Actualmente, se recomienda que la orquidopexia sea realizada antes de los 2 años, porque los resultados son mejores cuando se realiza la cirugía temprana, especialmente en relación con la fertilidad futura del niño. Por esta razón, la mayoría de las cirugías hoy en día se hace antes de que el niño cumpla su primer año de vida.

Cuando la criptorquidia es identificada más tarde, lo recomendado es la realización de la orquidopexia dentro de 6 meses.

La orquidopexia es un procedimiento simple que consiste en la extracción del testículo de la región inguinal y la implantación del mismo dentro del escroto. El procedimiento requiere un pequeño corte, que se puede hacer en la zona de la ingle o en el escroto y presenta la tasa de éxito cercana al 100%.


Referencias


Autor(es)

Médico licenciado por la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ), con títulos de especialista en Medicina Interna por la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ) y de Nefrología por la Universidad Estadual de Río de Janeiro (UERJ) y por la Sociedad Brasileña de Nefrología (SBN). Actualmente vive en Lisboa, Portugal, tiene títulos reconocidos por la Universidad de Oporto y por el Colegio de Nefrología de Portugal.

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