Medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINE)

Dr. Pedro Pinheiro

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¿Qué son los antiinflamatorios no esteroideos?

Los medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINE), como su nombre lo indica, son parte de una clase de fármacos que actúan sobre los procesos inflamatorios en el cuerpo.

Los AINE son una de las clases de fármacos más vendidas en el mundo, siendo especialmente eficaces en el tratamiento de la inflamación y del dolor leve a moderado, especialmente a nivel osteoarticular.

Todos los antiinflamatorios tienen tres efectos básicos:

  • Antipirético (baja la fiebre).
  • Analgésico (combate el dolor).
  • Antiinflamatorio (reduce la inflamación).

Las diferencias entre los más de 20 tipos de antiinflamatorios no esteroideos en el mercado suelen estar en la potencia de cada una de estas tres acciones y efectos secundarios, algunos indeseables, otros útiles en algunas patologías no inflamatorias.

En este artículo vamos a hablar sobre los beneficios y riesgos del uso de los antiinflamatorios no esteroideos.

Ejemplos de medicamentos antiinflamatorios no esteroideos

Hay docenas de antiinflamatorios; algunos de los de fármacos más comunes de esta clase son:

Todos los antiinflamatorios citados anteriormente son fármacos que presentan mecanismos similares de acción, pero con características específicas entre cada uno de ellas.

¿Para qué sirven los antiinflamatorios?

Por lo general, los medicamentos antiinflamatorios se usan como medicamentos sintomáticos, es decir, alivian los síntomas, pero no tratan directamente las enfermedades que causan el dolor y la inflamación.

Un paciente con faringitis, por ejemplo, puede tomar AINE para aliviar el dolor de garganta, pero si la causa es una infección bacteriana, también se debe tomar un antibiótico para curar la infección.

Los AINE deben prescribirse preferentemente para el tratamiento del dolor leve a moderado o cuando exista inflamación de origen osteoarticular.

Entre las condiciones más adecuadas para la prescripción de un AINE podemos mencionar:

Mecanismo de acción

De forma muy simplificada, podemos decir que los cuadros inflamatorios surgen cuando hay un aumento en la producción de una sustancia llamada prostaglandina. La prostaglandina se genera a través de la acción de una enzima llamada ciclooxigenasa (COX).

Los antiinflamatorios no esteroideos actúan inhibiendo la acción de esta enzima COX. Sin COX, hay menos producción de prostaglandinas y menos estímulo para que ocurra la inflamación. Como la presencia de prostaglandinas estimula la aparición de inflamación, dolor y fiebre, su inhibición por los AINE acaba teniendo un efecto analgésico, antipirético y antiinflamatorio.

El problema es que hay más de un tipo de prostaglandina y ciclooxigenasa. No todas las prostaglandinas causan inflamación o fiebre, y no todas las COX actúan sobre todos los tipos de prostaglandinas. Como la acción de los antiinflamatorios sobre la producción de prostaglandinas no es selectiva, además de abortar la inflamación, también pueden presentarse efectos secundarios, como veremos más adelante.

Acciones de la COX en el cuerpo

Las COX y las prostaglandinas son responsables de los siguientes efectos en el cuerpo:

Protección del estómago contra los ácidos producidos en su interior

Las prostaglandinas actúan sobre el estómago inhibiendo la producción de ácido clorhídrico y aumentando la producción de moco que recubre y protege la pared del estómago.

Cuando se inhiben las prostaglandinas, el estómago queda más vulnerable a la acción del ácido, aumentando el riesgo de la aparición de gastritis o úlceras. No es casualidad que una de las principales causas de hemorragia digestiva alta sea el sangrado por úlceras gástricas o duodenales provocadas por el uso indiscriminado de AINE.

Hay una clase de antiinflamatorios no esteroideos llamada inhibidores selectivos de la COX-2, que puede inhibir las prostaglandinas responsables de la inflamación sin cambiar las prostaglandinas que protegen el estómago. El Colecoxib y el Etoricoxibe son dos ejemplos de AINE selectivos que tienen baja incidencia de lesiones gástricas.

Flujo sanguíneo en los riñones

Las prostaglandinas actúan sobre los riñones, aumentando el flujo sanguíneo. En personas con riñones sanos, la acción de las prostaglandinas renales es baja y el uso de antiinflamatorios no esteroideos por poco tiempo no causa mayores problemas.

Sin embargo, pacientes con enfermedades renales o problemas que causan reducción del riego sanguíneo a los riñones, tales como insuficiencia cardíaca, deshidratación o cirrosis hepática, dependen en gran medida de la acción de las prostaglandinas para mantener sus riñones funcionando bien.

En estos pacientes está contraindicado el uso de AINE, ya que todos ellos provocan una inhibición de las prostaglandinas que actúan sobre los riñones, lo que invariablemente conduce al empeoramiento de la función renal.

Coagulación sanguínea

Además de actuar en la producción de las prostaglandinas, la COX también estimula la producción del tromboxano A2, que es una sustancia que estimula la agregación plaquetaria, facilitando su acción en el proceso de coagulación de la sangre.

Cuando la COX y el tromboxano A2 son inhibidos por los antiinflamatorios no esteroideos, una de las consecuencias es la disminución de la capacidad de agregación de las plaquetas, que reducen la capacidad del cuerpo para coagular la sangre.

Esta inhibición de la coagulación puede ser peligrosa en pacientes con alto riesgo de hemorragia o que serán sometidos a alguna cirugía. En general, los AINE deben ser suspendidos días antes de cualquier operación.

Todos los AINE actúan como antiagregantes de plaquetas en la sangre, pero el AAS (ácido acetilsalicílico) es el fármaco de esta clase que muestra un mayor efecto sobre ellas.

Este efecto colateral es, frecuentemente, aprovechado en pacientes con alto riesgo de ataque cardíaco o ACV. Lo que llaman “adelgazar la sangre” es, de hecho, una descripción lega para la potente acción antiplaquetaria de este fármaco.

Efectos secundarios

Los AINE son medicamentos seguros si se administran según lo prescrito por un médico. El problema es que esta es, quizás, la clase de fármacos más utilizados como automedicación por parte de la población.

Hay numerosos efectos colaterales e interacciones con otros medicamentos que deben tomarse en cuenta antes de tomarlos.

Algunos de los efectos adversos de los antiinflamatorios son:

Por lo tanto, a pesar de ser un fármaco ampliamente utilizado y relativamente seguro, está lejos de estar exento de complicaciones. Su consumo sin consejo médico o por periodos prolongados puede ocasionar graves consecuencias.

Pacientes que no deben tomar antiinflamatorios sin orientación médica

Por todos los problemas que ya se han explicado hasta aquí, tiene sentido tratar los antiinflamatorios como una clase de medicamentos que no debe ser tomada sin orientación médica, especialmente si perteneces a los siguientes grupos:

  • Ancianos.
  • Mujeres embarazadas.
  • Pacientes con insuficiencia renal.
  • Pacientes con cirrosis.
  • Pacientes con hipertensión no controlada.
  • Pacientes con insuficiencia cardíaca.
  • Personas que consumen en promedio más de 3 dosis de alcohol por día.
  • Pacientes medicados con warfarina.
  • Pacientes con riesgo de hemorragia.
  • Historia de úlcera péptica o gastritis.

Referencias


Autor(es)

Médico licenciado por la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ), con títulos de especialista en Medicina Interna por la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ) y de Nefrología por la Universidad Estadual de Río de Janeiro (UERJ) y por la Sociedad Brasileña de Nefrología (SBN). Actualmente vive en Lisboa, Portugal, tiene títulos reconocidos por la Universidad de Oporto y por el Colegio de Nefrología de Portugal.

Médica graduada por la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ), con títulos de especialista en Medicina Interna y Nefrología por la Universidad Estadual de Río de Janeiro (UERJ) y la Sociedad Brasileña de Nefrología (SBN). Actualmente con sede en Lisboa, Portugal, tiene títulos reconocidos por la Universidad de Oporto y el Colegio de Especialista de Nefrología de Portugal.

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